En la aldea
02 agosto 2025

Under The Silver Lake: Hay un mundo secreto al que no perteneces

Andrew Garfield interpreta en Under The Silver Lake a uno de los detectives más desagradables del cine moderno. Huele mal, acosa mujeres y es violento. Pero eso no impide que descubra la verdad. O al menos, parte de ella.

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Eduardo Escobar Amaya | 01 agosto 2025

Cada cierto tiempo, se estrena una película que no logra mucho éxito en la taquilla. A corto plazo, esto no tiende a ser algo bueno – quizás a los actores se les pague de cualquier forma (la gran mayoría de pagos hacia actores no dependen del éxito de un filme) pero eso al menos tiende a garantizar que el director va a tener alguna clase de problema en lograr su siguiente película. Si su última fue lo que llaman un “flop” en la taquilla, una película que costó demasiado puede costarle al director el presupuesto para su siguiente película, el cual se podría ver aún más limitado. En el peor de los casos, un “flop” taquillero podría evitar que ese director dirija algo por varios años. Sin embargo, en el caso de algunas películas, a lo largo de la historia su taquilla termina importando menos. Se genera lo que llaman un clásico de culto, lo que quiere decir que la película no es increíblemente popular, pero es amada por un grupo de personas muy pequeño pero muy vocal. Tradicionalmente, a la larga estas películas podrían terminar siendo un éxito financiero de cualquier forma, gracias a la venta de DVDs. Hoy en día, el paradigma del cine ha cambiado suficiente, al nivel que eso no es necesariamente cierto. Pero se siguen estrenando películas destinadas a ser clásicos de culto, y una de mis favoritas que encaja en esta categoría es “Under The Silver Lake”, dirigida por David Robert Mitchell, y protagonizada por Andrew Garfield. 

“Under The Silver Lake” es una película del género neo-noir. Esto significa que utiliza la temática del cine noir de los años 1940 y 50, pero adaptados para un entorno contemporáneo. Esto genera una atmósfera espectacular, que fácilmente podría ser mi parte favorita del filme. Andrew Garfield actúa como Sam, un hombre que no tiene mucho propósito en la vida, y deambula de sitio en sitio en la ciudad de Los Ángeles. Sam conoce a una nueva vecina, Sarah (protagonizada por Riley Keough) la cual desaparece de forma misteriosa poco tiempo después de su primer encuentro con ella. Sam embarca en su búsqueda, y poco a poco va desenvolviendo una conspiración que destruye muchas nociones que él daba por sentado acerca de la sociedad en la que vive, y acerca de su propia vida. 

Los Ángeles es representada como una ciudad surreal, en la que gente superficial viven fiestas extrañas en apartamentos de personas que no conocen, en la que un asesino llamado el “Asesino de Perros” acecha las calles de noche, y en la que cómics independientes “underground” circulan leyendas urbanas acerca de demonios locales que acechan a las personas. La labor de Sam es ir descubriendo todos estos elementos, y tratar de establecer conexiones entre ellos. Esto es difícil en gran parte porque aparenta ser un complot bastante confuso, y también porque Sam en sí no es la mejor persona. Jugando con nuestra impresión de Andrew Garfield por sus otros roles, “Under The Silver Lake” desarrolla al personaje de Sama como un hombre bastante detestable. Siempre se encuentra observando a mujeres de forma incómoda, huele mal, tiene momentos intensos de fea violencia, pero a pesar de todo esto, logra ir consiguiendo la información que necesita conseguir. El rol de Sam, al final del día, es aquel del detective noir, que de forma intencional o accidental termina desenvolviendo el misterio. “Under The Silver Lake” en particular me recuerda de una interpretación moderna de “The Long Goodbye” de Robert Altman, en la que el detective principal no es la única buena

persona en una Los Ángeles mala, sino que el detective principal se rebaja a ser igual de malo o incluso peor que las personas con las que interactúa. 

“Under The Silver Lake” fue hecha con un presupuesto bastante modesto de ocho millones de dólares, pero solamente logró obtener dos millones en la taquilla. Sin embargo, la recepción crítica fue generalmente positiva, y en el transcurso de los años ha acarreado una cierta audiencia de culto. Es una película que recomendaría con mucha facilidad – en cuanto a misterios neo-noir modernos, es uno de los mejores ejemplos de lo que se puede lograr en el género.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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