Lo llaman la prostitución 2.0, la creación y venta de contenido por redes sociales y plataformas para adultos es una realidad en Venezuela y que pone sobre el tablero una afirmación ya bastante conocida. La crisis profunda del país.
Ella parte de los conflictos políticos que terminan por socavar la economía y surgen decisiones desesperadas que cuestionan los valores morales, pero que al final responden a una necesidad de dinero para resolver el llamado quince y último.
Es precisamente esa necesidad de dinero, la que moviliza a muchas personas, hombres y mujeres a dar el paso y mostrar sus cuerpo con claras connotaciones sexuales.
Por eso en 2023 la ONG española, Federación de Mujeres Jóvenes publicó un informe titulado: “Onlyfans: un espacio blanqueado del negocio del sexo”.
El documento plantea la idea de que la venta de contenido sexual en redes sociales, es una de las nuevas formas de prostitucion. Además, explica que hay una idea generalizada de que vender contenido sexual en plataformas como: OnlyFans, Just4fans, Fansly o Cam4, es un trabajo más. Desde la óptica de los expertos que participan en el estudio esto es totalmente falso. Incluso, ratifican la idea de que son plataformas que se aprovechan de las malas rachas económicas, para incitar a las personas a prostituirse de manera digital.
No es de extrañarse entonces que en un ranking hecho por la Federación, cuatro países latinoamericanos quedaran dentro de los puestos de mayor cantidad de creadores.
México en tercer lugar (4,35%), en la octava posición Colombia (2,06%), en el noveno puesto Chile (1,79%), el décimo lugar Argentina (1,76%) y en el undécimo puesto, Brasil (1,71%). Venezuela no aparece en el top, lo cual refleja cómo a pesar de la crisis nacional, este tipo de negocio no florece.
Son muchos los aspectos a tomar en cuenta. Y es que trabajar en estas redes requiere de un servicio estable de internet, un buen teléfono celular, un sitio para grabar y en buena parte de las ocasiones, un cuerpo trabajado para estimular al público. Todo esto se logra con un ingreso estable que muchas veces los creadores no tienen.
Pero, la ausencia de Venezuela en el ranking de este tipo de actividades, también se sustenta en que el país está aún en pañales en temas de sexualidad. Mientras en otras naciones hablan con más libertad de sexo y prostitución, incluso con discusiones en congresos, Venezuela es mucho más conservadora, lo que de cierta forma ha fungido como escudo.
Sin embargo, la pobreza es materia prima para estos trabajos que se nutren de la falta de empleos formales, bajos salarios y alta inflación generalizada en países latinoamericanos.
Solo en México, la pobreza afecta al 43% de la población. Además, se debe añadir que en un estudio de HumVenezuela fechado en agosto de 2023, se afirma que 69% de la población venezolana vivía en una pobreza multidimensional. Al mismo tiempo, indica que el 94,4% de los venezolanos no cuenta con ingresos suficientes para adquirir los bienes y servicios de la canasta básica, situándolos por debajo del umbral de pobreza, algo que se concatena con el informe de Naciones Unidas, emitido en diciembre de 2024 que señala al 53% de la población venezolana, como parte de la pobreza extrema y otro 82% , en pobreza general.
Los testimonios
Si bien el estudio anteriormente expuesto se enfoca netamente en mujeres, Ricardo Villas es uno de esos hombres que crea contenido para adultos en las redes. Muchas personas se lo sugirieron. Sus rasgos de hombre blanco, de ojos claros y barba, le parecieron a muchos conocidos características físicas ideales para aventurarse en este mundo.
La decisión la tomó luego de ir al psicólogo. “Tienes que ser consciente de que esto va a traer muchas consecuencias, buenas y malas”, le dijo su especialista quien además es sexóloga. La decisión no fue fácil, pero lo hizo.
Otro testimonio lo da Ricardo quien explica que su contexto económico se había vuelto problemático puesto que su capacidad para pagar las cuentas era cada vez más compleja. Vive en Barinas, trabaja en el mundo del marketing y sus trabajos tardaban en pagarle y a veces no era suficiente. Si no, dependía de trabajos puntuales como freelance que también pagaban menos de lo aspirado.
“Cuando pasas dos semanas viendo cómo se vacía tu nevera y empiezas a inventar comidas que antes no hubieses pensado, sabes que las cosas no están bien. La paranoia que siento de que mi carro se dañe y no tener cómo pagar es real. Nadie se proyecta vendiendo su intimidad al mundo, pero en todos lados ves que la gente lo hace y le va bien y piensas ¿Y si lo hago?”.
Es así como Ricardo lleva siete meses en las plataformas digitales. El primer mes obtuvo $400. “Es el dinero más fácil que he obtenido en mi vida, explica y argumenta que “te das cuenta que tu cuerpo, con sus rollitos y sus imperfecciones es del gusto de muchos. Me he sentido más seguro de mi cuerpo con este trabajo”.
Cuando se le pregunta a Ricardo si considera que se prostituye, responde con una risa nerviosa que no, incluso afirma que el no cobra por tener sexo con nadie, aunque se lo han propuesto; dice que le da miedo y que hay una línea delgada entre crear contenido y prostituirse. “Creo que aún no ha llegado el momento en el que me sienta tan en crisis, como para aceptar dinero por tener sexo, pero a veces he barajado un precio si llegase a pasar, pero tiene que ser alguien que me guste, quiero sentir que tengo el control y no esa persona de mí”, puntualiza.
Otro estudio de la Federación de Mujeres Jóvenes de España, se afinca justo en esta idea, plataformas como OnlyFans hacen un blanqueo de la prostitucion y la estilizan, por lo que las terminologías cambian y ser creador de contenido, es visto como algo con más prestigio. Es precisamente esa idea de independencia lo que hace que muchos consideren esta labor muy distanciada de la prostitución tradicional.
“Se da paso a nuevos modelos donde las clásicas características de la pornografía y la prostitución aparentemente desaparecen. En el caso de la pornografía, la productora, los actores y el set de rodaje parecen estar ausentes y es la mujer la que normalmente aporta la cámara de su celular, de su computadora, la que pone la habitación, el vestuario y la idea. La joven también aporta el producto, con la característica esencial y distintiva de que la protagonista es ella”, detalla el documento.
Si bien la investigación reafirma que la pobreza es una de las razones principales para incursionar en estos oficios hay otras realidades detrás que se sustentan en ese mismo blanqueo. Y es que hay un sector de la sociedad que ha normalizado este tipo de acciones.
Solo en Venezuela destacan los casos de Miss Aragua 2013, Stephanie De Zorzy, el actor, Fernando Carrillo y el ex salserín René Velazco. Ni hablar de las raperas internacionales Cardie B e Iggy Azalea y la actriz de Hollywood Bella Thorne.
Estas personas cumplen la función social de legitimar y justificar la aparición de cada vez más creadores de contenido de este tipo, es lo que el estudio llama “la sociedad de la pornificación”, que normaliza la comercialización del sexo.
Los protagonistas refieren que en este contexto, tener un cuerpo trabajado y operado es mejor que invertir en educación, porque genera de forma rápida mejores dividendos, para lograr lo que llaman “capital erótico”, otra forma de romantizar el negocio del sexo, que además abunda en apps como: Instagram, TikTok, etc.
Ricardo Villas incluso, asegura que se sintió más convencido luego de ver una entrevista en Youtube del influencer Oskar Alejandro a varios creadores de contenido. “Decían que en un mes podían ganarse como mínimo $25.000. En un país como Venezuela con eso en seis meses me compro un apartamento en Caracas y puedo viajar y sigo teniendo el control. Ellos no se prostituyen, tienen control de su vida y sus cuerpos”, según su percepción.
Esa “realidad” alterada se debe a que la llamada prostitución 2.0, elimina el trabajo de calle por el en línea, reemplaza el servicio sexual presencial, pero cumple los requerimientos del cliente al hacer fotos y videos por encargo.
Esta actualización del oficio más antiguo del mundo no cambia su terminología porque es una transacción monetaria a cambio de un servicio sexual.
El estudio del gremio español amplia esta percepción no solo a los creadores si no a personas comunes, quienes no consideran el trabajo de OnlyFans como prostitución. Pero hay una línea delgada entre el mundo 2.0 y el tradicional. A través de los mensajes directos, mujeres dedicadas a esta actividad establecen citas presenciales, argumentando que se gana más dinero que con una videollamada o vendiendo fotos y vídeos.
Por su parte Ricardo, en una oportunidad cobró $10 por una llamada sexual. “Hice lo que me pidió, cobré antes y todo duró 10 minutos, terminé de hacer lo mío y salí de mi cuarto a almorzar, me sentí raro, pero exitoso, sin embargo sabía que había dado un nuevo paso”.
Esta falsa sensación de dinero fácil y empoderamiento oculta una realidad y es que al final se cumplen los deseos de un cliente al otro lado de la pantalla y que todo va a depender del límite que el creador ponga. “Me han llegado a pedir cosas bizarras y he pensado incluso cuál sería la tarifa que cobraría por hacer ese contenido. Ves todo muy fácil y hay ambición de por medio. Uno piensa que con $20 por tal contenido puedes pagar el servicio de Tv, comprar verduras o varios kilos de carne y no te cansas, muchas veces tienes el contenido en el celular desde hace un año y solo vas y lo envías y tienes el dinero en tu cuenta. Es un vicio”, confiesa.
“Me molesta que Venezuela tenga tantas restricciones económicas y comunicacionales, mucha gente no sabe que es un VPN y te hablo de clientes por lo que no usan X”, afirma.
Le gustaría poder unirse a la modalidad de creadores en X para aumentar sus posibilidades en la app. De acuerdo con la plataforma, esta función tiene como intención que quienes crean contenido (de cualquier índole), puedan recibir dinero de sus seguidores mediante la exclusividad.
También existe la posibilidad de ejercer la actividad en lo que llaman redes cruzadas. “Yo no lo hago porque temo que en Instagram y Tik Tok pueda llegar a gente que tiene un concepto de mí como estudiante o trabajador y eso me aterra, en X siento que voy mpa un público muy claro, aun así, sé que mucha gente ya sabe lo que hago”, expresa Ricardo atemorizado.
Ante esta realidad, es necesario usar otras plataformas para vender los contenidos como OnlyFans. Cuando se trata de ésta, los conflictos aumentan, porque el problema principal son las limitadas opciones para recibir el dinero, que se obtiene de los suscriptores. Debido a que la banca venezolana no puede recibir divisas extranjeras con normalidad, es imposible asociar cuentas locales a la plataforma OnlyFans, por lo que hay que buscar otras opciones.
En países con condiciones estables, la red social envía el pago de todas las suscripciones hechas durante un mes a la tasa cambiaria de la nación en cuestión. Del total de suscripciones, OnlyFans se queda con 20% de cada nuevo afiliado; es decir, si la membresía es de $10, el usuario recibe $8.
El caso de Cintia…
Cintia Lazo es una joven venezolana que intentó por un tiempo vender contenido sexual, al ser una persona con sobrepeso o “curvy” como le dicen en este “mundo”. Pensó que sería una buena idea para obtener dinero extra, además de servirle para sentirse más sexy. “Empecé con mucha timidez, pero me impresionó que hice de forma muy fácil $40. En ese momento, vivía en Chile y me parecía mucho más rentable. Al regresar a Venezuela todo se complicó. Vendía por Instagram y cobraba por un paquete de fotos. Recibía pesos chilenos y bolívares”, explicó Cintia quien poco a poco dejó de invertir en “este mundo”, ante las complicaciones, no solo económicas sino sociales.
“No es solo ir y mostrar las partes íntimas, es invertir en ropa, en el espacio en el que te haces los videos. Hay que ver esto como un trabajo y no todos tienen esa disposición. Yo vivo con mis padres y me daba pánico que me descubrieran. Así que esto es algo ocasional”-confiesa explicando que debía colaborar económicamente en su casa por la crisis económica.
La gran diferencia entre el contenido de Ricardo Villas y Cintia es que él crea contenido sexual solo y acompañado, mientras que Cintia vende contenido netamente individual. Trabajar con otros presenta un nuevo problema, menos ingreso porque hay que repartir la ganancia.
Esto ya lo explicó el informe “OnlyFans: un espacio blanqueado del negocio del sexo”. Precisa que en el mundo, el 97,38% de los creadores de contenido son mujeres, el resto son hombres. Pero la cosa cambia cuando se trata de los visitantes, porque 23,93% son mujeres y 76,07% son hombres.
También se utilizan espacios como Telegram, se hace por medio de los canales free o gratuitos, donde otros creadores coordinan para difundir anuncios con fotos y videos promocionales de compañeros, para que todos puedan conseguir suscripciones y dinero. Sin embargo, buena parte de los que entran al canal gratuito no migran al pago. “Hay días en que me llegan 60 solicitudes al canal VIP, la mayoría de venezolanos; de esos, con mucha suerte se suscriben dos”, dice Ricardo Villas.
El sueño de buena parte de los creadores venezolanos es que sus clientes sean de los Estados Unidos, o de Europa y que con suerte puedan pagar por Paypal, Zelle, Binance, Ñequi, entre otros. Muchos están acostumbrados al pago con tarjeta de crédito, así ganarían más y podrán hacer mejor frente a la crisis y al hambre.
Villas ha perdido clientes de Guatemala, Argentina, México y Colombia por no tener vías de pago más universales. La desconfianza influye en muchos clientes de países desarrollados quienes prefieren gastar dinero en personas con cuentas en OnlyFans, lo cual les da mayor confianza y seguridad.
Otra aspecto importante y que abunda, son las agencias que buscan talentos para explotarlos. El informe también habla de ellos y los plantea como la nueva versión de proxenetas. A veces operan en Colombia como el caso de Ricardo a quien lo contactaron en dos oportunidades.
Me dijeron: “tengo un chamo como tú de Valencia, estudia medicina. Estaríamos tres meses allá, cumples tu horario y te pagamos por minuto de video”, dice que le propusieron. La segunda vez, lo contactaron con la misma intención, cuando Villas investigó por Instagram, la presunta agencia había sido creada el día anterior, era peligroso…
Así como estas hay otras agencias que se encargan de manejar las cuentas de estos creadores de contenido, principalmente de modelos que ya han alcanzado mucha fama. Valeria Ocando trabajó durante 2023 en una agencia de estas. Manejaba 12 cuentas principalmente de mujeres. Cabe destacar que una de las cuentas masculinas era la del influencer, Mark Longo quien saltó a la fama por su mascota, Peanut, una ardilla que fue sacrificada por las autoridades sanitarias en Estados Unidos, por presuntamente no cumplir con la ley.
A Ricardo y a Cintia les toca estar pendiente de sus teléfonos a cada minuto y dedicarle todas las horas necesarias, para difundir, atender posibles suscriptores y grabar que según dicen es otro conflicto en un país en donde muy pocos viven independientes, esto lo hace más complejo. “Es difícil vivir solo, no hay la solidez económica para tener tu apartamento, entonces toca vivir con tus padres y aprovechar la casa sola, si no, en el monte. Ese es otro desgaste, la idea de un motel o un AirBnb, no es rentable. Si no gano suficiente cómo pago un motel de más de $25 y un AirBnb de más de $40, es de locos, pero hay que sobrevivir”-finalizan diciendo.
Cintia logró salir de este “mundo” con facilidad porque realmente nunca se internó, además consiguió un trabajo estable que le permite cubrir sus necesidades básicas, pero Villas sabe que debe sumergirse más, para ganar más y poder sobrevivir en un caótico país como este.