En la aldea
31 julio 2025

Intentaron, pero no pudieron

Edmundo González ganó en 300 de 329 municipios, en 919 parroquias, en 8 de cada 10 centros de votación. Maduro fue derrotado incluso en sus bastiones históricos. ¿Cómo ocurrió?

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Javier Martucci | 29 julio 2025

Pasó un año desde el 28 de Julio. La pregunta sobre que paso ese día, tuvo una gran respuesta que se expresa en las actas, una verdad gigante, tan grande como el tamaño de la victoria que obtuvo Edmundo González ese día. La verdadera pregunta es ¿Cómo pasó eso?, ¿Cuáles fueron las características para que la dictadura sufriera una derrota de tal magnitud?, y algunos detalles quisiera comentárselos.

LA DIMENSIÓN DE LA DERROTA

Empecemos hablando un poco sobre la dimensión de la derrota, para poder establecer el contexto en el cual se vieron obligados a desconocerlo.

Imagen 1. Resultados del 28J por Estado y Brecha Porcentual en cada estado.

Maduro fue derrotado en todos los estados, pero no solamente por la oposición lograr controlar las grandes ciudades, en donde obtuvo más del 70% de los votos de ellas, sino que su nivel de profundidad en la derrota tuvo unos alcances que superan cualquier mal escenario que haya tenido el oficialismo anteriormente.

De los 335 Municipios que existen el país, no se lograron obtener actas de 6 (Municipios con acceso complicado en Amazonas), y de esos 329 municipios con Resultados, Edmundo vence a Maduro en 300 (90% de los municipios del país), incluso hay 15 estados en donde Maduro no logra ganar ningún municipio.

Esto representa algo más que una concentración de votos, el nivel de representación de territorio expresado en la victoria se puede denotar aún más a la hora de verlo a mayor profundidad.

Son 919 parroquias de las (81% del total) en las que resultó ganador Edmundo y si seguimos profundizando a centros de votación, Maduro apenas logra ganar en 2 de cada 10 centros que existen el país y no precisamente en los más grandes. Existen 396 parroquias en donde Maduro no ganó en ningún centro, es decir, en 1 de cada 3 parroquias del país, Maduro no pudo ganar en ningún centro de votación.

Siempre se ha establecido que el PSUV logra el control social en los centros de 1 mesa, generalmente asociados a lugares recónditos, alejados y geográficamente complicados y con las mayores condiciones de vulnerabilidad.

Según el resultado del 28J, en la mayoría de estos Centros ganó Edmundo en una proporción de casi 2 a 1 por cada centro donde ganó Maduro, pero además denotando, que si agrandamos el centro a concentraciones poblacionales más grandes, que ameriten mayor cantidad de mesas por centro, en centros de 2 mesas en adelante Maduro pierde 9 de cada 10 centros.

Mapa

El contenido generado por IA puede ser incorrecto.

El descalabro del resultado se observa no importa el ámbito, la profundidad, el territorio, concentración electoral o estrato que exista. Maduro perdió en todo el país, tanto en pueblos como en ciudades, tanto en municipios como parroquias, tanto en grandes centros como centros apartados. Si existía alguna estrategia segmentada para competir, en ningún segmento logró ganar.

Por poner un ejemplo, el resultado que puede observarse en Chacao o Baruta, tradicionalmente opositores. se ve reflejado en lugares como Morón en Carabobo o Tucupita en Delta Amacuro.

¿QUÉ NECESITABA MADURO PARA GANAR?

Tomando en cuenta que la mayoría de estudios de opinión (al menos los que hacen sus estudios de campo seriamente) mostraban este resultado reflejado en la población. Es bien sabido que en Venezuela el contexto electoral está plagado de manipulaciones políticas que desde hace años han querido imponer en el terreno al oficialismo como la minoría más grande, ante la imposibilidad de ser mayoría.

Por ende, el oficialismo tenía 4 escenarios planteados con los cuales, podría lograr hacer que Maduro, su candidato impopular, resultara ganador en las elecciones, pero el detalle es que estos 4 escenarios necesitaban darse de manera concurrente.

1. BAJA PARTICIPACIÓN

Desde los 14 millones que participaron en el 2015, las cifras siempre habían apenas superado los 10 millones de electores y la participación baja ha sido una característica desde aquellas elecciones hasta el momento, excepto en aquellas como la constituyente y el esequibo, que muestran unos datos inconsistentes y casualmente, en ambas elecciones tampoco se mostró el detalle de resultados.

En un país donde el Registro tiene 21 millones, para un oficialismo incapaz de pasar los 4,5 millones de electores desde el 2018 (cuando la oposición decidió no participar en las presidenciales), es lógico entender que el PSUV necesita que su base se movilice, pero no el resto, por lo cual la baja participación es una condición necesaria para poder asegurar que sus 4 millones de votos, sean la minoría más grande.

¿Cómo hacer esto? Pues empiezas por evitar que la enorme diáspora pueda votar con tan solo impedir la actualización de sus datos. Se calcula que cerca de 4,5 millones de personas que residen en el extranjero aún están inscritos en Venezuela y más de 1 millón de jóvenes que cumplieron 18 y se encuentran en el extranjero no han podido inscribirse. Para estas elecciones el Registro Electoral del extranjero no logró actualizarse a más de 160 mil personas. El CNE evitó que 97 de cada 100 venezolanos en el extranjero pudieran votar en esta elección.

Pero a esto tienes que sumarle los continuos problemas, incluso en las jornadas especiales para actualizar tus datos, para inscribirte si eres nuevo votante y la falta de jornadas de inscripción en años anteriores. Más de 1,5 millones de personas no votaban donde vivían y no se les permitía actualizar sus datos y más de 2 millones de jóvenes no pudieron inscribirse.

Pero incluso con estos obstáculos se les pone cuesta arriba ganar con 4 millones una elección donde podrían votar 15 millones, y es por eso por lo que continuamente durante la campaña se fomentó la desinformación, mover centros electorales (incluso algunos movidos el propio viernes 26J) o los problemas en el RE en donde varias personas eran movidas inconsultamente y donde el CNE ofrecía como ventana de información dos buscadores, uno actualizado y otro no, para mostrar en donde te correspondía votar.

Si a esto le sumas la continua campaña de desincentivar el voto, desinformar a la población y establecer que Maduro ganaría y que no reconocería otro resultado, todos estos discursos nunca tuvieron más fuerzas que la campaña épica de la unidad de saberse mayoría y organizar a la población.

El primer escenario necesario de Maduro para ganar, no ocurrió. La población, los que podían hacerlo, masivamente participó ese día.

2. DISPERSIÓN DEL VOTO OPOSITOR

Una característica que se evidenció desde hace varios procesos, fue creciendo y cobrando forma cada vez más institucionalizada, es la creación de una falsa oposición que directa o indirectamente, algunos por coacción y otros por oportunismo, tiene que obedecer a los intereses del régimen.

Podemos decir que desde el momento de robarse una tarjeta que diga MIN-UNIDAD para confundir al elector opositor, o el mismo caso de tener una opción en el tarjetón en 2013 donde aparecía la cara del candidato opositor y estos votos no sumaban, se fue gestando la necesidad que, ante la imposibilidad del PSUV de subir sus números, buscaran dispersar los de la oposición.

Para el 2021 es evidente como la distribución de votos mostraba que el PSUV buscó imponerse dispersando en todo el país el voto de la Unidad.

Ya estamos en el extremo de que a estos actores se les otorgó partidos tradicionales, símbolos de organizaciones y tarjetas electorales de fuerzas opositoras, todo por la vía judicial, secuestrando así esas opciones y buscando confundir al elector opositor. Pongámoslo de esta forma, Maduro aparecía en 13 tarjetas, Edmundo González en 3 y existían 21 organizaciones diferentes, de las cuales al menos 6 son tarjetas judicializadas y secuestradas, que apoyaban a una opción distinta a Nicolás Maduro y Edmundo González.

El objetivo era sencillo, si no pueden votar por mí, que no lo hagan por mi principal opositor. Este escenario fue el que menos concurrió, todos estos candidatos apenas representaron el 2% de los votos emitidos. Ante el poco resultado que estos actores obtuvieron, su rol político se profundizó, por eso vemos a muchos de estos respaldando el no resultado dado por el CNE, siendo actores ante el TSJ para respaldar el proceso viciado y en muchos casos siendo foco comunicacional de ataques a las actas o incluso de peticiones de persecución y represión contra actores de la oposición.

Strike dos para Maduro, la estrategia fue revertida por una conducción política de Unidad que eligió su liderazgo en una primaria y de manera legítima logró organizar la campaña de manera exitosa y sumar a la mayoría del país.

3. MOVILIZACIÓN DE SU BASE

Todos los escenarios anteriores debían darse, pero solo funcionaban si Maduro lograba aglutinar su base estructural y sus votos duros, para que su barra estuviera lo suficientemente alta como para poder imponerse si lograba minimizar los votos del contrario.

Este escenario requería tomar serios correctivos de la elección de 2021 en donde en apenas 3 años desde 2018, el PSUV había perdido 1 de cada 3 electores que votaban por ellos. Para esta elección, las más dura, la más determinante, necesitaban más que nunca a su base fortalecida y blindada.

Al principio del artículo establecimos que el PSUV poseía una base estructural de votos que no había superado los 4,5 millones de votos desde 2018, pero que también se mantenía alrededor de 4 millones.

La estructura del PSUV funciona de la siguiente manera:

El 2do nivel es la base estructural que permite movilizar al primer nivel y de allí para arriba tiene elementos territoriales que permiten organizar esa captación y movilización de miembros. El PSUV realizó un proceso interno que permitía elegir a sus jefes de Calle, la Estructura territorial de base, a través de asambleas comunitarias.

Según los resultados reportados por el propio partido, fueron 266.927 jefes de Calle seleccionados (De 269.730 que se elegirían), los cuales escogerían a sus jefes de Comunidad y luego a sus jefes de UBCH. Aunque siempre han sido estructuras orientadas a lo electoral, su base de operación y centro de acción política ha sido el territorio y la geografía, usando el Centro de Votación como referencia y la movilización como elemento de aporte electoral. 

En pocas palabras, siempre se ha caracterizado por realizar la acción política en donde vives y llevarte a donde votas.

Esto sumado a estructuras de control social, las cuales usan la administración de servicios y ayudas del estado como el gas comunal, el CLAP, los bonos de la patria y los cargos públicos como mecanismo de control.

Donde vives el PSUV desarrolla una estructura que ejerce control con los elementos que puede, para poder presionar a la población a que vote por el oficialismo o será excluido de programas del estado.

En casos extremos llegando a poder observar el voto de las personas a través del carrusel o el voto asistido, que no es más que la forma de usar la papeleta marcada previamente, para que la persona la introduzca, y tenga que entregarte la emitida por la máquina para que el punto rojo pueda revisar por quien votó. Esto tiene mayor efecto en lugares con alta vulnerabilidad.

El PSUV busca ejercer control sobre los electores. Desde que perdió la mayoría del país, estos han buscado mantener una base estructural sólida, que permita movilizar sus electores duros y establecer que, si votan poco y se dispersa el voto, el PSUV tenga suficiente para ganar.

La cuenta estructural daba de la siguiente manera: Existen 330.280 personas que son los líderes de base del PSUV, estos líderes funcionaron bajo la estructura del 1 x 10, con el cual en cada ámbito territorial estas estructuras debían organizar y conseguir fidelizar (muchas veces ejerciendo presión y control social) a 10 personas.

Solamente con esto podían obtener de estos líderes 3,3 millones de votos asegurados en tierra.

Maduro anunció una estrategia de ampliación y expansión de su maquinaria a cargo de Diosdado Cabello. El 1x10x7 que no era más que la incorporación de una exigencia adicional: cada organizador debe incorporar en su lista de 10 a un nuevo votante, es decir, a un joven, y a una persona que nunca haya votado por el chavismo.

Esta lógica respondía primero a la no efectividad del 1×10, la cual era evidente en actos de campaña, en movilizaciones, en el activismo en la calle y en el despliegue en general de la estructura la cual no tuvo la presencia que esperaban en una elección tan determinante, y segundo respondía al hecho de pedirle más a la base, porque no estaba funcionando la captación de votantes no alineados los cuales tanto en encuestas como en las estructuras organizativas, se evidenciaba que no querían apoyar a Nicolás Maduro.

Muchos activistas de base del PSUV tenían uniformes y nadie a quién repartirlos, no captaban personas, no lograban marcar los carros, entregar las calcomanías o incluso entregar los volantes. La base movilizada era necesaria como estructura para conseguir los votos, pero esa base, con años de amedrentamiento sobre los demás en sus comunidades, desconectadas y sin fidelizar al electorado, no logró el objetivo de captar a la población.

Diosdado al presentar el 1x10x7 dijo “organizar una parrilla solo entre amigos es una mantequilla” buscando que las estructuras ampliaran sus electores captados, ya que simplemente la estructura solamente armó su 1×10 con sus entornos y no es casualidad que el resultado de manera represente solo esa base estructural, conectada con o formando parte del poder.

3,3 millones son los votos que obtuvo Maduro. 3,3 millones representaba que la estructura del PSUV votara sin lograr obtener mayor captación de electores. Hicieron su campaña para sí mismos y no lograron captar a nadie.

Captar al elector para el PSUV se volvió obligatorio. No funciona si hay testigos que no permiten que el elector sea presionado a ser asistido a la hora de votar. La oposición logró desplegar un gran cuerpo electoral que le permitió a estas personas, generalmente presionadas por el PSUV, votar libremente por Edmundo.

A esta acción se le suma un error estratégico del PSUV. Así como lo analizamos aquí, su estructura de base tiene un ámbito de control territorial, y el Centro de votación es la referencia sobre la cual la estructura debe, en ese territorio, captar al elector, hacerlo parte de su movilización (muchas veces por presión social) y luego trasladarlo a que vote. Pero fue el 20 de junio en la Gaceta Electoral que el CNE creó una condición que nunca había existido en procesos electorales, en donde los testigos de mesa debían ser electores del Centro de Votación. Este cambio fue más pensado en reducir las capacidades de la oposición (la cual creían se vería afectada por la medida) que pensando en su situación interna.

Resulta que precisamente el control territorial era el fuerte del PSUV, el control del elector desde donde vive hasta donde vota, incluso fue reforzada con la inclusión de más de 1500 centros de votación en misiones vivienda o bases de misiones, sumando cerca de 450 mil electores en lugares donde existe el mayor control social, debido a la simple vulnerabilidad de poder despacharte de donde vives si no votas por ellos (La Misión vivienda asigna vivienda y no otorga titularidad a los beneficiarios).

Con esta medida Tus jefes de comunidad, de UBCH, y de Calle, que no siempre votan donde viven (porque hay un grueso de la población con esta característica), ahora debían ejercer el control en el centro donde estaban inscritos, posiblemente con un equipo electoral diferente al de su comunidad, o incluso en una comunidad diferente.

El PSUV evidencio que el control social en esta elección no pudo ejercerse, en el momento en el que mejor organizada estaba la oposición y en la elección más determinante.

El impacto resultó a tal nivel, que muestra un poco la dimensión de la derrota de Maduro explicada al principio. No solo la oposición arrasó en sus corredores, es que Maduro perdió en sus lugares tradicionalmente controlados: De la Parroquia 23 de Enero, donde se caracteriza el control de colectivos, Maduro ganó solo 2 Centros de Votación y Edmundo 33, en Sabaneta de Barinas, icónica para el oficialismo por ser donde nació Chávez, Edmundo ganó en 26 Centros y Maduro apenas en 12, Centros penitenciarios como el INSTITUTO NACIONAL DE ORIENTACIÓN FEMENINA (INOF) en Guaicaipuro también ganó Edmundo.

Si antes el PSUV había subestimado a la oposición al pensar que la primaria sería un fracaso, también se sobreestimaron en su capacidad con el Referéndum del Esequibo. El PSUV prefirió desarticular su funcionamiento de años, por aplicar una medida que buscaba que la oposición viera afectado su cuerpo electoral, sin medir cuánto podría afectarle a ellos mismos.

4. QUE LA OPOSICIÓN FALLE EN LA DEFENSA DEL VOTO

Finalmente, el último escenario necesario, el cual debía también cumplir la función de rebanar parte de los votos que podía obtener la oposición, se basaba en que la defensa del voto fallara.

El PSUV apostó, y necesitaba, que la oposición no fuera capaz de articular un cuerpo electoral que pudiera defender el voto y garantizar el resultado obtenido.

Estos esfuerzos no solo eran una apuesta, el CNE pasó a ser un elemento clave en obstaculizar que esto fuera posible, no solo desde la decisión de que cada testigo sea elector de cada centro de votación, sino además en los diferentes hechos que ocurrieron para buscar impedir que la RED 600K fuera efectiva.

Podemos enumerar que el CNE primero obstaculizó los accesos a la plataforma SAT de acreditación de testigos, luego impidió a través del Sistema que la Unidad, que ya había postulada la mayoría de los testigos para Junio, pudiera aprobarlos y generar las acreditaciones, luego estipuló sin un comunicado oficial que los miembros de mesa sorteados no podían ser parte de los testigos (Algo que no está contemplado en la ley), que los miembros de mesa no pudieran acceder a su credencial, adicionalmente no permitía la emisión de credenciales de testigos ni de manera masiva, ni de manera individual y adicionalmente aunque el cronograma establecía que el sistema SAT debía estar abierto hasta el Sábado 27 de Julio, a partir del Viernes 26 de Julio (luego de la instalación) fue imposible acceder a él.

De igual forma también en el proceso establecieron que la emisión de credenciales sería solo por candidato, cuando estas deben ser entregadas por Organización política, ya esta última como evidencia de que en los últimos días el oficialismo apostó sus estrategias y energías al fracaso de la oposición, sacrificando inclusive su propia capacidad.

Por poner un ejemplo, el Comando Con Venezuela tenía posibilidad de generar 3 credenciales por cada organización que respaldaba a Edmundo Gonzales, para un total de 9, mientras que El Polo Patriótico tenía 13 organizaciones que respaldaban a Nicolás Maduro. Maduro prefirió prescindir de posibles 36 credenciales de testigos, con tal y la oposición no lograra tener 6 más.

El PSUV podía apostar que su fuerza estructural en tierra, acompañada del componente de presión que ejercen los Coordinadores y personal del CNE en los Centros junto con el Plan República, podía llevar a que en lugares donde se carezca de testigo o no haya presión ciudadana que lo evite, la máquina de votación se proceda a pasarla a voto Manual, no se transmitan los resultados y se genere un acta manual la cuál diría cualquier resultado que quieran, tal como lo que se intentó hacer en Barinas en 2021.

El problema de esta operación es la dimensión necesaria para que surta efecto. Sabiendo que debes voltear millones de votos, ¿En cuantos centros pretendes que puedes aplicar esta operación para alcanzar esa cantidad?, y adicionalmente, ¿en cuántos podrías hacerlo sabiendo que la oposición logró tener bien cubiertos los centros de votación, con testigos, miembros de la RED600K haciendo presión ciudadana y adicionalmente comanditos apoyándolos?

La realidad fue obvia esa noche. No se pudo implementar esto, aunque se intentó. Las denuncias de testigos a quienes no querían reconocerle sus acreditaciones del CNE, de lugares donde se les negaba a entregarles el acta de escrutinio al cerrar la mesa y otras incidencias se evidencian en redes. Estos hechos ocurrieron en muchísimos lados, pero existió una defensa del voto impecable que no solo estaba lista para defender el resultado, tenía un plan estructurado para demostrarlo y contó con el apoyo de muchísimos miembros del Plan República, personal del CNE y testigos del PSUV que no se prestaron para realizar esta operación. 

Su propia gente no les respondió y en donde sí lo hicieron, no pudieron porque la oposición no se los permitió. El último necesario para poder lograr que Maduro tuviera los votos necesarios, tampoco ocurrió, y en este caso, fue la mayor subestimación que tuvo el oficialismo.

¿QUÉ LE OCURRIÓ AL OFICIALISMO ESE DÍA?

Todo el recorrido que tuvo la elección, comenzando con la escogencia del candidato, el cual tuvo que pasar por una 3era opción para que el CNE permitiera que se inscribiese debido a las arbitrarias inhabilitaciones que se usaron como arma política, fue una muestra de cómo el oficialismo sabía que una elección limpia y libre, no la ganarían jamás.

Enumeramos parte de lo planteado aquí que incluye dificultades en el registro, poca claridad en la infraestructura de centros de votación e incluso cambios arbitrarios, inclusión de elementos inéditos e ilegales para intentar frenar las capacidades de la oposición, se les debe sumar las detenciones, represión y persecución que sufrió la oposición durante toda la campaña (Se dictó orden de captura para los directivos del Comando Con Vzla y muchos otros fueron detenidos y encarcelados).

Nadie puede decir que el oficialismo no lo intentó, a su forma, desde la ilegalidad y la arbitrariedad, intentaron realmente “ganar” la elección, pero existía una verdad demasiado grande.

Escala de tiempo

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Venían de una serie de errores recurrentes que se matizaban con su incapacidad de tomar acciones diferentes, saboteándose a sí mismo con la única pretensión que afectara más al Comando Con Venezuela que a ellos mismos.

Lo que evidenció ese día el oficialismo fue el colapso de su propia estructura electoral, de un sistema que, manejado y operado por ellos mismos, terminara jugándoles en contra y de la incapacidad de imponer acciones que evitaran lo que desde el principio se entendió como el llamado “Hasta el final”. La oposición entendía que si en estos 4 escenarios, hacía su trabajo para que no se le dieran a Maduro, ganarían la elección, y de manera amplia, pero también entendían que esta elección no solo se podía ganar, había que probar que se ganó y se preparó para ello y lo logró.

Son difíciles de ocultar 4 millones de votos de ventaja, es difícil ocultar una magnitud de esta forma, cuando tus testigos poseen actas que son idénticas a las actas cargadas en la página resultadosconvzla.com, es difícil poder explicar a cualquier dirigente o estructura del PSUV que no se ganó, sino que se falseó el resultado, que intentaron controlar a la población y no lo lograron. Para el PSUV es difícil explicar cómo ahora se hace acción política cuando sabes que el país respondió en rechazo. Es difícil para cada vocero oficialista que sabe la verdad, porque la verdad es muy evidente, que intentaron, por meses y sistemáticamente, robarse la elección, pero no pudieron.

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