En un momento clave para la lucha democrática venezolana, se creó la Oficina de la Vocería Oficial del presidente electo Edmundo González Urrutia y de la líder de la mayoría del país, María Corina Machado. En un escenario marcado por la desinformación, la propaganda internacional del régimen y una disputa narrativa global, esta vocería busca ordenar, fortalecer y proyectar la voz de la verdad.
En esta entrevista con La Gran Aldea, Claudia Macero (pieza central de la estrategia comunicacional que hizo posible el 28 de julio) explica los desafíos de esta etapa, el rol de María Corina Machado, el respaldo internacional y la importancia de enfrentar la propaganda del régimen con hechos, coherencia y legitimidad democrática.
–¿Cuál es el objetivo central de esta vocería? ¿Qué se busca corregir en la forma de comunicar la causa venezolana hacia el mundo?
-Más que corregir, esta Oficina tiene el mandato de fortalecer la voz de la verdad y confrontar la intensa desinformación y la guerra narrativa del régimen y sus aliados, sostenida por inmensos recursos producto del saqueo a los venezolanos. En este momento complejo y decisivo, el país requiere un canal oficial que articule y transmita, de manera oportuna y estratégica, los mensajes y orientaciones de nuestro liderazgo electo y legitimado por los venezolanos, necesarios para preservar la cohesión, la claridad y la firmeza en la defensa de la verdad y de los derechos de todos los venezolanos.
–¿Cuáles son, a tu juicio, las principales mentiras que siguen circulando sobre Venezuela y cómo se las combate eficazmente cuando se enfrenta a una propaganda bien financiada?
-La mentira sobre el carácter supuestamente popular del régimen ya fue enterrada el 28-J. Pero ahora quieren convencer al mundo de que sólo Maduro garantiza el orden en Venezuela, aunque sea un dictador, y que por eso es mejor un gobierno no electo por los venezolanos. Pero la verdad es que la inmensa mayoría de nuestros ciudadanos es la mejor garantía de que el orden que viene será seguro y estable, porque es lo que el pueblo de Venezuela desea de forma prácticamente unánime.
Además, está el chantaje y la hipocresía de que los venezolanos tenemos que ser sumisos ante una supuesta “paz criminal”, a riesgo de ser catalogados como guerreristas, cuando es el régimen el que le ha declarado la guerra a la ciudadanía, al Estado de derecho y a la libertad.
La mentira de que expulsar al régimen del poder es una violación a la soberanía nacional, cuando la soberanía ha sido flagrantemente violada territorial, económica y políticamente en estos 26 años por Cuba, Irán, China, Rusia y múltiples grupos terroristas.
La mentira de que los aliados de la libertad de los venezolanos quieren saquear nuestros recursos, cuando el régimen con sus aliados, normalizadores y habilitadores han cometido el más monumental saqueo a una nación del que se tenga registro en la historia moderna.
–¿Cómo se encuentra hoy María Corina Machado de salud y, en la medida de lo posible, existe una expectativa real de regreso a Venezuela en el corto o mediano plazo?
-María Corina está bien, pero después de 16 meses de una clandestinidad muy dura, y tras una salida del país extremadamente arriesgada y peligrosa, ella debe atender su salud. Es una persona muy fuerte, sana y valiente, pero al final es una persona y como todos, debe atender su salud. Los venezolanos la necesitamos en su mejor estado; a ella y a Edmundo, para todo lo que viene.
Sobre su regreso no queremos dar detalles. Solo diremos que ella jamás rompe una promesa y que eso va a pasar, y pronto.
–Estados Unidos y varios gobiernos latinoamericanos coinciden en que el statu quo venezolano es insostenible. ¿Existe hoy un alineamiento real con el plan de transición que plantea María Corina Machado y el presidente electo Edmundo González Urrutia, o todavía falta que el mundo dé un paso decisivo?
-El mundo está dando grandes pasos, especialmente los Estados Unidos. Hay una coalición internacional que ha entendido la amenaza común que encarnan los regímenes narcoterroristas como el de Maduro, y han decidido tomar cartas en el asunto. La buena noticia no es sólo que esta coalición ya existe, sino que en la medida en que el mundo va conociendo cada vez más la verdad, está coalición crece y pasa a la acción de un modo cada vez más frontal.
Y la alineación con el plan de transición de María Corina y Edmundo pasa precisamente por el reconocimiento de sus liderazgos, algo que es un hecho, y de los equipos profesionales que ya están trabajando en diversas áreas de desarrollo para atender desde el día uno la transición que viene en nuestro país. En eso trabajamos.
–¿Está planteada alguna gira de María Corina Machado en Estados Unidos? ¿Reuniones con gente como Marco Rubio o, fundamentalmente, Donald Trump?
-No queremos adelantar detalles en este sentido. Recordemos que estamos frente a un régimen criminal y narcoterrorista, responsable de crímenes de lesa humanidad, que ha declarado una guerra contra los venezolanos y contra sus derechos. Es una guerra que nosotros no buscamos, pero en la que estamos obligados a defendernos y a prevalecer por vías políticas, institucionales y democráticas. En cualquier contienda de esta naturaleza es esencial no revelar todos los detalles antes de tiempo. De lo contrario, no habríamos tomado por sorpresa a este régimen en las primarias, en las presidenciales y en tantas otras oportunidades. Los venezolanos podrán conocer todo lo esencial en el momento oportuno, y precisamente para eso se ha creado esta Oficina. Pueden estar seguros de que lo informaremos con claridad y transparencia.
–Algunos comparan este momento con la experiencia del interinato, con frustraciones aún frescas. ¿Qué diferencias sustanciales existen entre aquel proceso y el liderazgo actual de María Corina Machado, y cómo se trabaja para sostener la confianza ciudadana desde el exilio?
-La diferencia sustancial con el liderazgo actual de María Corina Machado radica precisamente en las lecciones aprendidas: hoy existe una conducción unificada, con una estrategia clara y con un enfoque centrado en la organización ciudadana, la coherencia en el mensaje y la construcción de fuerza política efectiva, dentro y fuera de Venezuela. El reto para sostener la confianza ciudadana pasa por la transparencia, la rendición de cuentas, la disciplina en la estrategia y la conexión permanente con la realidad que viven los venezolanos; sin falsas expectativas, pero sin renunciar nunca al objetivo central: conquistar la libertad y reconstruir la República. Además, la escogencia de este liderazgo actual viene directamente de la voluntad popular expresada en los votos y demostrada con las actas del 28 de julio.
–¿Qué mensaje le darías hoy a los familiares de los presos políticos y qué pueden esperar de esta etapa quienes sienten que el tiempo se ha vuelto insoportable?
Su sufrimiento es enorme. Tenemos a demasiados amigos y a sus familiares en esta terrible situación. Yo misma tengo a dos compañeros de mi equipo más cercano presos desde hace más de un año: Gabriel González y Julio Balza, ambos periodistas. Pero cuentan con el trabajo de miles de venezolanos y de muchos aliados extranjeros que no descansaremos para liberarlos a todos.
Nuestros presos son verdaderos héroes, ciudadanos inocentes que han sido privados de toda justicia por el hecho de buscar esa justicia para todo el país. Y pronto llegará el momento en el que no sólo serán libres, sino también reconocidos en su sacrificio y resarcidos por la justicia.
–¿Cómo pueden los venezolanos (y los extranjeros que han asumido esta lucha como suya) ayudar en esta batalla comunicacional? Tú como vocera, ¿qué crees que el ciudadano común puede hacer, qué recomendaciones puedes dar?
Lo primero es informarse a través de fuentes seguras y confiables, periodistas reconocidos y medios de prestigio. No sigan a los desinformadores del régimen; sigan directamente a nuestro liderazgo electo y a esta Vocería Oficial.
Lo segundo es mantener informados a sus seres queridos, porque todos podemos ser víctimas de la desinformación.
Y lo tercero es prepararse cada día para lo que viene, organizándose en las comunidades, en los espacios de la vida cotidiana, para hacer lo que nos toque hacer en los momentos cruciales por venir: los momentos de la libertad. Queremos que todos los venezolanos de bien formen parte de este proceso, de ese momento y de esa liberación que nos permitirá reconstruir juntos a nuestro país.
Además, pedirles que se incorporen a la batalla digital en las redes sociales y que se activen en defensa de la verdad y el combate contra la desinformación en las redes y los medios.