En la aldea
26 diciembre 2024

Las cinco patas del revocatorio

Aunque la propuesta ha de venir, sobre todo, de la ciudadanía que se logre organizar para ello; también es cierto que la conducta que al respecto adopten los dirigentes y partidos políticos tendrá mucho que ver con la suerte final de la iniciativa. ¿Es como quien demanda a alguien que se cogió algo que no es suyo, para que lo devuelva? “El referéndum revocatorio es esa demanda. Es, al igual que ella, la manera que tenemos de recuperar la democracia que nos han robado. No hay que darle más vueltas, ni buscarle las cinco patas al revocatorio”.

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Diego Bautista Urbaneja | 01 noviembre 2021

Se deja ver que el debate que se aproxima en el seno de las fuerzas democráticas del país va a girar en torno al tema del referéndum revocatorio (RR).Las declaraciones del rector del Consejo Nacional Electoral (CNE) Roberto Picón que a partir del 10 de enero queda abierta la posibilidad de solicitar el revocatorio, ha puesto de sopetón el tema sobre el tapete.

Habrá de todo en esa discusión. Se oye decir que algunos políticos con aspiraciones no ven con simpatía la idea, montados más bien en el 2024. Los partidos no parecen estar por los momentos muy pendientes del tema. Aunque pienso que la propuesta ha de venir, sobre todo, de la ciudadanía que se logre organizar para ello; también es cierto que la conducta que al respecto adopten los dirigentes y partidos políticos tendrá mucho que ver con la suerte final de la iniciativa. En particular, la conducta que adopten, a la larga o a la corta,  quienes vayan a quedar elegidos como gobernadores o alcaldes de estados y municipios, sobre todo los más importantes.

Otras voces críticas de la idea hacen gala de un sorprendente formalismo jurídico o lógico, frente a un hecho que es ante todo de índole política. En esto se puede llegar hasta el infinito. En estos días alguien tuiteo: “El chavismo va a incentivar y pagar la promoción del revocatorio y abortarlo cuando más le convenga”. Así no hay manera de hacer nada, porque todo puede ser una conspiración del régimen.

Habrá tiempo de abordar todo eso a medida que se acercan los plazos, se definen los actores iniciales de la propuesta, y en general las figuras y organizaciones públicas y políticas van adoptando sus posturas.

“Hay que pagar un costo, debido a que Maduro ejerce el poder. El costo es tener que hacer todo lo que habrá que hacer, vencer todas las resistencias que habrá que vencer, para lograr que el RR se haga y se lleve a feliz término”

Pero hay un argumento que ha surgido como impulsado por un resorte al no más mencionar la idea del referéndum revocatorio: que ello supone reconocer a Nicolás Maduro como presidente legítimo, cosa que las fuerzas democráticas no pueden hacer pues ello sería incoherente con la tesis de la usurpación.

Eso de ninguna manera es así. Tomar la ruta del referéndum revocatorio de ningún modo supone tal reconocimiento. Muy sencillamente, es una herramienta que está allí, disponible para lograr la salida de Maduro del poder. Es constitucional, democrática, pacífica, electoral. En tal sentido, es nacional e internacionalmente inobjetable. Ojalá ese de “la incoherencia” fuera el problema.

Las dificultades son otras, más reales. Cosas tan pedestres y fácticas como que el régimen no lo va a permitir, sirviéndose para ello del CNE y/o los tribunales, o que si acaso lo permite es asegurando, vía la manipulación de los resultados, que el referéndum revocatorio no resulte victorioso para las metas democráticas. También es un problema real el de superar las resistencias internas, con sus respectivos argumentos, que dentro de los mismos elementos democráticos pueda encontrar la propuesta.

El argumento de que el RR implica el reconocimiento a Maduro no es pertinente. Aducirlo es caer en refinamientos “lógicos” por completo inapropiados para la situación. El revocatorio es el recurso legal que   en los hechos tenemos los ciudadanos para demostrar que Maduro usurpó el cargo que ocupa. Como quien demanda a alguien que se cogió algo que no es suyo, para que lo devuelva.

El referéndum revocatorio es esa demanda. Es, al igual que ella, la manera que tenemos de recuperar la democracia que nos han robado. No hay que darle más vueltas, ni buscarle las cinco patas al revocatorio.

Hay que pagar un costo, debido a que Maduro ejerce el poder. El costo es tener que hacer todo lo que habrá que hacer, vencer todas las resistencias que habrá que vencer, para lograr que el RR se haga y se lleve a feliz término.

No nos enredemos nosotros mismos con objeciones jurídicas y “lógicas”, que se revelan, como sin fundamento o como no pertinentes. Bastantes problemas prácticos tendrá el RR por delante como para que encima tenga que combatir silogismos.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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