En la aldea
11 diciembre 2024

Ilustración elaborada por Luis Pacheco en Midjourney

Putin y Biden, «el juego de la gallina»

Los precios del petróleo se dispararon después de que Joe Biden autorizara a Ucrania a atacar objetivos rusos con misiles estadounidenses. ¿Qué podría pasar cuando Trump asuma el poder en 2025?

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El “juego de la gallina” es un juego de dos participantes, donde cada uno tiene dos alternativas: “seguir jugando” o “alejarse”. Si ambos jugadores persisten, los dos pierden. Si uno opta por retirarse y el otro persiste, el que se retira obtiene beneficios y el otro sufre pérdidas. Si ambos optan por retirarse, no existe un vencedor. El filósofo inglés, Lord Bertrand Russell, equiparó la carrera armamentista y la escalada nuclear del siglo XX con el juego de gallina. 

La exagerada reacción de Vladímir Putin a la decisión de la Administración Biden de autorizar la utilización de misiles supersónicos contra objetivos militares en territorio ruso, advirtiendo de su disposición a usar armas nucleares de ser necesario, ciertamente califica como un “juego de la gallina”. Esta escalada retórica y material propició el retorno del riesgo geopolítico a los mercados y ha hecho subir los precios del petróleo, recuperando las pérdidas acumuladas en noviembre. Esta escalada en la confrontación ha sido noticia de primera página, pero existen otros elementos que el mercado irá tomando en cuenta, tales como los inventarios y otros elementos de los fundamentos. Tampoco hay que olvidar el impacto de los resultados de las deliberaciones de la OPEP+, el próximo fin de semana. Las especulaciones sobre el “efecto Trump” continuarán hasta enero 2025, cuando se convierta en el presidente número 47 de EE. UU. 

En Venezuela, se empiezan a experimentar las graves consecuencias petroleras y económicas del accidente catastrófico en las instalaciones de Muscar, centro operativo de PDVSA en el oriente del país.

Geopolítica

Las tensiones geopolíticas en la guerra entre Rusia y Ucrania volvieron a estar en el centro de atención, opacando la también delicada situación en el Medio Oriente.

La administración Biden, en una decisión que es difícil saber si fue de última hora o ya venía meditándola,  decidió mostrar que todavía estaba en control de la política exterior y mostrar una fortaleza que ha estado ausente durante la mayor parte de sus cuatro años. En efecto, el 17 de noviembre, EE. UU. dio luz verde al gobierno de Ucrania para que atacaran blancos en territorio ruso utilizando sistemas de misiles tácticos de origen norteamericano (ATACMS, por sus siglas en inglés). 

En términos sencillos, esto significa que Ucrania tiene ahora la capacidad de alcanzar blancos en territorio ruso a mayor distancia de lo que podía hasta ahora. Estos misiles son difíciles de interceptar y son extremadamente precisos. No está claro si esta decisión fue consultada con la administración entrante, pero en todo caso, es poco probable que afecte cualquier plan de paz que proponga el presidente electo Donald Trump, quien aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el conflicto, que ya lleva mil días en curso.

En cualquier caso, la decisión ha servido para que Rusia haga mucho ruido e inclusive esgrimiera una nueva doctrina para la utilización de su armamento nuclear. Un portavoz de la cancillería rusa indicó que Moscú consideraría un ataque con un misil ATACMS en su territorio como una agresión proveniente de EE. UU. y no de Ucrania y acusa a Biden de “echar leña al fuego y seguir avivando la tensión”.

Adicionalmente, EE. UU. impuso sanciones a decenas de bancos, registradores de valores y funcionarios financieros rusos. La OFAC emitió una alerta advirtiendo sobre los riesgos de unirse al Sistema de Transferencia de Mensajes Financieros de Rusia, todo esto en seguimiento a los acuerdos del Grupo de los 7 (G7).

La medida, que utiliza la herramienta de sanciones más poderosa del departamento del Tesoro, significa que esos bancos, incluyendo Gazprombank, uno de los más importantes en la lista de sancionados, no pueden manejar ninguna nueva transacción relacionada con la energía que toque el sistema financiero estadounidense, prohíbe su comercio con estadounidenses y congela sus activos en EE. UU.

En el conflicto en el Medio Oriente, una noticia sorprendió a la comunidad internacional. La Corte Penal Internacional (CPI) dictó el jueves órdenes de detención contra el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su exministro de Defensa, Yoav Gallant, y un líder de Hamás que aparentemente ya ha sido eliminado en la guerra. La corte los señala de ser los máximos responsables de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra, cometidos, al menos, desde el 8 de octubre del 2023. 

El primer ministro israelí tachó la decisión  de “antisemita” y se consideró víctima de un nuevo “juicio Dreyfus”, haciendo un paralelo con la condena por traición al capitán francés de origen judío,  Alfred Dreyfus. El caso se convirtió en una causa célebre gracias a una carta abierta de Émile Zola (Yo Acuso), que movilizó una reapertura del caso y develó, entre otras cosas, el antisemitismo que rodeaba el caso.

Como era de esperarse, EE. UU. se desmarcó de la decisión del tribunal, por considerar que la CPI no es competente jurídicamente en este asunto, y critica el “afán del fiscal de solicitar órdenes de detención y los preocupantes errores en el proceso que condujeron a esta decisión”. Mientras tanto, la campaña de Israel para debilitar a Hamás y Hezbollah continuó con bombardeos al norte de la franja de Gaza y el sur del Líbano. A última hora del domingo 24 de noviembre, se reportó un acuerdo inminente de cese al fuego entre Israel y Hezbollah, mientras las acciones militares se recrudecen.

Siguiendo en el Medio Oriente, la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por sus siglas en inglés) está intentando revivir las conversaciones con Irán. En esa dirección,  aprobó una resolución instando a Irán a mejorar la cooperación con la comunidad nuclear mundial y solicitando acceso para una evaluación integral de su arsenal, a lo que Teherán se negó, pero propuso establecer un límite a sus reservas de uranio. El momento de estas actuaciones parece estar desfasado con el entorno internacional, en términos del inminente cambio de administración en EE. UU., que probablemente sea más duro con Irán. 

En Bakú, más de un día después del final programado de la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP29), negociadores de casi 200 países finalmente llegaron un acuerdo para reunir las enormes sumas de dinero que las naciones más pobres necesitan para hacer frente a los peores efectos del calentamiento global.

El acuerdo final, que se votó en la madrugada del domingo en Azerbaiyán, estipula que los países desarrollados movilicen al menos trescientos mil millones de dólares al año hasta el 2035 para ayudar a las naciones más pobres que son más vulnerables a los desastres climáticos. Este acuerdo de última hora evitó que la conferencia terminara en un caos y repitiera el fiasco del COP16 que recientemente terminara en Cali, Colombia sin ningún acuerdo. La probabilidad de que el pacto se mantenga está en el aire, dado que Donald Trump ha dicho que se retirará de los acuerdos climáticos.

En México, la coalición del gobernante partido Morena y sus aliados en el Congreso votaron a favor de un proyecto de ley propuesto a principios de este año por el expresidente López Obrador que elimina siete de los 11 entes reguladores independientes de México, incluidos dos a cargo del sector energético, la CRE y la CNH que serán “absorbidos” por la Secretaría de Energía. El proyecto será enviado al Senado, también con mayoría de Morena y sus aliados, para su discusión y aprobación, lo cual se espera que ocurra rápidamente y sea enviado al poder ejecutivo para ser refrendado y publicado. El proyecto de ley ha sido defendido por sus partidarios, quienes argumentan que generará ahorros para el Estado y simplificará trámites, sin embargo, sus críticos advierten que podría dañar la competencia y reducir la transparencia ya limitada por otras decisiones.

Fundamentos

A pesar de que los fundamentos de esta semana apuntaban a mayores inventarios de crudo en EE. UU., la EIA reportó un incremento de solo quinientos mil barriles en los inventarios comerciales. El aumento es insignificante cuando consideramos que durante la semana la utilización de refinerías se mantuvo constante, mientras que la importación de crudos subió en un millón cien mil barriles por día (MMbpd). Más relevante es el incremento de más de 2 millones de barriles en el inventario de gasolina, aunque, como hemos sostenido, más valor interpretativo tiene la tendencia que los valores semanales. 

La producción de EE. UU., continúa manteniéndose constante en alrededor de trece millones de barriles por día (MMBPD), la EIA publicó esta semana una reducción de la producción a 13,2 MMbpd en lo que parece una conciliación de los factores de ajuste a las cifras que venía reportando la EIA. La actividad de taladros en EE. UU. se reduce en forma de goteo. Esta semana, Baker Hughes reporta la salida de un taladro más del listado de unidades activas.

Colaboradores cercanos al presidente electo Trump indicaron que, contrario a lo que reportan los medios, la frase “drill, baby, drill”, acuñada  para describir la política petrolera doméstica de Trump, no se ajusta a la realidad de la industria petrolera doméstica, en la que seguirá prevaleciendo la disciplina financiera mientras se mantenga un ambiente de incertidumbre sobre todo en relación con la demanda global. 

La producción relativamente constante de EE. UU., genera dudas sobre las perspectivas de algunas agencias de una sobreproducción para el 2025, toda vez que esos análisis incluyen en el crecimiento de la no OPEP+ un incremento de 300 mil barriles por día en la cuenca del Pérmico. En cualquier caso, la industria de los hidrocarburos norteamericana, estaría en condiciones de reaccionar cuando lo dicten las condiciones del mercado.

Por otro lado, existe una expectativa de que el negocio de exportación de gas natural licuado desde EE. UU. reciba un empuje bajo la nueva administración, lo cual tendrá repercusiones en la producción petrolera, sobre todo en Texas.

De China siguen emanándose señales contradictorias. La narrativa en torno a la demanda china sigue sesgada hacia la baja, ya que algunos analistas apuntan a cambios estructurales en la economía del país que probablemente significan una desaceleración en el crecimiento de la demanda de petróleo a pesar de las medidas de estímulo. Sin embargo, las compras de crudo mostraron un incremento en los dos últimos meses, según informes de las autoridades de la aduana; podría tratarse de compras oportunistas de crudo ruso y venezolano, por sus ventajas competitivas, pero llegar a una conclusión definitiva requiere información y análisis adicional.

Otro factor a considerar es la posición de la OPEP+ en cuanto a si iniciar la apertura gradual de su capacidad de producción “cerrada”,  o correr la arruga una vez más. Quizás el reciente repunte de los precios, por razones geopolíticas, motive algún tipo de relajamiento en las cuotas y elevar la producción del grupo por encima de los 40 MMbpd que ha sido su producción conjunta en el pasado reciente. Sin embargo, no será fácil llegar a un consenso, porque la capacidad cerrada no está repartida homogéneamente entre los miembros y asociados. 

Arabia Saudita, EAU, Irak y Kazajistán probablemente tengan potencial para elevar su producción; otros países ni siquiera puedan mantener su producción actual. Por lo tanto, tomar una decisión de abrir volúmenes, discrecionalmente asignados, no sería fácil. Dejar todo como está recibiría comentarios de protesta, pero manejar la unanimidad con promesas de incrementos a futuro, puede resultar alcanzable. Creemos que esa será la decisión del fin de semana que viene en la reunión del grupo.

Finalmente, Irán se está apurando en entregar la mayor cantidad de crudo a China, principalmente por vía de Malasia, lo cual parece tener suficientes descuentos económicos para atraer a las petroleras chinas. Al mismo tiempo, el déficit de gasolina en el mercado interno iraní se está resolviendo con contrabando desde Irak.

Otras noticias

  • ConocoPhillips (NYSE: COP) anunció que ha completado su adquisición de Marathon Oil Corporation (NYSE: MRO). De acuerdo con los términos del acuerdo de fusión, cada acción ordinaria de Marathon Oil se convirtió en el derecho a recibir 0.255 acciones ordinarias de ConocoPhillips en el momento efectivo de la fusión, con efectivo en lugar de acciones fraccionarias.
  • La  empresa de petróleo y gas (SHEL.L) ganó una apelación contra un fallo histórico que le exigía acelerar los esfuerzos de reducción de carbono, asestando un revés a los activistas que han recurrido a los canales legales para perseguir la acción climática. El tribunal de apelaciones de La Haya dijo que Shell tenía la responsabilidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para proteger a las personas del calentamiento global. Pero desestimó el fallo de 2021 que ordenó a Shell reducir sus emisiones absolutas de carbono en un 45 % para 2030 en comparación con los niveles de 2019, incluidos los causados por el uso de sus productos.

Comportamiento de los precios

Los precios del petróleo crudo subieron el viernes, consolidando las ganancias después de una semana de tensiones geopolíticas en la guerra entre Rusia y Ucrania y el Medio Oriente. El mercado está atento a las señales sobre lo que sucederá a continuación en Ucrania, en un momento en que la guerra parece estar llegando a una fase crucial después de haber pasado su día número 1000 a principios de esta semana.

Así las cosas, los crudos Brent y WTI, al cierre de la jornada el viernes 22 de noviembre, se negociaban en 75,17 y 71,24 dólares por barril respectivamente, cerrando la semana con una ganancia de casi un 6 %  con respecto a la semana anterior.

Venezuela, el régimen busca rendijas

En lo que algunos analistas calificaron de tardía decisión, el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, confirmó que, basado en evidencias incontrovertibles, reconocían a Edmundo González Urrutia como presidente electo de Venezuela. Italia y Ecuador se unieron a los países que así lo reconocen. Aunque todavía no es la avalancha de apoyos que se hubiese esperado, sí son señales del creciente aislamiento del régimen venezolano, después del fraude electoral del 28J. 

Otro foco de presión internacional al régimen lo representa el hecho de que la Oficina Pública de Defensa de las Víctimas (OPCV, por sus siglas en inglés) de la Corte Penal Internacional (CPI), cuestionó fuertemente la falta de progreso de la fiscal Karim Khan en la investigación por crímenes de lesa humanidad cometidos en Venezuela. La OPCV advirtió que “las víctimas llevan mucho tiempo esperando justicia y tienen derecho a procedimientos rápidos y justos”.

Por otro lado, el régimen parece creer que puede lograr un entendimiento con la administración de Trump. De hecho, el Washington Post reporta que el régimen ya ha logrado contactar al equipo de Trump y que sus esperanzas se fundamentan en poder convencerlos de que la solución al  problema de la inmigración ilegal, que Trump ha convertido en uno de los puntos cruciales de su agenda, pasa por restablecer un sistema amplio de repatriación de venezolanos. Argumentan que la estabilidad económica de Venezuela se lograría con la permanencia de las licencias y/o levantamiento de las sanciones, lo que redundaría en una reducción en el  flujo de migrantes. 

El régimen busca quedarse en el poder un tiempo “prudencial” y un reconocimiento de una administración de Maduro. Aunque suena como una novela de ciencia ficción, es lo que los personeros del régimen están tratando de empujar, basado en su éxito pasado  obteniendo concesiones reales de la administración norteamericana a cambio de promesas. Esto es más fácil postularlo que lograrlo, sobre todo con las personas que hasta ahora Trump ha nominado a los más altos cargos en seguridad y política exterior.

Por si fuera poco, la Cámara de Representantes del congreso norteamericano aprobó una ley presentada por ambos partidos, denominada BOLIVAR (por sus iniciales en inglés, “Banning Operations and Leases with the Illegitimate Venezuelan Authoritarian Regimen Act), la cual prohíbe transacciones entre el gobierno de EE. UU., ciudadanos norteamericanos y el régimen de Maduro. Ahora pasará al senado para su discusión y aprobación.

Esta “Ley BOLIVAR” ha levantado mucha roncha en la Asamblea Nacional, generando una propuesta de ley “Simón Bolívar” para permanentemente inhabilitar políticamente a los venezolanos que el régimen estime que hayan atentado contra la constitución, incluyendo la petición de sanciones.  

La situación económica continúa en terapia por la escasez de divisas. La tasa oficial de cambio se subió a niveles por encima de los 42 bolívares por dólar y empujó la tasa del mercado paralelo hacia los 56 bolívares. Con los ingresos por venta de hidrocarburos relativamente constantes, antes del accidente Muscar, el gasto público tuvo que ser nuevamente recortado y la liquidez limitada a través de la banca, dando como resultado reducción del consumo, reducción del crecimiento económico e incremento de la inflación.

De manera que la Navidad del 2024 no promete tener los tradicionales incrementos en gasto público, consumo y aguinaldos, por lo menos para la mayoría del país que no tiene acceso a divisas. Una forma de resumirlo en una oración es que la economía venezolana se mueve de actividad económica formal hacia informal y en general de una economía parcialmente de mercado de vuelta a una economía de controles y camisas de fuerza.

Operaciones petroleras

Las actividades de la industria de los hidrocarburos continúan siendo afectadas de manera importante por el  accidente en la planta de Muscar, ocurrido la semana pasada. Los efectos se hicieron sentir prácticamente en todo el país, desde la isla de Margarita, José y Anaco en el oriente, hasta el centro e inclusive el occidente del país. 

Recuperar la producción de crudo en el norte del estado Monagas, significaría quemar todo el gas rico asociado a ellos, si es que se logra manejar con la infraestructura, que todavía funciona. La baja de producción de crudo liviano afecta la capacidad de diluir crudo de la faja, requiriendo cerrar selectivamente la producción de crudo extrapesado. Las plantas petroquímicas de Jose están paradas desde el accidente por falta de gas. Las plantas de extracción de líquidos, y, por tanto, de fraccionamiento, tampoco reciben alimentación; consecuentemente, escasearán las bombonas de gas en el mercado interno, una vez agotado el inventario.

Desde el jueves se difunden noticias de que ha llegado gas a Margarita, al igual que a Jose. Sin embargo, lo único que podemos pensar es que se ha incrementado la producción de gas en el área de Anaco, lo cual debe ser una cantidad muy limitada o que se está afectando el suministro de gas hacia el centro del país. Por otra parte, las plantas de generación de Margarita fueron originalmente diseñadas como duales (gas y diésel), pero no sabemos si eso se mantiene en vigencia.

Asimismo, los reportes sobre los mejoradores de crudo en Jose indican que solo la planta de PetroPiar está operativa, y es capaz de procesar cerca de 100 Mbpd de crudo de la faja. Hoy día este es el único mecanismo existente para reducir las necesidades de diluente. Las plantas de mezcla de Merey 16 están funcionando parcialmente.  

Los técnicos que han analizado la situación en Muscar y las instalaciones asociadas coinciden en que la reparación requerirá de varios meses de trabajo arduo.

La producción nacional promedio se redujo en esta última semana a 746 Mbpd debido a los cierres y escasez de diluente. La distribución regional de la producción se muestra a continuación:

  • Occidente 199 (Chevron 91)
  • Oriente 105
  • Faja del Orinoco 442 (Chevron 106)
  • TOTAL 746(Chevron 197)

Los niveles de refinación alcanzaron 198 Mbpd de crudo y productos intermedios, con un rendimiento de 68 Mbpd de gasolina y 70 Mbpd de diésel. La información de los rendimientos del CRP ha sido difícil de constatar, algunas fuentes sostienen que el rendimiento en términos de gasolina es superior a los 68 Mbpd que mencionamos,  y que, por el contrario, del rendimiento de diésel es inferior. En todo caso, un mercado interno con un déficit estructural.

La programación de las exportaciones en el oriente del país continúa sin definición hasta que se estabilicen los volúmenes de las segregaciones producidas. Las exportaciones de Chevron no tendrán cambios en volumen, aunque quizás parte del crudo Merey termine siendo DCO. 

M. Juan Szabo, Analista Internacional de Energía
Luis Pacheco, Académico no-residente del Baker Institute

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