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02 diciembre 2024

🎥El Beatle tranquilo

George Harrison era el menor de los cuatro. Su amistad con Paul McCartney le llevó a conocer a John Lennon, y participar en The Quarry Men, el embrión de The Beatles. Tenía 15 años y un gran talento para tocar la guitarra. Años de trabajo “callado” componiendo muchos de los más famosos éxitos de los cuatro de Liverpool. Luego de la separación de The Beatles, Harrison tenía material suficiente para publicar dos discos. Poco se supo de su vida pública, hasta que el 29 de noviembre de 2001 se anunció su muerte.

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José Ignacio Hernández G. | 29 noviembre 2020

Alguna vez George Harrison dijo que su aspiración como músico había sido ser exitoso, no famoso. De los cuatro, Harrison quizás fue el que peor llevó la fama de la beatlemanía, al punto que la prensa lo llamó el “Beatle tranquilo”.

Este 29 de noviembre se cumplen 19 años de su muerte, lo que es una buena excusa para hacer un repaso de las que considero son las mejores composiciones de un músico cuyo talento quedó en cierto modo eclipsado por el furor de la beatlemanía.

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Harrison era el menor de los cuatro. Su amistad con Paul le llevó a conocer a John, y participar en The Quarry Men, el embrión de The Beatles. Tenía 15 años y un gran talento para tocar la guitarra. Su personalidad, un tanto retraída, dejó campo abierto a la explosiva combinación Lennon-McCartney, y a la extrovertida personalidad de Ringo Starr.

Esto llevó a que, en los inicios de la banda, su talento quedase relegado a un segundo plano. Pero desde esa posición, Harrison logró imprimir su sello. Basta oír el distintivo riff de And I Love Her (1964), para comprobar la importancia de este segundo plano. La canción es básicamente una composición de McCartney, pero Harrison introdujo cuatro notas que elevaron la calidad de la pieza -como el propio McCartney reconoce-.

La influencia fue mucho más allá. Fue Harrison el primero en interesarse en la música india, luego de que escuchara a unos músicos tocar el sitar en la grabación de Help!, en 1965. Poco después, The Beatles introducirían el sitar en Norwegian Wood (This Bird Has Flown), rompiendo para siempre los moldes tradicionales de la música popular.

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La prolijidad del dúo Lennon-McCartney opacó la faceta de Harrison como compositor. De las más de 200 canciones grabadas por The Beatles, Harrison compuso 22 (la gran mayoría hacia el final de la carrera del grupo). Pero más allá de este dato cuantitativo, destaca la calidad de sus canciones.

Así, hay canciones que introducen temas políticos, incluso antes que Revolution, el himno político compuesto por Lennon en 1968. Taxman (1966), con la cual abre Revolver -en ocasiones, mi disco preferido– incluye una aguda crítica a la voracidad tributaria del gobierno británico de Harold Wilson -quien, junto al líder conservador, Edward Heath, aparece en la canción. Asimismo, en Piggies (1968), incluida en The Beatles (conocido también como The White Album), Harrison critica al establishment político, inspirado en Animal Farm, de Orwell:

“¿Has visto los cerditos más grandes, con sus camisas blancas almidonadas Encontrarás los cerditos más grandes, removiendo la suciedad.
Ten siempre camisetas limpias para jugar”

Hay también joyas ocultas. Cuando alguien me dice que no le gusta The Beatles, suelo responder que el problema es que no se conoce a The Beatles más allá de She Loves You. Para Sgt. Pepper’s (1967) -a ratos, también, mi disco preferido- Harrison compuso una sola canción: Within You, Without You. George Martin empujó a Harrison a componer una pieza que se saliese de los parámetros habituales, como requería el disco. La canción resume toda la experiencia en la India, donde The Beatles pasaron una temporada en 1966 bajo la guiatura de Maharishi Mahesh Yogi. En especial, la canción demuestra la influencia del músico indio Ravi Shankar, quien llegaría a ser gran amigo de Harrison.

Luego está The Inner Light (1968), editada como lado B de Lady Madonna. No solo la canción demuestra la impronta de la música india en Harrison sino que, además, refleja el interés del grupo por la meditación trascendental. La letra está inspirada en el Tao Te Ching, texto clásico chino del taoísmo filosófico. Harrison conoció este texto por Joan Mascaró, traductor español, quien le envió copia de su libro, Lamps of Fire, que recopila diversos textos religiosos, incluyendo, en el número 48, la traducción que le dio nombre a la canción.

En The Beatles, está una de las mejores canciones de Harrison, While My Guitar Gently Weeps. Como The Beatles peleaban mucho durante las grabaciones, Harrison decidió invitar a un amigo a grabar el solo de guitarra en esa canción, y así ayudar a mejorar el ambiente. Esta es la razón por la cual Eric Clapton grabó con The Beatles. La amistad entre ambos no se rompería si quiera luego de que Clapton se enamorara perdidamente de la esposa de Harrison, componiendo para ella Layla, de 1970. Pattie Boyd tiene el extraño privilegio de ser ex esposa de dos de los mejores guitarristas de la historia.

En Abbey Road (1969), el último disco grabado por The Beatles, Harrison incluyó las que son, sin duda, sus canciones más conocidas de esta etapa. La primera es Something, que en una ocasión Frank Sinatra calificó como “la mejor canción Lennon-McCartney”. Harrison corrigió el error, forjándose una amistad entre ambos músicos (Sinatra grabaría una versión después, de la que considero como “la mejor canción de amor jamás escrita”). La segunda es Here Comes The Sun, que Harrison escribió en la casa de Eric Clapton. La canción gira sobre un tema al cual volvería Harrison en su primer disco en solitario: Que, a pesar de los malos ratos, todo pasa. De hecho, Harrison compuso la canción en un momento en el que intentaba sobrellevar problemas personales y una tensa relación con sus compañeros de grupo.

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No es de extrañar que luego de la separación de The Beatles, Harrison tuviera material suficiente para publicar no uno, sino dos discos. En noviembre de 1970 editó el disco doble All Things Must Pass, que incluye muchas de las composiciones que quedaron rezagadas de su época Beatle, incluyendo la que otorga el título al álbum. Una de las primeras versiones puede escucharse en el número 3 de Anthology, la recopilación definitiva de todo el material preparatorio de las grabaciones del disco. La canción ha debido incluirse en el proyecto Let It Be (1969), pero no encontró lugar en la lista definitiva de canciones.

Esta pieza refleja las convicciones filosóficas y religiosas de Harrison, que como vimos, estaban presentes en varias de sus canciones con The Beatles:

“En realidad la oscuridad solo permanece durante la noche,
por la mañana se desvanecerá.
La luz del día es buena cuando llega en el momento adecuado,
no siempre va a estar así de gris”

En ese disco también se incluye My Sweet Lord, primer número uno de Harrison (lo que la convierte en una de las pocas canciones religiosas que ha tenido éxito en la música pop). Harrison fue demandado por plagio, pues la canción reproducía parte de la melodía de He’s So Fine, grabada por The Chiffons en 1962. El juez consideró que Harrison había incurrido en plagio inconsciente. Harrison resolvería el problema tiempo después, al adquirir Bright Tunes, propietaria de los derechos de He’s So Fine, burlándose de todo ello en This Song, incluida en ThirtyThree& 1/3 (1976).

En 1973 Harrison publica Living in the Material World, que también sirve de título no solo a una canción, sino además al documental de 2011 dirigido por Martin Scorsese. Allí encontramos Give Me Love (Give Me Peace on Earth), en la que Harrison habla, cándidamente, de su relación con Dios:

“Dame esperanza,
ayúdame a sobrellevar esta pesada carga,
sigo tratando de tocarte y alcanzarte con corazón y alma”

Harrison, a diferencia de McCartney, e incluso de Starr y de Lennon (aquí, hasta 1975), prefirió una vida más apartada del espectáculo, para escapar de aquello que fue la beatlemanía. Por eso los altos y bajos de su carrera musical, generalmente distendida en el tiempo.

En 1981, tras ciertas decepciones musicales, publica Somewhere in England, que incluye su homenaje a Lennon, asesinado pocos meses antes. La relación de Harrison con Lennon se había deteriorado (Lennon se quejó de que, a pesar de haber inspirado a Harrison en sus inicios, éste apenas si lo mencionada en su autobiografía). Harrison tomó la música de una de sus canciones y ajustó su letra, para componer All Those Years Ago:

“Mientras hablo de la importancia de compartir
otros no actúan con mucha honestidad,
pero tú señalaste el camino a la verdad cuando dijiste:
Todo lo que necesitas es amor”

La canción, además, cumplió en parte con una aspiración de muchos fanáticos: La de ver a The Beatles reunidos de nuevo, pues McCartney y Starr participaron en la grabación. Ese mismo año se volverían a juntar en la boda de Starr con la actriz Bárbara Bach (que entre otras películas, protagonizó The Spy Who Loved Me, en el film de James Bond). La foto de la boda tiene el gran vacío dejado por Lennon.

En 1987 Harrison publica Cloud Nine. Allí está su versión de Got My Mind Set on You, pieza de Rudy Clark que James Ray grabó en 1962. Ray fue un músico de R&B de relativo éxito, que The Beatles conocieron e incluso, versionaron. La grabación original Ray es una extraña mezcla de R&B y mambo. Harrison transformó completamente el arreglo musical en una melodía pegajosa que llegó al número 1 en 1988 (el último número 1 de cualquiera de los integrantes de The Beatles a la fecha).

Pero la canción que destaca en este disco es When We Was Fab, en la que Harrison recuerda su época en los “Fab Four”:

“Los microscopios magnificaron las lágrimas
estudiando incluso las verrugas
aún así, la vida fluyó una y otra vez
Fab – hace mucho tiempo cuando éramos fabulosos”

Al año siguiente, Harrison se juntaría con sus amigos para formar una super banda, The Traveling Wilburys, junto con Jeff Lynne (con quien había trabajado en Cloud Nine); Tom Petty (amigo de Starr y Harrison durante los ‘70), Roy Orbison (quien hizo giras junto a The Beatles), y Bob Dylan (de gran influencia en la composición de Lennon). Handle with Care es la mejor muestra de esta poco común agrupación de músicos.

Harrison mantuvo su vida retraída después de este disco. A mediados de la década de los ‘90 se juntaría con los miembros sobrevivientes de The Beatles, para producir Anthology, la antología definitiva de toda la obra del grupo, incluyendo el lanzamiento de dos canciones originales, basadas en cintas que Lennon había dejado: Free as a Bird y Real Love.

Poco se supo de la vida pública de Harrison, hasta que el 29 de noviembre de 2001 se anunció su muerte, luego de una larga batalla. Al año siguiente su hijo, Dhani, pudo completar el disco que había quedado incompleto, Brainwashed. En Any Road, Harrison parece hacer un resumen de su vida -agitada, pese a su voluntad-.

“Oh, he estado viajando en barco y en avión
en coche, en bicicleta, en autobús y en tren
viajando allí y viajando aquí
en todas partes en cada equipo”

Justo un año después de su muerte, Eric Clapton organizó Concert for George, en la que reunió a varios de los amigos de Harrison, como Ravi Shankar, Jeff Lynne, Joe Brown, Tom Petty, Paul McCartney y Ringo Starr. Hasta Tom Hanks participó en una escena con Monty Python (cuya película de 1979, Monty Python’s Life of Brian, Harrison ayudó a producir, durante su paso por la industria del cine).

Joe Brown cerró el concierto con un impecable arreglo de I’ll See You in My Dreams, de Gus Kahn e Isham Jones, que este había grabado originalmente en 1925. Brown tocó la canción en el ukelele, uno de los instrumentos favoritos de Harrison. La letra melancólica de la canción, que habla de “toda la felicidad que solía existir”, rememoraba los recuerdos de los amigos más cercanos de Harrison.

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Para la prensa de la beatlemanía, Harrison fue el Beatle tranquilo. El propio Harrison renegaba de ese título, pues su carrera había sido cualquier cosa menos tranquila. Alguna vez Lennon dijo que lo que más le sorprendía de aquella época es que los cuatro Beatles lograron salir vivos de todo aquello (eludiendo el destino de músicos como Jim Morrison). Harrison logró sobrepasar esta vorágine, en parte, con su música, inspirada en su experiencia religiosa y su convicción de que más allá de la vida material había un “cielo espiritual”, como dejó escrito en la letra de Living in the Material World.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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