En la aldea
06 diciembre 2024

Josu Ortiz, compositor, arreglista, productor y pianista venezolano.

🎥Josu Ortiz, talento y trabajo

Un venezolano que ama la música desde los 7 años de edad. Su formación académica fue acompañada por profesores de la talla de Adolfo Forjonel, Gerry Weil y José Ramón Carranza. Desde Los Ángeles la música que hace Josu Ortiz ya cautivó las pantallas y suena en una de las series más vistas en el mundo: “100 días para enamorarnos”. A quienes se están iniciando en la composición musical les recomienda: “Escribir música todos los días, ya que mientras más lo hacemos mejor nos volvemos”.

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Carolina Jaimes Branger | 10 diciembre 2020

Desde niño quiso ser músico. Empezó con el cuatro, de la mano del maestro Adolfo Forjonel. De allí saltó al Conservatorio Juan José Landaeta, donde estudió piano y solfeo. Por su cuenta, aprendió a tocar guitarra. Cuando terminó el bachillerato, la decisión Josu Ortiz estaba tomada: Sería músico hasta el resto de su vida. Habiendo trabajado con los maestros Gerry Weil y José Ramón Carranza, se graduó de pianista.

Su sueño era estudiar en Berklee College of Music, en Boston, de donde han salido estrellas como Branford Marsalis, Quincy Jones, Al Di Meola, Catriona Gray y nuestro muy cercano Juan Luis Guerra. Pensaba que era algo inalcanzable, pero se preparó, fue a la audición y fue admitido.

Una vez graduado se fue a vivir a Nueva York donde tuvo trabajos que lo llenaron de satisfacción. Pero Josu sabía que quería dedicarse a la composición y Los Ángeles era el sitio perfecto para estar… y para allá se fue. Tuvo razón: Ahí conoció al maestro Michael Levine, famoso por la música de la serie “Cold Case”, quien se convirtió en su mentor.

Hoy, la música de Josu está en una de las series más vistas en el mundo: “100 días para enamorarnos”. Se asoció con otro venezolano, el “Morocho” Gavidia, y están montando una biblioteca de música venezolana para la librería musical Mpath, curada por el maestro Levine. Quiere llevar la música venezolana a otras latitudes.

El éxito no lo ha cambiado: Más bien, siente más responsabilidades. Y espera que su madre, Venezuela, lo esté viendo con orgullo. ¡Por supuesto que sí!

-¿Cuándo y dónde comenzaste a estudiar música?

-Toda mi formación fue en Caracas. Comencé a estudiar música de manera privada cuando tenía 7 años. Adolfo Forjonel era mi profesor de música y con él aprendí a tocar cuatro. Luego de eso, estudié en el Conservatorio Juan José Landaeta piano y teoría y solfeo por 5 años. Luego de eso no recibí más clases en el Conservatorio, pero en aquel tiempo aprendí a tocar guitarra. Hasta que me gradué de bachiller y decidí que quería dedicarme a la música por el resto de mi vida. Decidí entonces, estudiar en el Taller de Arte Sonoro, donde recibí educación en el área de Ingeniería de Sonido. En ese momento decidí también retomar el piano con José Ramón Carranza, y luego con el maestro Gerry Weil, con quien estudié por cinco años. También estudié dos años en el Taller de Jazz Caracas, de donde me gradué de pianista.

“En música para cine se debe siempre complacer al director, ya que ellos siempre saben lo que quieren, pero si alguien les da la oportunidad de ser creativos, no la desperdicien imitando a otros”.

-Cuando te fuiste a Estados Unidos, ¿qué planes tenías?

-La intención siempre fue irme a estudiar. Siempre quise ir a una universidad como Berklee College of Music, y siempre la consideré inalcanzable, pero luego de mucha preparación, hice la audición y me aceptaron. Me mudé a Boston en mayo de 2013 e hice mi carrera en Composición, Arreglos y Producción Musical y Composición Clásica. También estudié piano y un “minor” en música para televisión y media. Luego viví en New York por un tiempo, pero me di cuenta de que, en realidad, lo que quería en mi vida era componer. New York me brindó muchas experiencias y oportunidades muy bonitas, como por ejemplo grabar un video para Congahead con Nella. Sin embargo, sentí que para ganarme la vida componiendo música necesitaba venir a Los Ángeles, y aquí estoy. Aquí conocí al compositor Michael Levine de la serie Cold Case y él se convirtió en mi mentor.

-Siempre hablas de la influencia que la música de Guaco tuvo en ti, aunque tu estilo es personal. ¿Qué otras influencias sientes que has tenido?

-Tengo muchas influencias y todas dependen del momento educativo en el que estaba. De niño, mi papá me compraba discos de Yordano. Creo que esos cantantes de los ‘80 como Yordano, Ilan Chester y Franco De Vita son una gran influencia. En el Conservatorio, lo que más disfrutaba tocar eran los valses venezolanos, tanto en el piano como en la Estudiantina donde tocaba cuatro, así que el vals es muy importante para mí. De adolescente me enamoré del rock y el metal, y aunque no lo creas, Metallica fue y sigue siendo mi banda favorita. Luego viene el jazz y artistas como Chick Corea y Snarky Puppy. Por supuesto la música de John Williams, Hans Zimmer y Howard Shore son muy importantes. Y luego está la música académica por períodos, creo que Bach, Mozart, Mahler y Debussy son los que más me han influenciado. Últimamente he escuchado mucha música medieval, por ejemplo, Hildegard von Bingen.

-Ahora tu música suena en la sexta serie más vista en el mundo, “100 días para enamorarnos”. Eso es la puerta del éxito. ¿Ha cambiado en algo tu vida?

-Ha cambiado desde el punto de vista de la exigencia. Sigo escribiendo música como siempre, pero cada vez la exigencia es mayor, tanto de los demás como de mí mismo. Siempre me estoy preguntando ¿qué puedo hacer mejor en el siguiente tema?, ¿cómo puedo mejorar y qué cosas puedo aprender y estudiar? También, siento ahora un poco más de respeto de algunos colegas que admiro y eso me llena de mucha satisfacción. Me siento sumamente agradecido con el equipo de Music Mind Group por haberme seleccionado, por confiar en mí y por supuesto por todo el aprendizaje.

“Escribir música todos los días, ya que mientras más lo hacemos, mejor nos volvemos”.

-¿Qué viene ahora, qué planes tienes?

-Este año me asocié con Yonathan “Morocho” Gavidia, que para mí es el mejor percusionista de música venezolana. Es la persona que graba los discos de C4 Trío y Rafael “El Pollo” Brito. Estamos trabajando en un álbum de música venezolana que va a ser distribuido por la librería musical Mpath, que es un catálogo de música para el cual trabajo como compositor e ingeniero de mastering, y es curada por Michael Levine. En este álbum estamos explorando los ritmos venezolanos para fusionarlos con elementos que permita a la música venezolana estar en series y películas, elementos orquestales y también sonidos electrónicos. El “Morocho” y yo consideramos que los ritmos venezolanos tienen ese poder de exportación. Queremos escuchar un “Culo e’ puya” en una escena de acción o un bambuco en una escena épica. También estoy trabajando en un álbum a piano solo, que tendrá material audiovisual. Son temas originales y, antes de sacar el álbum, voy a lanzar algunos arreglos en formato single de artistas favoritos y temas que siento que pueden ser interesantes para tocar a piano solo, con material visual. Por ejemplo, estoy haciendo un arreglo de “Fade to Black” de Metallica. También estoy trabajando en un musical con una empresa que se llama Puppetry Arts. Es una compañía que hace teatro musical para el este de Estados Unidos. Estamos trabajando en un musical con títeres que se llama “Anthropomorphic”, y en otro musical infantil de Navidad de un personaje que se llama Tuffy Tiger.

-¿Qué consejos le das a quienes se están iniciando en la composición musical?

-Que sean fieles a lo que son. En música para cine se debe siempre complacer al director, ya que ellos siempre saben lo que quieren, pero si alguien les da la oportunidad de ser creativos, no la desperdicien imitando a otros. También recomiendo escuchar mucha música, incluso cosas poco intuitivas, ya que eso abre la imaginación. Otra recomendación es componer y componer. Escribir música todos los días, ya que mientras más lo hacemos mejor nos volvemos. Mi última recomendación es aprender a utilizar la tecnología que existe. Hace no mucho los compositores debíamos contratar músicos para que tocaran nuestra música y escuchar. Hoy en día contamos con herramientas que nos permiten secuenciar música en una computadora y escucharla de forma muy realista.

-¿Qué significa Venezuela para Josu Ortiz?

-Venezuela es mi madre, me vio nacer, me crió, me dio de comer, me educó, me llenó de experiencias increíbles, me regañó cuando tenía que hacerlo, y aunque ahora la extraño, espero que me esté viendo con orgullo.

*Las fotografías fueron facilitadas por la autora, Carolina Jaimes Branger, al editor de La Gran Aldea.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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