En la aldea
24 septiembre 2025

Ocho claves del nuevo modelo petrolero

La transición democrática de Venezuela abre el camino a una estrategia audaz: “Venezuela, Tierra de Gracia”. El petróleo y el gas serán el motor de la reconstrucción, con inversión privada, seguridad jurídica y un esquema fiscal competitivo.

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Juan Fernández | 24 septiembre 2025

En julio de 2024, el pueblo venezolano votó abrumadoramente a favor de lalibertad, la democracia, la prosperidad y un cambio económico con el objetivo de alcanzar un Estado de bienestar aceptable, con condiciones de trabajo dignas y oportunidades de crecimiento, en donde los ciudadanos tengamos acceso a la educación, la salud, la seguridad y el progreso. Como resultado, Edmundo González Urrutia fue elegido presidente bajo el liderazgo de María Corina Machado.

La transición democrática está en marcha: el pueblo venezolano ha dado un mandato claro para revitalizar el país y, en consecuencia, el sector petrolero está llamado a ser el motor principal y de arranque de este deseo colectivo.

La estrategia nacional “Venezuela, Tierra de Gracia” describe un camino audaz y pragmático para maximizar el potencial de toda la cadena de valor del sector del petróleo y el gas. Nos comprometemos a fomentar un entorno legal, transparente y estable para la inversión privada, con garantías y marcos contractuales flexibles para la operación privada y la propiedad de la producción petrolera. Es decir, un camino cuyo alcance incluye la participación privada en la totalidad de las áreas de exploración, producción, refinación y comercialización de los hidrocarburos.

Para llevar a cabo este camino, hemos considerado los siguientes aspectos:

1. Nuestra inmensa base de recursos.
Según la OPEP, Venezuela cuenta con 303 mil millones de barriles de reservas probadas de petróleo. En cuanto al gas natural, de acuerdo con fuentes públicas, ocupamos el octavo lugar a nivel mundial en reservas probadas, con aproximadamente 200,3 billones de pies cúbicos (Tcf). Estas reservas se distribuyen en la geografía nacional tanto costa afuera como en tierra firme. De Este a Oeste hay hidrocarburos y, aun cuando existen opiniones diversas sobre las cifras, no cabe duda de que superan ampliamente a las del continente americano en su conjunto.

2. Posición geográfica privilegiada.
Nuestros “mercados premium naturales”, por su cercanía, son la Costa del Golfo de EE.UU., a donde los cargamentos llegan en apenas 3 días, y el Caribe. Asimismo, tenemos potencial probado para competir con suministros hacia Europa, India y Asia.

3. Capacidad instalada.
Venezuela cuenta con una capacidad de refinación de 1,3 millones de bpd, suficiente para satisfacer la demanda interna de combustible, exportar productos refinados de alta calidad y suministrar insumos para el sector petroquímico. Nuestra capacidad de mejoramiento de crudo extrapesado es de 630.000 bpd. Disponemos de una extensa red de oleoductos, terminales, almacenamiento, gasoductos, sistemas de compresión y plantas de distribución, que podrán ser operados por el sector privado sin participación del Estado. Esto representa un potencial de hasta 4 millones de barriles por día en los próximos años. Sabemos que esto requiere recursos significativos para su rehabilitación y mantenimiento, a fin de poner en servicio las instalaciones en condiciones seguras, confiables, respetando la normativa ambiental y con amplias posibilidades de expansión. Aquí, nuevamente, el sector privado es un aliado clave con sus recursos y capacidades.

4. Un cambio estructural.
Venezuela reclama algo más que planes: exige un cambio estructural, y el mandato popular así lo determinó. La crisis que vivimos demanda soluciones aceleradas, con recursos provenientes de la inversión privada y con una gestión eficaz y pulcra. Por tanto, estableceremos una estructura de gobernanza del sector para asegurar un entorno confiable para la participación privada, comenzando por el rol del Estado. El gobierno actuará como promotor y regulador, y el Ministerio con competencias en Hidrocarburos será el encargado de estas funciones.

Con el fin de dar la mayor celeridad y confiabilidad posible a la inversión nacional y extranjera en el upstream del negocio, se establecerá un ente técnico independiente para impulsar la inversión privada y la gestión eficiente de los recursos del sector. Su misión será promover la exploración y producción de gas y petróleo, sin la obligación actual de participación del Estado, pero con la garantía de eficiencia operativa y la capacidad financiera requerida de los inversionistas, a través de procesos competitivos y transparentes. De igual manera, se establecerán lineamientos y distintas formas contractuales para la participación privada en el downstream, así como para el desarrollo del mercado doméstico y de exportación de gas.

5. Generar confianza.
Es fundamental recuperar el Estado de derecho, lo que deriva en seguridad jurídica. Se garantizará el derecho al arbitraje internacional y se establecerán acuerdos de protección de inversiones con diferentes gobiernos y entes multilaterales. Esto facilitará el acceso a agencias de crédito a la exportación y contribuirá a reducir el riesgo país para el inversionista privado extranjero.

6. Nuevo esquema fiscal y de regalías.
Se introducirá un esquema fiscal flexible y competitivo, diseñado para ser simple, minimizar la discrecionalidad y establecer condiciones contractuales permanentes. Se eliminará la excesiva regresividad del marco actual, especialmente en lo referente al impuesto sombra y a los esquemas de precios exorbitantes. El nuevo marco garantizará que tanto el país como los inversionistas privados compartan los beneficios generados por la actividad.

7. Bienestar y progreso de la población.
Un foco especial estará en el sector gas, donde el sector privado tomará la batuta para hacer del gas una bisagra entre los hidrocarburos y el ciudadano.

8. Normalizar el suministro de combustibles.
Se garantizará de inmediato el suministro de combustibles y de gas doméstico en bombonas para el mercado interno, cumpliendo con la normativa de seguridad, higiene y ambiente.

Conclusión

  • Venezuela, Tierra de Gracia nos lleva a un nuevo ciclo y representa la mejor opción de inversión en el continente, e incluso a nivel global.
  • La inversión privada será el factor clave para lograr un arranque acelerado y sostenible en la recuperación de la industria petrolera y de la economía del país.
  • El plan contempla también al mercado doméstico, aprovechando oportunidades para el empleo y el desarrollo económico, a través del emprendimiento, la creación de trabajo, la gasificación del país, la generación eléctrica con gas y la monetización del sector petroquímico.
  • Las oportunidades de negocio incluyen un portafolio que abarca desde multinacionales hasta medianos y pequeños inversionistas. Hoy hay oportunidades para todos.
  • La ejecución del plan será gradual y progresiva, con mecanismos transparentes, rendición de cuentas y control de gestión.
  • El plan está diseñado para ser ejecutado tan pronto lo requieran las autoridades legítimas que representan a la inmensa mayoría del país.

Este proceso de apertura del sector petrolero representa un reto apasionante. Venezuela será de nuevo una referencia como proveedor seguro, confiable y significativo para el mercado global, y al mismo tiempo se consolidará como el hub energético y tecnológico de las Américas.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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