A ti que todavía esperas, recordemos este 2023.
La Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia promovió la propuesta de tu canje humanitario y Amnistía Internacional emitió llamados urgentes por algunos que, como a ti, les urge una medida humanitaria para recibir atención y tratamiento médico.
En las pantallas de Times Square, en Nueva York, denunciaron las torturas a las que te sometió este gobierno y se denunció en español y en inglés para que todos entendieran. Ese mismo día presentaron la experiencia de realidad virtual llamada “Realidad Helicoide”, creada por la organización Voces de la Memoria.
Tres campañas siguen en las redes sociales: #NosFaltanMás y #NavidadSinPresosPolíticos, coordinada por la organización Justicia, Encuentro y Perdón; la campaña de tus muchachos, que se publica los domingos de este mes; y la de los artistas y periodistas dirigida a quienes están en el poder.
El Santa Claus del Foro Penal ya repartió los regalos navideños a tus pequeñitos, y Familia SOS Libertad hizo hallacas para ti en la Plaza Bolívar de Chacao.
Este año tuvo muchos videos de tus abogados desde el Palacio de Justicia denunciando las violaciones a tus derechos y tu condena injusta, incluso cuando ellos mismos son víctimas de malos tratos. Junto con otros defensores y activistas dieron entrevistas, y se reunieron en todas partes para mantenerte en la conversación de cada día, de la calle, en el debate de cada negociación, de cada político, en el interés de organismos internacionales.
También hubo muchas publicaciones, mensajes de texto y llamadas para exigir que te permitieran visitas, avena, leche en polvo y hasta un dulcito. Hubo más, muchas más pancartas y franelas con tu nombre y tu cara, y carteles con la cantidad de días que llevas detenido. No faltó el papagayo en ninguna concentración en Caracas.
Este 2023 nunca estuviste solo.
Conocimos a tu familia y entre todos nos dimos bendiciones para sabernos protegidos, sobre todo este año que la puerta giró más para que otros entraran y no para que tú salieras.
Hablamos de ti y claro que nos reímos, porque tú eres “muy echador de vaina”, hasta cuando llamas desde tu centro de detención. Enumeramos tus pendientes como planificando tus próximos días: pintar la casa, arreglar la tubería del fregadero, buscar la bombona de gas, ir al cementerio a ponerle flores a tu papá, hacer un quesillo para el cumpleaños de tu hermana, bautizar a tu sobrina y enseñarle la tabla de multiplicar al chiquito mientras montas una pasta.
Y sí, lloramos contigo. Tu hartazgo, rabia y frustración también son nuestros, aunque no digamos nada.
Este año, siempre repetimos tu nombre y te encomendamos a Dios, a todos los dioses y santos, en misas y cultos de varias ciudades del mundo. Dos personas aprendieron a orar este año para decir tu nombre. No te faltan velas encendidas.
Te esperamos, como lo hicimos en la madrugada de octubre y hace unos días. Hoy, 24 de diciembre, somos muchos quienes anhelamos que el regalo sea tu libertad.