En la aldea
21 diciembre 2024

¿Rebrote inflacionario?

La amenaza está ahí, latente, y los venezolanos lo saben; por eso todos quieren dólares, piensan en dólares y sus preocupaciones están expresadas en esa moneda. ¿Por qué? Porque “la falta de confianza en una posible estabilidad monetaria y de precios tiene un peso importante en la dificultad de contener la inflación. Esa se perdió después de tantos años de desaciertos, y recuperarla será un proceso lento; y será mucho más difícil de alcanzar cuando los mismos actores del acto de destrucción son los que están llevando adelante esta parte de la obra teatral (tragicómica)”.

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Henkel García U. | 15 junio 2022

La inflación de mayo encendió algunas alarmas y alertas. El Observatorio Venezolano de Finanzas reportó un registro mensual de dos dígitos, lo cual despertó el fantasma de la hiperinflación. Los miedos están más que justificados, un episodio hiperinflacionario deja cicatrices, en nuestro caso, por lo reciente, todavía son heridas sin cerrar.

¿Realmente se está acelerando? Lo conveniente para determinar tendencias inflacionarias es considerar factores estacionales. Teniendo esto en cuenta, la comparación apropiada sería con la inflación de mayo de 2021. A pesar de que la de mayo de 2022 es mayor a la de abril de este año, sigue siendo menor a la tasa registrada hace un año. Por tanto, la inflación interanual continúa desacelerándose. La inflación tiene múltiples causas. El mes pasado quizás el principal motivo se deba al incremento que vimos en el tipo de cambio. Pero este no es el único. También puedo destacar la inflación que hoy se extiende en buena parte del planeta, incluyendo Estados Unidos y Europa. Por supuesto, las expectativas de la gente juegan un rol importante. Y por último, un factor que pocos toman en cuenta: el rezago en el ajuste de algunos precios dentro de la economía.

“La dolarización suaviza los efectos de una inflación que todavía es de las más altas del mundo”

¿A qué me refiero con este punto? Después de tantos años de controles de precios y de cambio, la formación de precios en Venezuela tuvo sus tintes de desquiciamiento. Esto produjo hechos extraordinariamente atípicos como el que una persona pudiese vivir con apenas 20 dólares al mes. Este hecho pasó tanto en 2015 como en 2017. Esto no tenía, ni tiene sensatez económica, era un fenómeno insostenible. Si bien buena parte de los precios se han corregido y hoy son relativamente similares al precio de los bienes y servicios fuera de Venezuela, todavía faltan algunos precios con corregir. Cuando lo hagan, eso va a incidir en el índice de inflación. Quizás lo que vimos con el ajuste del precio del gasoil sea un buen ejemplo de ello.

El punto que quiero destacar es que todavía nos queda por ver algunos ajustes de precios importantes que van a impactar en las mediciones de inflación. La gran mayoría pertenecen a servicios. Todos esperamos que en alguna oportunidad tengamos que pagar la electricidad, también deseamos que cuando lo hagamos ese esfuerzo financiero venga de la mano con una mejora del servicio eléctrico, más allá de eso, ese incremento es inminente. Lo mismo pasa con el agua, y en menor medida con Internet, porque hasta la misma CANTV ha ido ajustando los precios durante los últimos meses. Otro de los grandes servicios por corregir es el de educación, aumento que va caer de manera más pesada, en buena medida, sobre la clase media.

El futuro de la inflación en Venezuela es incierto. Hay unos cuantos retos por delante. Un aspecto fundamental se centra en la disciplina fiscal y monetaria que hasta los momentos ha mantenido el Gobierno. Esto es clave, porque de la multicausalidad que muestra la inflación, esta la causa que destaca y por mucho. Al ver el comportamiento de los agregados monetarios es difícil sacar alguna conclusión porque ha sido bastante volátil. Otras de las variables importantes para hacer seguimiento es la oferta de dólares. Como se sabe, el Gobierno ha venido inyectando semanalmente montos que alcanzan las decenas de millones de dólares para así contener el tipo de cambio. También hay que mencionar que esa oferta de dólares no solo proviene del Estado venezolano, también hay empresas exportadoras que venden parte de sus ingresos en ese mercado. Una tarea difícil es estimar con precisión cómo serán ambas ofertas en los siguientes meses.

“Los miedos están más que justificados, un episodio hiperinflacionario deja cicatrices, en nuestro caso, por lo reciente, todavía son heridas sin cerrar”

La generación de confianza es otra arista a abordar, y una de las más complicadas. La falta de confianza en una posible estabilidad monetaria y de precios tiene un peso importante en la dificultad de contener la inflación. Esa se perdió después de tantos años de desaciertos, y recuperarla será un proceso lento; y será mucho más difícil de alcanzar cuando los mismos actores del acto de destrucción son los que están llevando adelante esta parte de la obra teatral (tragicómica). Mientras tanto la dolarización suaviza los efectos de una inflación que todavía es de las más altas del mundo. Los venezolanos están mucho más pendientes de qué es lo que está pasando con los precios en dólares que los denominados en su moneda local. Quiere dólares, piensa en dólares y sus preocupaciones están en esa moneda. Lo que todavía no ha calado es la necesidad de tener estabilidad monetaria y de precios sostenida para abrir la posibilidad de una expansión monetaria significativa, hecho que se dará seguramente por la parte de bolívares y no por la de la moneda estadounidense. Cuando me refiero a expansión monetaria, no lo hago por la base monetaria, por el financiamiento vía Banco Central, lo hago por la vía en la que la mayor parte del dinero del planeta ha sido creado: el crédito bancario.

Sí, todavía una inflación anual de dos dígitos es posible, la interanual está cercana a 150% y nos quedan un poco más de seis meses por delante. Pero no es algo seguro, es incierto, no hay confianza, ni credibilidad de la sostenibilidad y seriedad de las medidas económicas vistas hasta los momentos. Y ese, es quizás, uno de nuestros principales dramas.

@HenkelGarcia

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