En la aldea
26 diciembre 2024

«Hoy Venezuela dejó de ser una economía petrolera y se convirtió en una economía criminal», dijo el exalcalde de Chacao

Leopoldo López: «Estamos en una dictadura más represiva y cerrada que Cuba»

La lucha política en Venezuela es una lucha global. Nicolás Maduro cuenta con la internacional autocrática y no está aislado. La comunidad internacional democrática tiene que llamar a las cosas por lo que son: “Aquí no hay un proceso normal de elecciones”. Leopoldo López está resteado con la candidatura de María Corina Machado sin pizca de duda. “Ella ha combinado serenidad, amplitud, liderazgo y activismo en la calle”.

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Javier Conde | 21 marzo 2024

Leopoldo López no para. Es un rasgo de su personalidad y de su compromiso político. Con avances y retrocesos. Con calle, cárcel y exilio acumulados durante 20 años de trajinar en la arena movediza del conflicto venezolano. Cuando hablamos -el miércoles a principios de la tarde, antes de la penúltima arremetida de Maduro- estaba en Sudáfrica, dos días antes en Madrid, donde reside y adonde había retornado tras otra gestión por el mundo. Participa en los últimos años en el World Liberty Congress, una iniciativa mundial de líderes que viven, y pelean, bajo regímenes autocráticos. Las autocracias, dice, van ganando: en lo que va de siglo XXI no se ha producido una transición a la democracia.

Aún cuando la convocatoria electoral no es ni libre ni justa, López llama a aprovechar cada ventana para impulsar la transición. Cuestiona a colaboracionistas, opinadores y analistas que ponen la carga de la culpa en la oposición democrática y destaca, por encima de todo, la claridad de la gente que sorprendió con la masiva participación en las primarias y tiene una “vocación profunda” de cambio político.

¿Qué le pareció el mensaje de María Corina Machado del domingo 17 de marzo?

María Corina está en una circunstancia en la que tiene que mantener con todos los obstáculos la ruta electoral, que es a lo que ella se ha comprometido y es lo que está haciendo. Mantener la ruta electoral en este momento significa sortear obstáculos y esta es una semana clave con el gran desafío de la inscripción. María Corina ha venido haciendo las cosas con una combinación de serenidad, amplitud, liderazgo y activismo en la calle.

¿Esperaba el mensaje antes?

Ese era el momento oportuno. Las reacciones han sido muy positivas dentro de Voluntad Popular y también con los que he hablado de otros partidos. Muy bien dentro de las dificultades que se está enfrentado.

¿Se está jugando en el tablero o la cancha que diseñó el régimen de Nicolás Maduro?

Yo estoy ahora en Sudáfrica y (Nelson) Mandela decía que es que el opresor quien plantea el terreno de lucha y no el oprimido. Maduro es un opresor, es un dictador, aquí nadie se puede llamar a engaño. Maduro no está planteando una elección libre ni justa. Ha mentido una y otra vez y a los últimos que engañó fue a los norteamericanos. Se sentó, negoció y obtuvo lo que estaba esperando y no entregó  nada de lo que se comprometió. No deberíamos sorprendernos de lo que haga Maduro.

¿Qué es de lo que más le preocupa del cronograma anunciado por el Consejo Nacional Electoral?

Es un cronograma electoral que tiene, primero, incertidumbres; y, segundo,  manipulaciones. Todo el proceso de registro no queda claro, todavía no se ha publicado cómo van a ser los mecanismos de sustitución,  la dictadura ha actuado en contra de las tarjetas de los partidos, ya había ilegalizado algunos partidos como Voluntad Popular hace unos años y ha  terminado de anular las tarjetas de un montón de partidos. Hay un desafío no solo de nombres, sino de las tarjetas disponibles para apoyar el camino de la mayoría democrática Solo tenemos disponibles dos tarjetas y eso evidentemente supone nuevos retos.

¿Aun así el 28J es la fecha para el cambio político?

Le estamos apostando todos a eso porque si algo hemos aprendido a lo largo de todos estos años es que tenemos que aprovechar cada ventana y seguir adelante independientemente de lo que suceda. El 28J hay un evento que está convocado que yo no lo llamaría una elección libre ni justa. Creo que es muy importante que quienes interpretan lo que está ocurriendo en Venezuela y desde afuera no caigamos en el error y en la narrativa de llamar al 28J una elección libre. No lo es. Ni siquiera es una elección, por la manipulación que está haciendo Maduro. Lo que percibo es que hay un mar de fondo gigantesco, muy muy poderoso de vocación de cambio de los venezolanos. Y eso tiene que ver con la desesperación de la gente con lo que está pasando en el país y con algo muy concreto que alguna gente trata de evadir y los colaboradores de Maduro solo buscan excusas. La gente está muy clara que el problema de la tragedia de Venezuela tiene nombre y apellido, Nicolás Maduro. No son ni las sanciones, ni otros países, ni es la oposición. El 28J va a ser una oportunidad para que los venezolanos se puedan expresar. La dictadura va a seguir poniendo obstáculos y seguiremos sorteando esos obstáculos. Hay que fijarse dónde estamos. Se han hecho predicciones de que se iba a llamar a la abstención, no ha ocurrido; de que se iba a dividir la oposición, no ha ocurrido; de que María Corina se iba a apartar del camino electoral, no ha ocurrido. Hay un proceso que ha incorporado las lecciones aprendidas de todos estos largos años de lucha. Hay nuevos elementos, claro, porque existe ahora un elenco de colaboracionistas en todos los ámbitos. Muy evidente en lo político, pero me llama mucho la atención también en el sector gremial, en algunos sectores opináticos y en algunos sectores de analistas que buscan empujar una tesis favorable a Maduro. 

“Hay diferencias pero estamos unidos”

¿Se  puede derrotar a una dictadura con el voto?

Se puede derrotar con el pueblo en la calle y con el pueblo expresándose. Los sectores democráticos no tenemos el poder del Estado, no tenemos recursos, no tenemos las armas. Lo que tenemos es a la gente y ¿cómo se expresa la gente masivamente? De dos formas, votando y protestando. Así ha sido y eso sigue estando planteado. Si en el 2014 había un descontento con Maduro, en este momento es muy superior. Entonces, Maduro mostró su cara violenta y represora y eso lo llevó a la Corte Penal Internacional. Los venezolanos están claros en que Maduro es un asesino, un represor y puede meter preso por un tuit, por una opinión o por convocar a la gente. Estamos en un escenario de una dictadura incluso más represiva y más cerrada que Cuba. Pero el mar de fondo del descontento sigue allí. Tanto es así que Maduro tiene que salir a montar teatros con Inteligencia Artificial para mostrar que tiene gente. La inmensa mayoría de los venezolanos lo que quiere es tener la oportunidad de salir a votar y votar en contra de Maduro.

¿Es esta una oportunidad que nunca ha habido para producir el cambio político?

Ha habido oportunidades. Esta es una tremenda oportunidad y siempre se seguirá en pie de lucha. Creo que plantear las cosas de que es la última oportunidad ya lo hemos visto en el pasado y aquí seguimos. Por supuesto que es una gran oportunidad, porque los venezolanos están deseosos de salir a votar. Incluso con la inhabilitación de María Corina también se pueden sortear los obstáculos. Creo que María Corina ha logrado unificar el país, que es algo muy importante; que ha logrado unificar a los sectores políticos, que también es muy importante, y que hay también una interlocución legitimada y clara ante la comunidad internacional. Ha habido otros momentos donde eso ha existido, pero sin duda alguna, hay una gran oportunidad porque hay una convocatoria a los venezolanos para que salgan a expresarse y lo que tenemos que buscar es que esa oportunidad se pueda materializar.

¿Es sólida la unidad de la oposición o que le falta para consolidarse?

Voy a contextualizar primero. Me he dedicado los últimos años a acumular una alianza de movimientos y lideres en países bajo regímenes autocráticos. No he conocido el primero de los países donde no hay diferencias entre los sectores democráticos. Ninguno. En Rusia, en Bielorrusia, en Nicaragua, en Cuba, en Zimbabue, en Chad, en Hong Kong, en China. Y cuando comparo el desempeño de los sectores democráticos en Venezuela con el resto de los países, nosotros estamos promediando muy por encima. Cuando ha habido la necesidad de estar unidos, hemos estado unidos. Hay diferencias, por supuesto que las hay, pero en los momentos críticos  hemos estado unidos. Y en este momento hay una unidad detrás de nuestra candidata que fue electa en primarias. El que se salga de eso en estos momentos, está con Maduro. Y eso es muy claro, no es plantear las cosas de manera maniquea sino que Maduro busca dividir pero hasta ahora la Plataforma se mantiene unida y consciente, respaldando el liderazgo de María Corina Machado.

¿ A qué atribuye esa extraordinaria recuperación de las fuerzas democráticas en un lapso relativamente corto

Por encima de todas las cosas, al inmenso deseo de los venezolanos de salir de  Maduro. El pueblo se ha unido en distintos momentos, en convocatorias de elecciones que hemos ganado y perdido , ha habido protestas prolongadas no de un día o una semana sino por meses, ha habido momentos de tremendo respaldo internacional, ha habido ciclos, pero creo que el común denominador ha sido que el pueblo ha dado el respaldo. Con las primarias había unos profetas del desastre con respecto a lo que iba a suceder. Y lo que pasó es que el pueblo sorprendió, porque eso fue lo que pasó el 22 de octubre. Nadie planteaba que iban a salir más de dos millones de personas pero la gente sorprendió. El optimismo de esta lucha me lo da el hecho de saber que la vocación profunda de cambio de los venezolanos sigue en pie. Por supuesto, en un contexto más represivo, más violento, con mucha más censura, con mayores restricciones de movilidad. Es una voluntad de cambio creciente.  Muy superior a lo que hemos visto en años recientes porque la situación del país se ha deteriorado aun más y porque la gente no es tonta; sabe a pesar de las mentiras y las manipulaciones, de las amenazas, que aquí el culpable del desastre es Nicolas Maduro.

Respaldo total a María Corina

En las próximas horas debe decidirse la candidatura que represente a María Corina Machado, ¿es así?

A ella le corresponde hacer el anuncio y por supuesto yo respeto el momento, la circunstancia y el fondo del anuncio que ella vaya a hacer.

¿Haría lo mismo si estuviera en su lugar?

He respaldo totalmente lo que ella está planteando. Apoyamos a María Corina en las primarias, a nivel de equipos, estados, municipios. Estoy en contacto permanente.

En las circunstancias actuales el peso de la comunidad internacional resulta vital

Primero que hay que llamar las cosas como son. En Venezuela no hay un proceso normal de elecciones, lo digo porque me han sorprendido algunos titulares y opiniones que he leído…

…¿de Lula, de Pedro Sánchez?

De (Gustavo) Petro también y algunos otros y me ha sorprendido como algunos medios, al igual que lo he visto con el caso de Rusia, hablan de la elección de Venezuela como si fuera una elección normal. No se pueden llamar las cosas como lo que no son. No es una elección ni justa ni libre, es un proceso totalmente manipulado. La comunidad internacional es sumamente importante. Hay gente que se equivoca cuando dice que Maduro está aislado de la comunidad internacional. Es mentira. Maduro no está aislado de la comunidad internacional, más bien está mucho más engranado en una comunidad internacional de lo que estaba antes y me refiero a la comunidad internacional autocrática. La principal razón por la que Maduro sigue aferrado al poder en Venezuela es por el apoyo que le ha dado China, que le ha dado Rusia, que le ha dado Irán, apoyos que se traducen en distintos ámbitos, apoyo diplomático, apoyo financiero, apoyo militar, apoyo para la manipulación de las redes sociales. Hay un engranaje de apoyo entre las autocracias y creo que no existe el mismo nivel de engranaje en la comunidad democrática. A eso hay que estar muy atento no solo con respecto a Venezuela, sino con del estado de la democracia en el mundo. 

¿Cree que ha fallado el flujo de información desde la oposición hacia las naciones democráticas?

Todos esos países tienen sus representantes en Venezuela. Hay una realidad y es que esos países están poniendo por encima sus intereses económicos y estratégicos antes que la democracia. Eso lo vinos en el proceso de negociación entre Maduro y Estados Unidos, donde los temas de agenda eran primero, el tema migratorio, equivocado al pensar que estabilizando la dictadura se iban a contener los flujos migratorios; el segundo punto era el tema energético; el tercer punto el intercambio de rehenes y el cuarto punto el tema de democracia. Al final, Maduro se sentó, negoció, obtuvo todo y no entregó nada. Estados Unidos tiene toda la información pero por la manera como abordaron la negociación los resultados están a la vista. 

De esas negociaciones salió la primaria…

Se puede decir que eso fue parte de esa negociación. Lo que estaba planteado era mucho más que eso, era un cronograma electoral transparente y la habilitación de María Corina.  Eso estuvo sobre la mesa en todo momento, y cuando se fue a la firma de Barbados, el tema de la habilitación de María Corina, por supuesto, que era la principal preocupación. Pero la dictadura de Maduro no le permitió a Voluntad Popular firmar ese acuerdo. Sacaron a nuestro representante porque nosotros estábamos insistiendo en que había que poner tanto la fecha de elección como la habilitación con nombre y apellido de María Corina Machado. No se firmó así y estamos viendo las consecuencias.

¿Había fuerza para lograr eso?

Creo que si hubiera habido determinación, la importancia de plantear las cosas con nombre y apellido, yo creo que se pudo haber logrado. Pero eso es agua pasada y yo no hago del ejercicio de la política una guerra de culpas. Hay que mirar hacia adelante. Necesitamos el acompañamiento de los países democráticos, por supuesto, porque esta es una pela global. Venezuela no está aislada, ni Maduro está aislado. 

La correlación de fuerzas entre comunidad democrática y autocrática, ¿a cuál es favorable?

El cuadro mundial dice que en los últimos 18 años hemos visto una recesión democrática. En lo que va de siglo XXI no hemos visto ni una sola transición a la democracia y siete de cada diez personas en el mundo están viviendo hoy bajo regímenes autocráticos. Es más que evidente que las autocracias trabajan en una colaboración en muchas dimensiones. Y creo que el mundo democrático tiene el desafío de reconocer el problema, de trabajar juntos y de asumir como compromiso empujar las transiciones a la democracia donde existan autocracia. El estado del mundo está favoreciendo a las autocracias y por eso hay que alertar e izar una bandera sobre la necesidad de cada vez lograr mayor articulación entre gobiernos movimientos, sector privado, oenegés y organizaciones multilaterales en lo que significa la defensa de la democracia.

Una estructura criminal

¿Es mucho más difícil negociar con Maduro de lo que fue con Augusto Pinochet?

Por supuesto. Aquí en Sudáfrica la negociación  para salir del sistema del Apartheid tuvo muchas fases. Las primeras fueron las acciones que comenzaron con un boicot y luego se impusieron sanciones lo que obligó a que la transición se acordara entre (Frederik) De Klerk y (Nelson) Mandela. La verdad que es que a Sudáfrica siempre se le pone como un ejemplo, por que lo es, pero fue una transición que se impulsó desde quienes estaban en el poder. Quien abrió la compuerta fue De Klerk y el que la articuló fue Mandela y por eso les dieron a ambos el Premio Nobel de la Paz (1993). En el caso de Chile,  (Augusto) Pinochet tuvo que reconocer los resultados del Plebiscito (1988) y pudieron construir su transición con un sistema híbrido, en donde Pinochet se mantuvo como jefe del Ejército. La otra transición de la que se habla mucho es la de España, que ocurrió tras la muerte del dictador Francisco Franco y con el entendimiento de quienes estaban en ese momento en el poder de construir una transición. Partiendo de esos ejemplos, que son los clásicos que se estudian con respecto a transiciones, en todos ellos hay puertas que van abriendo quienes están en el poder. En este momento, pareciera que Maduro está buscando cerrar todas las puertas. Hay otra dimensión que no estaba presente ni en España, ni en Chile, ni en Sudáfrica que es la estructura cleptocrática del poder en Venezuela . Hoy Venezuela dejó de ser una economía petrolera y se convirtió en una economía criminal que está en el contrabando, en la extracción de oro de manera indiscriminada, en el manejo totalmente opaco y corrupto del petróleo y en el tráfico de cocaína. Esos son los pilares de la economía de Venezuela y por supuesto el Estado venezolano se ha convertido en una estructura criminal.  Nosotros lo henos venido alertando desde hace muchos años, pero hoy los que certifican son la Corte Penal Internacional, que acaba de designar a los tres jueces que se van a encargar de atender el caso de Nicolás Maduro, y los organismos internacionales que están presentando los hechos y la realidad de Maduro como responsable de promover y cometer crímenes de lesa humanidad. Además de  la corrupción masiva y estructural en que se ha convertido el Estado venezolano.

¿Cree que ha faltado mayor explicación de las garantías políticas y jurídicas implícitas en un proceso de transición?

Eso es el corazón de la transición. Ha habido muchas propuestas en las conversaciones en México, Noruega, Barbados, llevamos 20 años hablando. Siempre ha sido intención de los demócratas construir un camino de garantías y de eso puede dar fe con detalles nuestro responsable de ese proceso que es Gerardo Blyde.  Donde no ha habido voluntad es del lado de la dictadura.  Me sorprende cuando escucho a algunas analistas o comentaristas que ponen la carga de la culpa en los sectores democráticos. Es como decir que a una mujer la violaron porque tiene la falda corta. Violador es violador. La culpa es del violador y aquí quien tiene la responsabilidad de haber evitado que se dé un proceso de transición a la democracia, que se den garantías para un proceso electoral, que se dé una convivencia nacional, que se recupere la economía, que atienda la tragedia humanitaria, que regresen los venezolanos, tiene nombre y apellido, Nicolás Maduro y su estructura de poder.

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