En la aldea
26 diciembre 2024

En la gráfica simpatizantes del líder opositor Freddy Superlano durante una protesta en Barinas, el pasado mes de diciembre 2021.

Estado natal de Chávez vota este domingo en una elección repetida por “arbitrariedad”

La dispersión del voto opositor entre dos candidatos, uno leal y otro alejado de Juan Guaidó, puede favorecer el triunfo madurista, según analistas. La irrupción de Fermín “está desviando votos” para Sergio Garrido, ganador de una curul en el Consejo Legislativo de Barinas en las elecciones del 21N y que aceptó ser el candidato de la MUD, advierte el politólogo Jesús Castillo Molleda. Mientras, el candidato oficialista cuenta con el apoyo de toda la estructura nacional del PSUV. Entonces, este domingo 9 de enero, en las manos de los barinenses está la última palabra.

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Venezuela completará este domingo su elección regional de noviembre pasado. Tiene un asunto pendiente: la votación para gobernador en Barinas, el estado natal del fallecido expresidente Hugo Chávez, que la oposición ganó, pero que el poder judicial nacional ordenó repetir este 9 de enero.

El chavismo ganó 19 de 23 gobernaciones y el 60% de las alcaldías en juego durante los comicios del pasado 21 de noviembre. Pero Barinas, por la derrota del chavismo en uno de sus principales feudos, centró la atención nacional.

Una sentencia del Tribunal Supremo de Justicia anuló, una semana luego de la elección, la victoria del candidato de la plataforma opositora, Freddy Superlano, del partido Voluntad Popular, sobre el aspirante a la reelección en la gobernación y hermano del expresidente Chávez, Argenis Chávez.

Su margen de triunfo fue ínfimo, de solo 0,39 puntos porcentuales, pero el argumento del Poder Judicial, afín a Nicolás Maduro, fue que sobre Superlano pesaban supuestas denuncias que lo inhabilitaban para ser candidato. Seis semanas después, ninguna autoridad del Estado venezolano había especificado de qué se le acusa o por qué se le inhabilita como candidato.

Barinas es un bastión político simbólico para el chavismo. El expresidente de Venezuela entre 1999 y 2013 nació allí, en un poblado llamado Sabaneta. Su padre, y luego dos de sus hermanos, gobernaron esa región en los últimos 22 años. Analistas estiman que, por ello, se trata de un estado clave para el oficialismo venezolano. Maduro, de hecho, anunció a una figura destacada de las cúpulas del Partido Socialista Unido de Venezuela, el excanciller y exyerno de Chávez, Jorge Arreaza, como su candidato a la gobernación en el nuevo proceso.

Víctor Maldonado, politólogo y profesor de la Universidad Monteávila, opina que la repetición de la elección en Barinas evidencia “el dramático ultraje a la decencia cívica” que existe en Venezuela y da por descontado que el aspirante del partido de gobierno ganará tras la judicialización del proceso de votación.

Hace un juego de palabras para enfatizar en que se irrespetó flagrantemente la voluntad popular en ese estado llanero. “Delante de todos, se hizo trampa de la trampa en el marco de la trampa. Esas no eran elecciones competitivas. No había ninguna cualidad de ese evento para llamarla votación democrática”, dice, en entrevista con la Voz de América, en referencia al voto de noviembre.

“Poca credibilidad”

Según Maldonado, la anulación de la elección en Barinas demuestra que en Venezuela no hay condiciones de marco jurídico, ni “una Constitución vigente” que permita abonar confianza en el ciudadano y, en este caso, en el elector. A su entender, la del domingo 9 de enero será una votación en “el marco de una absoluta arbitrariedad”, que consistió en paralizar y anular la victoria opositora.

Según cifras oficiales, 607.642 electores están habilitados para votar en Barinas este domingo. En noviembre, hubo una abstención de 54% de ese padrón. Maldonado insiste en que el ciudadano barinense tiene ahora “muy poca credibilidad” en la votación. “No cree que ahí haya reglas de juego, tampoco cree que, cualquiera que sea el resultado, le va a cambiar su vida”, apunta.

“Las divisiones internas le podrían regalar la gobernación a Arreaza. Ya ocurrió en las elecciones regionales de noviembre”

Jesús Castillo Molleda, politólogo

La oposición reportó días después del fallo judicial contra la elección de Barinas que no logró inscribir a su esposa ni a un exalcalde crítico de Maduro como candidatos para la nueva votación. Ambos también aparecían inhabilitados en el sistema de postulaciones del Consejo Nacional Electoral (CNE), sin haber sido previamente notificados.

Fue así como Sergio Garrido, ganador de una curul para el Consejo Legislativo de Barinas en las elecciones de noviembre, aceptó ser el candidato de la oposición. En la fugaz campaña para la nueva elección, Garrido acusó al chavismo de convertir a Barinas en “la capital de Venezuela” mediante el uso de recursos públicos para fomentar el voto a favor del oficialista Jorge Arreaza.

El excanciller recibió los apoyos in situ de dos de las hijas de Hugo Chávez, Rosinés y María Gabriela Chávez. Reconoció, asimismo, que Barinas es un estado con mucha gente “con tanta necesidad” y se promovió como un hombre con la experiencia política suficiente para solventar las urgencias regionales.

División opositora

El objetivo de triunfo de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) puede enlodarse, entre otros asuntos, por la candidatura de Claudio Fermín, un excandidato presidencial con experiencia en la política venezolana desde hace más de 40 años, crítico de Chávez y Maduro, que se ha alejado de las posturas de quienes reconocen al opositor Juan Guaidó como Presidente interino de Venezuela.

Su presencia en el tarjetón dispersa el voto opositor, dejando a Jorge Arreaza con “la primera opción de triunfo”, opina el politólogo Jesús Castillo Molleda. “Las divisiones internas le podrían regalar la gobernación a Arreaza. Ya ocurrió en las elecciones regionales de noviembre. Si la oposición nacional hubiese ido en línea de unidad, 13 gobernaciones y 197 alcaldías se hubiesen ganado, según los resultados, cuando uno suma las votaciones”, subraya a la VOA.

En noviembre, los opositores a Maduro ganaron solo tres de 23 gobernaciones y 124 de 335 alcaldías. Expertos en materia electoral advirtieron entonces que hubo un promedio de seis candidatos opositores por cada aspirante oficialista.

En las municipalidades, se notó la división del voto opositor: la Mesa de la Unidad Democrática obtuvo 63 triunfos, pero la disidente Alianza Democrática se hizo con 37 alcaldías y partidos independientes obtuvieron poco más de 20.

La irrupción de Fermín en Barinas “está desviando votos” para Garrido, de la MUD, advierte Castillo Molleda, mientras Jorge Arreaza cuenta con el apoyo de toda la estructura nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela. Cita una encuesta de la firma Delphos, del 20 al 24 de diciembre, para su análisis: Sergio Garrido tiene 31,3% de las opciones; Arreaza, 26,2%; y Fermín, 5,5%. “El PSUV va a hacer todo lo que tenga que hacer para ganar”, afirma.

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