La República Oriental del Uruguay es un Estado unitario democrático y descentralizado, de carácter presidencialista. Según un informe publicado por la revista británica The Economist, Uruguay es considerado el país más plenamente democrático de Sudamérica, ubicado en el puesto 15 sobre un total de 167 naciones, siendo el más democrático de Latinoamérica. Además, es el segundo país de América (por detrás de Canadá y por encima de Estados Unidos) en el índice de percepción de la corrupción elaborado por la organización Transparencia Internacional.
La economía de Uruguay es el resultado de la combinación de los recursos naturales del país con una población altamente alfabetizada, una estructura empresarial diversificada y un Estado fuerte. En 2009, las actividades primarias representaban el 8,6 % del PIB; las industrias manufactureras, el 13,9 %; el comercio, el 14,5 %; la construcción, el 7,3 %; el transporte, el 7,5 %; y otras actividades, el 48,2 % restante. Uruguay ha sido por siglos un país agroexportador, por lo cual la agricultura —arroz, trigo, maíz, girasol, sorgo, cebada, soja y caña de azúcar (Bella Unión)— y la ganadería (vacunos y ovinos) han sido los recursos fundamentales de su economía. Las industrias principales son los frigoríficos, la lechera y sus derivados, la textil, la de papel y cartón, la de fertilizantes, la de alcoholes, la del cemento y la refinación de hidrocarburos. De menor relevancia a nivel histórico, pero en franco desarrollo para la economía, se encuentran los cultivos agrícolas, entre ellos el trigo, el arroz y, muy especialmente, la soja.
Como se ha señalado, la economía uruguaya ha sido, desde sus orígenes, tradicionalmente agrícola y ganadera. Sin embargo, en los últimos años el país ha incursionado en nuevas áreas productivas, consolidándose como líder regional en la producción de tecnologías informáticas, principalmente software. Desde hace una década, Uruguay es líder regional en esta industria, con exportaciones de productos y servicios tecnológicos a 54 países. Uruguay exporta software en una magnitud seis veces mayor que la de Brasil y tres veces mayor que la de Argentina o Chile. La revista de economía Latin Trade ha destacado a Uruguay como el mayor exportador de software en América Latina. De esta forma, el país goza de un elevado posicionamiento como polo tecnológico en la región. Empresas internacionales de software de la talla de Tata Consultancy Services (TCS), líder mundial del sector, han elegido a Uruguay para instalar sus oficinas y lanzar sus operaciones hacia toda Latinoamérica. Estas empresas extranjeras se suman a un relevante número de firmas locales, calificadas con excelentes evaluaciones por consultoras internacionales.
Este progreso en la producción de software tiene su base en la formación profesional: del total de estudiantes universitarios del país, el 20 % se dedica al sector tecnológico. En el sector informático, la desocupación es prácticamente inexistente. De hecho, la demanda de profesionales preparados es constante, dado el crecimiento sostenido de la industria. El desarrollo del país en materia tecnológica no solo involucra a las empresas productoras, sino también a la alta calidad de la infraestructura de telecomunicaciones. Uruguay es uno de los pocos países del mundo cuya red telefónica es completamente digital. En materia de conectividad, encabeza los rankings del continente, siendo el país latinoamericano con mayor acceso a Internet.
Uruguay es referente mundial por sus avanzados planes de alfabetización digital y conectividad educativa, cuyo estandarte es el Plan Ceibal, consistente en la entrega de un ordenador portátil a cada niño en edad escolar. La condición de Uruguay como escenario del desarrollo tecnológico se evidencia en la instalación de importantes zonas de negocios en su territorio.
Efectivamente, Uruguay se encuentra en una senda de crecimiento tecnológico continuo desde 1968, cuando el país sudamericano incorporó carreras de ciencia de la computación, apenas dos años después del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT). El país alcanzó un hito histórico con la creación de dLocal, una plataforma de pagos internacionales que se convirtió en el primer startup tecnológico uruguayo de alcance global, al obtener 150 millones de dólares en financiamiento y alcanzar una valuación de 5.000 millones de dólares. En la actualidad, en Uruguay operan más de mil compañías dedicadas al desarrollo de software, que producen cerca de mil millones de dólares en exportaciones, en su gran mayoría destinadas a Estados Unidos.
La industria de Tecnologías de la Información (TI) en Uruguay es una de las actividades con mayor expansión en los últimos años, y sus exportaciones superan ampliamente el promedio del crecimiento de las exportaciones totales del país. Con una población de 3,4 millones de habitantes, Uruguay es, en términos relativos, el país de América Latina que produce y exporta la mayor cantidad de software y servicios informáticos, según sostiene la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su informe sobre la inserción internacional de la región. Muchos de los productos uruguayos de TI se destacan en el mercado internacional: herramientas para la gestión del conocimiento organizacional y la automatización de la programación; soluciones para banca y finanzas; para diversos mercados verticales (logística, construcción, hotelería, agroindustria, puntos de venta, cine, televisión y otros); soluciones para pymes, e-learning, gobierno electrónico y entretenimiento.
Algunas de las principales empresas de TI del mundo, como la india Tata Consultancy Services (TCS), han elegido a Uruguay para instalar sus oficinas de nearshoring. Varias multinacionales reconocidas, como IBM y Microsoft, cuentan con oficinas locales y emplean a un importante número de profesionales y técnicos uruguayos. Asimismo, muchas firmas locales mantienen alianzas estratégicas con empresas internacionales como Oracle y Adobe, entre otras.
El Estado uruguayo ha definido a las TI como un área prioritaria y realiza de forma constante acciones para impulsar y desarrollar este sector, que genera más de 10.000 puestos de trabajo. En Uruguay, la producción de software está exonerada del impuesto a las ganancias y también del impuesto al valor agregado cuando tiene como destino la exportación. Existen áreas geográficas con tratamientos impositivos especiales, que incluyen parques tecnológicos con exoneración total.
Zonamerica es un parque de negocios y tecnología situado en Uruguay que opera bajo el marco de la Ley de Zonas Francas desde 1990, con carácter de zona de libre comercio. En 2019, unas 10.000 personas trabajaban en 350 empresas distribuidas en 30 edificios de Zonamerica. En ese mismo año, el área construida ascendía a más de 90.000 m², de los cuales el 88 % correspondía a áreas comunes y espacios arrendables. Una encuesta global reveló un nivel de satisfacción del 93 % entre las empresas instaladas en Zonamerica. Especializada en el asesoramiento y la comercialización de software, opera bajo la filosofía de “ofrecer las soluciones más adecuadas a cada necesidad organizacional”. Zonamerica, con su Silicon Plaza, se ha transformado en un punto de referencia tecnológica. Como parte del clúster tecnológico más importante de América Latina, su emplazamiento permite interactuar directamente con partners de soluciones horizontales y verticales, generando sinergias que la vuelven altamente competitiva en la exportación de software.
Uruguay, el país más alfabetizado de América Latina, fue el primero a nivel mundial en incorporarse oficialmente a la iniciativa One Laptop per Child (OLPC). Bajo el nombre de Plan Ceibal, cientos de miles de niños de todos los rincones del país reciben computadoras portátiles y aprenden con ellas desde los seis años de edad. Nicholas Negroponte, científico impulsor de OLPC, elogió a Uruguay por ser la primera nación en tomar acciones concretas en este sentido. El alto nivel y la especialización de los profesionales de TI uruguayos son ampliamente reconocidos y competitivos a nivel internacional, ya que poseen un potencial innovador capaz de encontrar nichos de mercado originales y una versatilidad productiva que les permite responder de manera dinámica, flexible y constante a los requerimientos más variados, brindando soluciones con alto valor agregado.
Anexos sobre Uruguay.
- Índice de calidad institucional: 79,51% en lo político y 67,95% en lo económico.

- Índice de democracia: 8,67/10.

- Índice de libertad económica: 70,9/80.

- Índice de desarrollo humano: 0,83/1.

