En la aldea
05 febrero 2025

Mano, Prosperi perdió la fe en el árbitro

“Cada vez que algún periodista le preguntó a alguno de los aspirantes de la Primaria por su posición en los estudios de opinión, las repuestas fueron tajantes: ‘no creo en encuestas’. Pero como con la Vinotinto, esto no es sólo una cuestión de ‘mano tengo fe’: se trata de sumar los puntos para ganarse un lugar en la contienda mayor. Y los números están ahí. ¿Tendrá eso algo que ver con el súbito cambio del aspirante que decía que había que generar confianza en el árbitro?”.

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Oscar Medina | 20 octubre 2023

Si algo caracterizaba el discurso del aspirante Carlos Prosperi hasta ahora era su tono conciliador -sin otra estridencia salvo el uso excesivo del “nosotros”, tan de vieja escuela política- en el que siempre parecía haber la intención de colaborar para que la Primaria saliera adelante. Eso y el reiterado giro verbal de “yo lo he dicho y lo hemos manifestado” como una muletilla que, aunque bastante original, resulta un tanto desconcertante.

En todo caso, lejos está la intención de pretender aquí un análisis discursivo ni de oratoria del aspirante Prosperi: esas son cosas del Profesor Briceño con las misses. Lo que se busca “manifestar” es que algo ha cambiado en su discurso y no son las muletillas.

En una entrevista que le hice para El Estímulo en abril, el aspirante de Acción Democrática me dijo -hablando de sí mismo en tercera persona- que “Carlos Prosperi cree en una unidad real, una unidad sincera”, dijo también estar muy claro en que el adversario político “es quien está en Miraflores” y que era necesario “generar confianza” haciendo referencia tanto a la Comisión Nacional de Primaria (CNP) como al CNE.

“El domingo es ya: amanecerá y veremos”

Pero de repente, en octubre -a días de la elección- se lanza al menos un par de videos en redes sociales asegurando que ni siquiera él que es “candidato presidencial” tiene claro dónde es que le toca votar, y le exige a la CNP que le informe bien al pueblo porque los datos en el buscador no son precisos.

Reconozcamos que tiene razón en su demanda: aunque luego nos enteramos de que antes de este episodio ya la CNP le había explicado dónde es que está ubicado su centro de votación, es verdad que para muchos la cosa puede resultar un poco confusa. Pero lo que uno esperaría a estas alturas es que un asunto tan importante sea planteado no como esa especie de regaño público que en nada ayuda a generar confianza, sino en el contexto de una reunión de trabajo, arrimando el hombro para encontrar la mejor manera de solucionar lo que haya que solucionar. Incluso con la participación de los otros aspirantes, que eso es lo que son porque el estatus de candidato presidencial se obtiene al ganar la Primaria. En eso quedamos, ¿no?

En otra oportunidad el aspirante de Acción Democrática se quejó -también en redes- de que se ha sentido menospreciado por no ser caraqueño, por no haber nacido en el seno de alguna familia ilustre capitalina… WTF, ¿Carlos?, ¿de verdad nos vas a venir con ese cuento? Planteado así, pareciera que la lista de aspirantes está llena de apellidos de miembros fundadores del Caracas Country Club. Pero no… Así que se entiende a quién va dirigida la referencia guabinosa que tantos ecos trae de lo que le escuchamos al difunto comandante.

El día 17 circuló un video difundido por Polianalítica, una cuenta especializada en meter casquillo entre los actores de la oposición y a la que esos mismos actores suelen ponerle buen material sobre la mesa. En ese clip, el aspirante Prosperi dice: “Nosotros debemos garantizar la transparencia del proceso”. Y está bien, se trata de un objetivo común. Pero acto seguido deja caer una bombita: advierte que si le piden “ajustar algunos números”, que no cuenten con “nosotros”.

Ni en “Con el mazo dando” se había escuchado algo así.

Lo que planteó el aspirante adeco es que anticipa la posibilidad de que le pidan abultar el total de votos de manera fraudulenta para beneficiar a otro o a otra aspirante que participe en la Primaria.

Una pizca de sentido común basta para entender que ya no hay disimulo: el aspirante se siente amenazado, asume que en el mecanismo de la elección opositora incuba el germen de la trampa, de una componenda a favor de otra persona que no es él. Y eso, si se toma en serio, es una acusación grave que planea sobre la honorabilidad y el buen hacer de los miembros de la CNP.

Si uno se pone malicioso en otro sentido y viendo las cosas desde afuera, da la impresión de que de repente el aspirante Prosperi ya no está tan convencido del proceso electoral en el que participa, de que va tanteando la posibilidad de cantar fraude. ¿No? Otra explicación no se encuentra. ¿O sí?

La más reciente encuesta presentada por Delphos sobre la Primaria muestra algo que sí es abultado: la diferencia en las intenciones de voto. 48,7% de los encuestados lo harían por María Corina Machado; 8% por Henrique Capriles -quien se bajó del autobús-; 2,8% lo haría por Carlos Prosperi, y 2,1% por Delsa Solórzano. Ese sondeo se dio a conocer cuatro días antes de las declaraciones del aspirante adeco.

Un estudio previo de ORC Consultores ubicó a Machado con 41% en el primer lugar, seguida de lejos por Henrique Capriles y Freddy Superlano, quien declinó su aspiración a favor de Machado. En agosto, la encuesta de una firma llamada Poder & Estrategia, reflejó una preferencia de 60% a favor de la candidata, otra citada por la Voz de América le dio 32% el mismo mes. Y en febrero, More Consulting la ubicaba con 36,8% y a Prosperi con 1,6%.

Cada vez que algún periodista le preguntó a alguno de los aspirantes de la Primaria por su posición en los estudios de opinión, las repuestas fueron tajantes: “no creo en encuestas”. Pero como con la Vinotinto, esto no es sólo una cuestión de mano tengo fe: se trata de sumar los puntos para ganarse un lugar en la contienda mayor. Y los números están ahí. ¿Tendrá eso algo que ver con el súbito cambio del aspirante que decía que había que generar confianza en el árbitro? El domingo es ya: amanecerá y veremos.

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