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26 diciembre 2024

El Béisbol en Venezuela: César Tovar, el señor versatilidad (II Parte)

“Solo 43 jugadores de los más de 20.000 que han pasado por la MLB han logrado robar segunda, tercera y home en una misma entrada. Rod Carew es uno de ellos. Solo que lo hizo detrás del robo de tercera y home del venezolano César Tovar. ¡Cinco estafadas en un mismo inning, siendo dos de ellas el plato!”.

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Félix Seijas Rodríguez | 07 octubre 2022

Ya hablamos de César Tovar y su debut en la Gran Carpa. Ahora nos pasearemos por las hazañas nada comunes que logró a lo largo de las doce temporadas que permaneció en el Big Show, ocho de ellas con los Mellizos de Minnesota, para luego pasar por Filadelfia, Texas, Oakland y los Yankees de Nueva York. Empecemos entonces.

Al llegar a las grandes con Minnesota, César se consolidó como una pieza valiosísima por su picardía y talento para adaptarse al rol en el que se le necesitara. La fama de “súper utility” lo acompañó siempre, y aún hoy es el principal motivo por el que se le recuerda. Esa fue su marca personal. Haciendo alarde de ello, César logró concretar en tres oportunidades una hazaña poco común: jugar las nueve posiciones en un mismo encuentro de las Grandes Ligas, de la LVBP y de la liga mexicana.

En la MLB lo hizo el 22 de septiembre de 1968 con Minnesota, en un choque contra los Atléticos de Oakland. Ese día estuvo lleno de hechos curiosos, uno de ellos ocurrido en el propio inicio del encuentro. Aquel domingo Tovar alineó como primer bate y lanzador. Estaban en el Metropolitan Stadium, por lo que los Mellizos jugaban de anfitriones. Así que el juego arrancó con César en la lomita. Nada particular hasta aquí, más allá del hecho de que al caraqueño, en la única entrada que lanzaría, se le estaba otorgando la responsabilidad de enfrentar a la alineación alta de Oakland. El detalle de ese momento fue que el primer bateador que enfrentó el criollo era el cubano Dagoberto “Bert” Campaneris, quien hasta ese día era el único jugador en la historia en haber completado la hazaña que precisamente esa tarde Tovar intentaba coronar. Campaneris lo había hecho tres años antes, el 8 de septiembre de 1965, como parte de un truco publicitario de la directiva de los para entonces Atléticos de Kansas City, que buscaban llenar el Estadio en un encuentro entre dos equipos sotaneros.

“Tan solo 317 juegos sin hit ni carreras han sido lanzados en más de 235 mil juegos en la historia de las Mayores. Sí, esto es el 0,1%. Y estos dos personajes, César Tovar y Eddie Milner, cada uno, arruinaron cinco”

Tovar enfrentó a cuatro bateadores en la primera entrada. A Campaneris lo dominó con elevado al cuadro. Luego ponchó a un muchacho futuro miembro de Cooperstown de nombre Reggie Jackson. A continuación, le dio boleto a Danny Cater seguido de un Balk mientras enfrentaba a Sal Bando, a quien terminó dominando con otro elevado al cuadro. ¡Vaya actuación!

A partir de ahí Tovar recorrió las otras ocho posiciones en orden numérico, con excepción de la sexta y la quinta. Del montículo pasó a la receptoría, luego a la inicial, segunda base, short stop, la antesala, y los jardines izquierdo, central y derecho; una por episodio. ¡Hazaña concretada! Tovar se fue ese día de 3-1 con una base robada y una carrera anotada en un juego que ganó Minnesota por la mínima diferencia de dos carreras a una. Una jornada redondita.

“¿No piensas hacer eso en serio?”, preguntó Rod Carew al venezolano antes del encuentro.

“¡Claro que sí, yo puedo hacerlo, yo puedo!”, respondió César.

“Bueno, solo ten cuidado de no lesionarte…”, concluyó la estrella panameña inmortalizada en Cooperstown.

Por supuesto que para que todo esto fuese posible, los compañeros de equipo también tuvieron que moverse por el terreno. Por ejemplo, Graig Nettles jugó primera base, jardín central y en la antesala; mientras que Rod Carew pasó de la segunda al short stop para luego regresar a la intermedia.

Después de que César Tovar se convirtiese en el segundo pelotero en la historia de las Mayores en jugar las nueve posiciones en un mismo encuentro, solo tres jugadores más lo han hecho: Scott Sheldon (6 de septiembre de 2000), Shane Halter (1 de octubre de 2000), y Andrew Romine (30 de septiembre de 2017). Eso sí: el caraqueño ha sido el único en abrir como lanzador y enfrentar a la parte alta de la alineación.

“En 1972, su último año con los Mellizos, César Tovar se convirtió también en el primer venezolano en batear la escalera en la Gran Carpa (sencillo, doble, triple y jonrón)”

Otro dato curioso: el equipo de Minnesota ha estado presente en tres de esas cinco ocasiones. Además del juego de Tovar, las hazañas de Halter y Romine las concretaron ambos vistiendo la camisa de los Tigres de Detroit y teniendo como rival, en las dos oportunidades, a los Mellizos de Minnesota.

En 1972, su último año con los Mellizos, Tovar se convirtió también en el primer venezolano en batear la escalera en la Gran Carpa (sencillo, doble, triple y jonrón). Ya el 25 de enero de 1965 se había erigido como el primer jugador en hacerlo en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) en un encuentro contra el Magallanes. En los Estados Unidos lo hizo el 19 de septiembre de 1972 en Minnesota, enfrentando a los Rancheros de Texas. Ese día alineó como primer bate y jardinero izquierdo. Es bien sabido que el eslabón más difícil para completar esta hazaña es el triple. Bueno, César salió de eso en el propio primer turno. En la segunda aparición al plato falló con un machucón al lanzador. Luego llegaría un sencillo en la quinta entrada y un doble en el séptimo. Entonces solo faltaba el vuelacerca.

¿Quién apostaría a que lo conseguiría? Bueno, esa temporada Tovar sacó solo dos pelotas del parque, y una de ellas fue precisamente ese día, cerrando la novena entrada de aquel encuentro con un corredor en base, dos outs, y las acciones igualadas a tres anotaciones por lado. El caraqueño pescó un envío del relevista Paul Lindblad y lo depositó en las gradas de la izquierda para dejar en el terreno a Texas 5 carreras por 3. Doble celebración.

Después de que Tovar lograra la hazaña, tres criollos más lo han conseguido en la Gran Carpa: Carlos Guillén con Detroit enfrentando Tampa Bay el 1 de agosto de 2006; Carlos González con Colorado enfrentando a los Cachorros el 31 de julio de 2010; y Pablo Sandoval vistiendo la camisa de San Francisco en un juego contra Colorado el 15 de septiembre de 2011.

Jugadores como Tovar son siempre temidos, en especial en situaciones donde un hit puede marcar la diferencia. Así son ellos: oportunos y fastidiosos. Les gusta arruinar momentos con el bate. En el caso de Tovar, el criollo le aguó la fiesta a cinco lanzadores cuando estos intentaban lanzar juegos sin hit ni carreras; otro récord del caraqueño en la MLB que comparte con Eddie Milner, quien con los Rojos de Cincinnati entre 1982 y 1986 arruinó otros cinco “no hitters”. Tan solo 317 juegos sin hit ni carreras han sido lanzados en más de 235 mil juegos en la historia de las Mayores. Sí, esto es el 0,1%. Y estos dos personajes, cada uno, arruinaron cinco.

“César Tovar logró concretar en tres oportunidades una hazaña poco común: jugar las nueve posiciones en un mismo encuentro de las Grandes Ligas, de la LVBP y de la liga mexicana”

El primero de Tovar sucedió el 30 de abril de 1967, en el segundo juego de una doble tanda. La víctima fue el zurdo Barry Moore de los Senadores de Washington. En la sexta entrada con dos outs, César conectó sencillo, el único que recibió Moore en los nueve episodios. En 1969 le tocó a Dave McNally, de los Orioles de Baltimore. En la novena entrada, con un out, el criollo fastidió la hazaña con un imparable entre el jardín derecho y central. Luego Rod Carew bateó para doble matanza terminando así el encuentro. Ese mismo año, el 10 de agosto, y de nuevo contra Baltimore, aunque en esta ocasión a domicilio, Tovar conectó un imparable abriendo el noveno episodio para romper el encanto a Miguel Cuéllar.

El 13 de agosto de 1970 Tovar lo volvió a hacer, esta vez ante Dick Bosman de los Senadores de Washington, a quien le conectó el indiscutible abriendo el encuentro, en el propio primer turno de la primera entrada. Después de ese batazo Bosman no permitió más imparables y se acreditó la victoria en un duelo de lanzadores frente a Jim Kaat, en el que Washington anotó una sola carrera, también en el primer episodio. Sin embargo, Bosman no se iría de las Grandes Ligas sin saborear la hazaña. Tres años y once meses después de que el caraqueño impidiera su juego sin hit ni carreras, Dick al fin concretó la joya el 19 de julio de 1974.

La última ocasión en la que Tovar arruinó la fiesta en la MLB sucedió el 31 de mayo de 1975 frente a Jim Hunter de los Yankees de Nueva York, solo que ahora el caraqueño lucía la camisa de los Rancheros de Texas. Cerrando la sexta entrada y con dos outs en la pizarra, César conecto el único imparable que ese día permitió el hoy miembro del Salón de la Fama de Cooperstown, Catfish Hunter. Este iba a ser el segundo juego sin hit ni carreras para Catfish, que ya había lanzado uno el 8 de mayo de 1968. Por su parte, ni Moore, ni McNally, ni Cuéllar lograron la hazaña a lo largo de su paso por las mayores.

Tovar robó 226 bases en Grandes Ligas. Y, por supuesto, entre ellas se encuentra la más difícil en el béisbol: el home. Pero no solo esto, sino que junto a Rod Carew consiguió una hazaña singular en la pelota. El 18 de mayo de 1969, en Minnesota y ante los Tigres de Detroit, César Tovar abrió la tercera entrada conectando un inatrapable. Luego pasó a segunda por balk del lanzador Mickey Lolich. Carew recibió boleto y aquí empezó el despliegue de tremenduras que estos dos eran capaces de hacer. Comenzaron por robarse la tercera y la segunda, respectivamente. Luego Tovar robó el plato y Carew la tercera. Entonces este último remató la hazaña robándose también el home. Solo 43 jugadores de los más de 20.000 que han pasado por la MLB han logrado robar segunda, tercera y home en una misma entrada. Rod Carew es uno de ellos. Solo que lo hizo detrás del robo de tercera y home del venezolano. ¡Cinco estafadas en un mismo inning, siendo dos de ellas el plato! ¿Cómo habrán dormido esa noche Lolich y el receptor Bill Frehan? ¡Qué pesadilla!

En su último año en las mayores César Tovar pasó a los Yankees de Nueva York. Fue el primer venezolano en vestir ese uniforme. Allá lo llevó Billy Martin, que había sido su mánager en Minnesota y en Texas. Simplemente lo quería en el equipo. Tovar tenía 35 años. Después de esa temporada fue dejado en libertad y se fue a jugar a México. No regresó a las Grandes Ligas, pero ya había dejado su legado.

Es momento de hacer una pausa en este relato. En la próxima y última entrega sobre César Tovar hablaremos de su paso por la LVBP, una de las mejores carreras de pelotero alguno en nuestro béisbol.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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