En la aldea
26 diciembre 2024

Tomás Guanipa: “Realmente conservo la esperanza de que esta terrible situación cambie y haré lo que esté a mi alcance para que todos los venezolanos volvamos a estar unidos”.

Tomás Guanipa: “El régimen ha sido muy eficiente en financiar y cooptar una oposición a su medida”

En la coyuntura del momento político, cuando ya son inminentes las elecciones regionales del 21N, el candidato por la Unidad a la Alcaldía del Municipio Libertador de Caracas, Tomás Guanipa, conversó con La Gran Aldea: “Carlos Ocariz que, estando muy bien posicionado en las encuestas, entendía que una dispersión del voto opositor no permitiría consolidar un triunfo (…) su sacrificio tiene un valor gigantesco”. Y agrega: “La gente está reclamando unidad (…) el pueblo no está dormido, sino que ha estado tratando de sobrevivir a la destrucción oficialista”.

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Alejandro Hernández | 12 noviembre 2021

En la recta final para las elecciones regionales y municipales pautadas para el 21 de noviembre es mucho lo que puede pasar entre quienes tienen sus nombres en juego, en especial dentro de las filas de la oposición que batalla a diario por garantizar su cohesión. En este contexto se mueve Tomás Guanipa, quien es el candidato de la Unidad para la Alcaldía de Libertador en Caracas, tras un proceso interno que en su momento levantó una oleada de comentarios y críticas. En tal sentido, el que fuera embajador del Gobierno interino de Juan Guaidó en Colombia, señala enfático: “Yo jamás le pedí a alguien que dejara de aspirar”.

Participa en este proceso tras evaluar con su familia desde diciembre pasado la posibilidad de regresar a Venezuela con todo lo que esto implica. Lamenta que no se ha tenido la eficiencia para poder comunicar quién es quién en esa “oposición” a la medida del régimen, totalmente sujeta a las decisiones de Nicolás Maduro, con actores clave para la división entre los opositores. En cuanto a la renuncia de Carlos Ocariz a su candidatura en Miranda señala que “su sacrificio tiene un valor gigantesco”.

-¿Cómo fue la negociación política que terminó con la renuncia de Carlos Ocariz a su candidatura a la Gobernación de Miranda?

-Yo creo que no fue una negociación, fue una lectura del momento político por parte de Carlos Ocariz que, estando muy bien posicionado en las encuestas, entendía que una dispersión del voto opositor no permitiría consolidar un triunfo; y frente a la imposibilidad de llegar a un acuerdo, simplemente decidió dar un paso al costado y no mantener su candidatura. Considero que es un gesto que lo enaltece y lo convierte en un referente muy importante de la unidad. Su sacrificio tiene un valor gigantesco.

“Yo insisto en un llamado a la responsabilidad, lanzarse con el único objetivo de impedir que la oposición pueda ganar la elección es el mejor juego que se le puede hacer al madurismo y una traición a la gente”

Tomás Guanipa

-Con la renuncia de Ocariz, ¿la Unidad está cediendo ante el partido Fuerza Vecinal para que no divida en municipios clave como Maracaibo o Libertador?

-No creo que una cosa tenga que ver con la otra, simplemente es un esfuerzo que está haciendo Ocariz para dar el primer paso hacia posiciones unitarias. Es una demostración de mucha seriedad por parte de Primero Justicia, y eso desencadena una serie de acciones conexas que van forjando unidad donde aún no la hay.

-¿Cómo fue el proceso para que usted pasara de embajador del Gobierno interino en Colombia a miembro de la delegación opositora en México y, en simultáneo, a candidato a la Alcaldía de Libertador?

-Estuve en un proceso de evaluación los últimos meses, porque mi partido me hizo la solicitud de regresar a Venezuela; pero eso siempre estuvo sujeto a una decisión familiar, por el riesgo que significa estar en el país. Sin embargo, desde hace más de un año Primero Justicia y otras organizaciones políticas han venido promoviendo una nueva etapa de negociación, con características distintas a las anteriores que fracasaron. En ese sentido, países tan importantes como Holanda, Noruega o Rusia, como facilitadores del proceso, generaron unas condiciones para que muchos dirigentes políticos que estaban afuera, no todos, pudieran retornar. Por eso, creo que nuestro regreso no debe entenderse como algo poco transparente, ya que no se dio a través de una negociación en particular, sino de un contexto que permitió la vuelta de, al menos, treinta opositores que estábamos en el exilio.

-¿Cómo termina siendo el abanderado a la Alcaldía de Libertador?

-Ese es un proceso que tiene mucho tiempo. En 2014 iniciamos una campaña muy fuerte en Caracas, fui el abanderado de la oposición a la Asamblea Nacional y allí logramos la primera y la única victoria importante de la oposición en el Municipio Libertador. De ahí en adelante se generó una empatía con los caraqueños, que se reflejó en las encuestas, a pesar de que yo tenía dos años fuera del país; y por eso los precandidatos de las otras organizaciones políticas me pidieron que asumiera el rol de acompañarlos como candidato único de la Unidad. Ahora, creo que se cometió un error al no contar desde el principio que eso estaba ocurriendo; pero, de igual manera, hoy estamos dando la pelea por rescatar la ciudad capital y dar un paso importante hacia el cambio definitivo en Venezuela. Debemos mirar el 21 de noviembre como un mecanismo de protesta para volver a organizar y movilizar al venezolano que está descontento.

-¿Cuál es el estatus del proceso de diálogo hoy?

-Lamentablemente, como ha ocurrido en otras oportunidades, ha habido como una estrategia de dilatación por parte del régimen y ahora de suspensión, por situaciones que son ajenas al propio proceso de negociación. Pero aprovecho para reiterar que esta instancia, que tiene como objetivo 30 millones de venezolanos, la libertad, la democracia y la atención de la crisis humanitaria, no debe sujetarse a la suerte de una persona. Esperamos que pueda retomarse, con el compromiso de discutir los temas de fondo, luego del 21 de noviembre; pero pareciera que hay una intención del madurismo de querer sustituir o decidir cuáles son sus interlocutores, pero eso no le corresponde a quienes están en el poder y no se permitirá.

“Considero que sería una desconexión total con la población no buscar cómo darle soluciones a sus problemas (…) ayudar a la ciudadanía y por supuesto avanzar en el camino hacia un cambio político nacional”

Tomás Guanipa

-¿Por qué ha sido tan difícil meter la fecha de una elección presidencial justa en la agenda?

-El tema electoral en general es la razón principal de que nosotros estemos en esa mesa, por eso siempre ha estado en la agenda el tema de elecciones libres y el de un cronograma electoral. Lo que ha ocurrido es que se han buscado áreas en las que podamos ir generando acuerdos, para darle credibilidad al proceso y, luego, entrar a discutir los puntos más gruesos y difíciles. El hecho de que yo esté participando en este proceso del 21 de noviembre y también forme parte de la delegación, me permite llevar a la mesa, de viva voz, el ventajismo, la inequidad y la falta de reglas claras que estamos padeciendo. Sin embargo, no quiero adelantarme a estrategias, el proceso en sí mismo requiere mucha discreción y prudencia; pero la agenda electoral para nosotros es absolutamente ineludible, por eso en todas las reuniones que hemos hecho hasta ahora, ha estado presente. Solo estamos a la espera de que haya voluntad para retomar las conversaciones.

-Usted hablaba de que la elección tenía que ser un mecanismo de organización y protesta; pero la campaña opositora en general ha estado lejos de ese enfoque, lo que hemos visto son promesas de gestión y discursos que rayan en el populismo.

-Hay que hacer un equilibrio. Debe ser una campaña de lucha, resistencia, de no resignación ni claudicación; frente a la intención del régimen de hacer creer que en Venezuela un cambio no es imposible. Pero también tiene que ser de generación de esperanza y de comprensión del drama que está viviendo la gente. A mí me preocupan dos cosas que oigo con frecuencia, una es que hay influenciadores y artistas que vienen de afuera al este de Caracas, y se van diciendo que la ciudad está bonita y cuidada; y la segunda, es que he oído a ciudadanos, que hacen vida en el este de la capital, decir que “aquí estamos bien, pero habría que ir a Maracaibo, Puerto Ordaz o San Felipe para ver la Venezuela destruida”. Eso me mortifica muchísimo, porque eso es como si invisibilizaran al municipio más numeroso de Caracas, que está devastado y que queda, solamente, al pasar la Autopista. No hace falta salir al interior del país para ver el deterioro de la cotidianidad de los venezolanos, porque en Caracas, donde nació Bolívar, la gente está viviendo como en África.

-¿Pero esa realidad se cambia haciendo promesas de gestión engañosas o logrando la salida del madurismo del poder?

-La gente que está viviendo en las peores circunstancias entiende perfectamente que todo pasa por un cambio de quien conduce al país, que es el responsable de este desastre, pero también quiere tener a alguien que, dentro de las limitaciones que existen, pueda ayudarle a cambiar en algo su entorno. Considero que sería una desconexión total con la población no buscar cómo darle soluciones a sus problemas. Por supuesto, es imposible desde una alcaldía resolver asuntos estructurales o de fondo, pero que puedas promover y aportar mejoras que dignifiquen un poco la vida de las personas más afectadas. ¿Por qué decirles a los caraqueños que simplemente deben aguantar hasta que haya un cambio nacional para que esas pequeñas cosas puedan ocurrir? Creo que ambas cosas, lejos de ser excluyentes, se complementan: ayudar a la ciudadanía y por supuesto avanzar en el camino hacia un cambio político nacional.

-Días atrás Leopoldo López, en entrevista con Sergio Novelli, dijo que si estuviera en Venezuela haría un ejercicio de resistencia democrática y no votaría. ¿Cómo evalúa esa declaración?

-Lo he hablado con muchos dirigentes de Voluntad Popular que son candidatos y, por supuesto, hay un desconcierto gigantesco, porque si ese partido decidió participar y el jefe de la organización, que es Leopoldo, ha estado en todas las reuniones en las que se tomó la decisión, resulta profundamente difícil de comprender que públicamente diga que él no votaría. En todo caso, creo que es una explicación que tiene que dar Leopoldo; pero a mí me parece que lo lógico es que todos asumamos una posición de cohesión y disciplina, nuestro gran adversario en este proceso no es simplemente la inequidad y la forma como el régimen abusa de las condiciones electorales, sino que, siendo una gran mayoría, nuestra gente esté dividida entre votar y no hacerlo. En ese sentido, lo responsable es que todos salgamos a hacer causa común con la participación, pero, te repito, corresponde a Leopoldo explicar por qué ha tenido esa dualidad de opiniones.

“No hace falta salir al interior del país para ver el deterioro de la cotidianidad de los venezolanos, porque en Caracas, donde nació Bolívar, la gente está viviendo como en África”

Tomás Guanipa

-¿Juan Guaidó ha tenido algún rol en esta campaña para el 21 de noviembre?

-No, la verdad es que no. Yo a Juan Guaidó lo fui a visitar apenas llegué a Venezuela y no lo he visto más. Hemos tenido algunos encuentros virtuales con varios sectores, pero no he visto ningún tipo de actuación ni en la campaña, ni en el tema de la organización de calle que deberíamos tener. Es importante que él aclare y dé su versión, porque los más perjudicados con estos dobles mensajes son los militantes de su partido, que sienten la ausencia de una posición clara; pero también perjudica la cohesión que debería existir en este momento, cuando la gente está reclamando unidad.

-¿En qué condición queda el Gobierno interino después del 21 de noviembre?

-Ese es un tema que se está discutiendo ahorita internamente, solo me atrevería a decir que aquí la prioridad fundamental debe ser conseguir la democracia para Venezuela; y en ese sentido, hay cosas que se agotan y procesos que terminan porque no lograron su objetivo principal, que en el caso del Gobierno interino era la salida del régimen. Este debate hay que darlo públicamente muy pronto, pero a dos semanas del proceso electoral hay que concentrarse en lograr la mayor participación posible, para demostrar que el pueblo no está dormido, sino que ha estado tratando de sobrevivir a la destrucción oficialista.

-¿Roberto Patiño ha tenido algún rol en su estructura de campaña?

-Hemos estado en conversaciones. Ha ido a algún acto nuestro, creo que en este momento no está en Caracas; pero ha estado involucrado y ayudando en algunos temas puntuales. Antes de la oficialización de mi candidatura, también había mostrado su respaldo y apoyo en eventos partidistas que se habían dado.

-La decisión de sustituir su candidatura fue muy cuestionada en las redes sociales y en la opinión pública en general. ¿Ha logrado cambiar la percepción que dejó dicha decisión?

-Lo primero es que nadie fue sustituido como candidato, todos ellos habían declinado su aspiración para acompañarnos y apoyarnos todos. Yo jamás le pedí a alguien que dejara de aspirar. Pero no entendí la forma como se comunicó ese tema, lo lógico era decir lo que realmente ocurrió; lamentablemente no fue así y eso generó todo lo que vimos en las redes sociales. Pero ahí quiero decir, con muchísimo respeto, que se tiende a menospreciar la opinión del caraqueño del oeste de la ciudad, por quienes viven en el este o parte de la gente que es muy informada y valiosa, pero que no vota en el Municipio Libertador y no conoce su realidad política. Te puedo decir que se hicieron unos focus y encuestas posteriores a todo ese revuelo; y no hubo ni una mención a ese proceso, ni un cuestionamiento a la decisión. Sin embargo, uno asume con humildad cualquier crítica, pero siempre le hemos dicho a los opinadores y a periodistas que nos acompañen a recorridos y vean si allí hay reproches por el nombre del candidato o alguna expresión de rechazo.

“Debemos mirar el 21 de noviembre como un mecanismo de protesta para volver a organizar y movilizar al venezolano que está descontento”

Tomás Guanipa

-¿Qué le dice a quienes cuestionan que usted siendo maracucho pretenda ser alcalde de Caracas?

-Ese es un tema con el que yo no me imaginaba encontrarme. Ha sido ángulo para atacarme en las redes, pero entre los caraqueños nunca ha sido un tema. En 2014 y 2015 hicimos una campaña muy intensa para la Asamblea Nacional y tampoco salió el asunto de ser maracucho. El caraqueño es un individuo que viene de todas partes del país y que, muchas veces, sus ancestros, llegaron de otro continente; entonces ser caraqueño es ser un ciudadano del mundo o un venezolano de cualquier parte. Entonces por mí que me sigan atacando por ese lado, que en Libertador eso no genera ningún tipo de efecto negativo.

-Ha hecho declaraciones donde habla de manipulación de encuestas por parte de Antonio Ecarri, ¿pero es Ecarri un candidato opositor?

-En los últimos años el régimen ha sido muy eficiente en promover, financiar y cooptar a una oposición a su medida. Estas personas tienen el compromiso de seguirse llamando opositores, pero están totalmente sujetos a las decisiones de Maduro y por eso están contribuyendo a la división. Tal vez no se ha tenido la eficiencia para poder comunicar quién es quién, y que de esa forma la gente los pueda identificar. En el caso de Caracas tenemos una candidatura apoyada por 39 organizaciones que hacen vida en la Unidad Democrática. En el año 2015 Ecarri hizo lo mismo que ahora y sacó el 1%, o sea, es gente que recurrentemente se ha lanzado en contra de la Unidad y ahora están tratando de generar una confusión. Yo insisto en un llamado a la responsabilidad, lanzarse con el único objetivo de impedir que la oposición pueda ganar la elección es el mejor juego que se le puede hacer al madurismo y una traición a la gente.

-Usted fue el embajador del Gobierno interino en Colombia hasta hace poco tiempo, ¿cuál es su posición con lo que ha ocurrido en Monómeros y las denuncias de corrupción?

-Yo fui embajador un año y un par de meses, me tocó toda la época de la pandemia, y nuestro trabajo fue enfocado a lo social, nunca tuve ningún tipo de vinculación en el manejo de esa empresa. Por eso lo único que puedo decir es que nosotros existimos como oposición para lograr la democracia en Venezuela, no para manejar empresas, ni activos; tampoco para burocratizarnos y estar hablando de litigios. Primero Justicia ha propuesto alternativas para que los bienes de la República en el exterior estén totalmente fuera del manejo partidista; y me parece muy equivocado que algunos insistan en mantener el funcionamiento de hasta ahora.

-¿Cómo se tomó su familia la decisión de regresar a Venezuela?

-Muy difícil, fue una discusión de muchos meses. Hay gente que dice “pero bueno, de la noche a la mañana volvió”, y eso no fue así; desde diciembre del año pasado he estado evaluando con mi familia la posibilidad de regresar a Venezuela. Por supuesto que eso generó un efecto emocional fuerte en los hijos y en mi esposa; recuerda que, en tres oportunidades, el régimen mandó a sus esbirros armados a apuntar dentro de mi casa con todos nosotros ahí. También, en tres ocasiones, en el Municipio Libertador, nos cayeron a tiros; al final uno vive en carne propia eso, pero también lo hace tu familia, por eso cuando les dije que había una oportunidad de volver, vinieron esos recuerdos de miedo y angustia. Fue una decisión profundamente difícil y muy dolorosa. Hoy, lamentablemente, no estamos todos juntos, pero es una realidad que sufren millones de venezolanos y muchos, en situaciones muy extremas y difíciles. Realmente conservo la esperanza de que esta terrible situación cambie y haré lo que esté a mi alcance para que todos los venezolanos volvamos a estar unidos.

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