-¿Cuál es el rasgo que define su carácter?
-La simpatía. Creo que soy simpática. ¡Un encanto!
-¿Qué es lo que más valora de sus amigos?
-Que sean buenos amigos y para eso tienen que ser leales, tener sentido del humor y ser inteligentes. Es decir, que se parezcan a mí (¡Jajaja!) ¡Qué horror, parezco una ególatra!
-¿Cuál es su principal defecto?
-Soy bastante implacable, no soporto un error y soy criticona.
-¿Qué cualidad aprecia más en una mujer?
-Que sea culta. Ay, y que no se queje…
-¿Y en un hombre?
-La inteligencia y la cultura.
-¿Cuál es su ideal de felicidad?
-Pasar las navidades con mi familia.
-¿Cuál sería su mayor desgracia?
-Perder un ser querido, a cualquiera.
-¿Quién es su autor favorito?
-Uno solo no existe.
-¿Cuál es su héroe o heroína de ficción?
–Superman, porque me recuerda a mi infancia y me recuerda a Seinfeld.
-¿Su músico favorito?
-Franco De Vita y no me interesa que me critiquen (¡Jajaja!) He podido decir Bach, Beethoven. No. Franco De Vita.
-¿Su pintor preferido?
-Marc Chagall.
-¿Su héroe o heroína de la vida real?
-Angela Merkel. Aunque también lo es Laureano Márquez.
-¿Qué es lo que más detesta?
-La deslealtad. La gente desleal es intrigante, falsa y eso lo odio…
-¿Un hecho militar que admire?
-Será la Campaña Admirable de Simón Bolívar, porque de ahí en adelante todo es un desastre.
-¿Qué virtud desearía poseer?
-La calma y la paz interior. Esa. Yo veo gente tan tranquila y me da una envidia.
-¿Una reforma que admire?
-Cuando se reformó el Código Civil y el Código Penal en Venezuela, gracias a todas las feministas que trabajamos para que eso sucediera. Eso fue en los años ’80; antes de esa reforma se permitía que el hombre asesinara a su mujer si la encontraba montándole cachos, y salía libre. En cambio, si una mujer encontraba al marido con otra y le hacía lo mismo, iba presa… Eso lo cambiamos y ahora somos todos iguales y tenemos el derecho de asesinar al otro, e ir presos (¡Jajajaja!).En cuando al Código Civil, uno de los cambios más importantes que logramos es que de ahí en adelante, el hombre no podía hacer y deshacer con los bienes conyugales, sin que la mujer se enterara.
-¿Cómo le gustaría morir?
-Durmiendo.
-¿Cuál es el estado más común de su ánimo?
-La alegría. Yo suelo estar alegre.
-¿Qué defectos en la gente le inspiran indulgencia?
-Será que sean brutos… Cuando es así me hago la loca.
-¿Tiene un lema o una máxima?
-Sí, es de Emil Cioran: “Solo se descubre un verdadero sabor a los días, cuando escapamos a la obligación de tener un destino”.
-Si tuviera la oportunidad de viajar en el tiempo y traer de vuelta a una persona, ¿a quién escogería?
-A mi hermano Jesús, que me hace mucha falta siempre.
-¿Qué palabra eliminaría del diccionario?
-Procrastinación. Yo no sé qué es eso y nunca lo voy a decir. ¿Para qué inventaron eso?
-¿Un ídolo?
-Tomás Eloy Martínez, fue mi ídolo como periodista y como ser humano. Lo adoré y lo adoro. Es un irrepetible.
-¿Cuál es su placer culposo?
-Comer postre. El que me pongan me lo como, menos la guanábana que la odio.
-¿Qué películas ve cuando está enferma?
-Películas gafas o dibujos animados. ¡Ay, Ratatouille! Eso es una belleza.
-¿Cuál fue la última serie que vio?
–Marsella, pero me desilusionó. Empezó muy bien y después no gustó tanto.
-¿Algo que quiera hacer y que aún no haya hecho?
-Ganarme la lotería. ¡Yo quiero tener real! (¡Jajaja!) Pero si dependiera de mí quisiera ir a Berlín, a Praga y a Viena.
-¿De qué se arrepiente?
-Quizá de no haber tenido más hijos. Yo adoro a mi muchachita, pero el amor por los hijos se multiplica en la medida en que uno tenga más, creo yo.
-¿Un sabor que le recuerde a su infancia?
-Unos cachitos que llevaban a la puerta de mi casa cuando éramos chiquitos que sabían a gloria.
-¿Una ciudad por la que sienta afecto?
-Madrid, me encanta Madrid.
*Las preguntas pertenecen al “Cuestionario Proust”, una herramienta siempre vigente cada vez que los entrevistadores quieren conocer desde otro punto de vista a los entrevistados.