El integrante del Comité Organizador de la Consulta Popular, Horacio Medina, defiende esta iniciativa no solo por ser una herramienta para la ciudadanía contemplada en la Constitución Nacional, sino porque considera que permitirá “empoderar al Gobierno interino (de Juan Guaidó) con una decisión clara e inequívoca” de que se activen los mecanismos necesarios para lograr el “cese de la usurpación”.
Al ser consultado sobre el presupuesto destinado y de dónde provienen los recursos, explicó que tanto la Asamblea Nacional como la Presidencia encargada solicitaron que fuera lo más ajustado posible a las realidades socioeconómicas del país. “No vienen del narcotráfico, no vienen del robo, del lavado de dinero, ni de ninguna empresa del Estado venezolano. Existe una cantidad de declaraciones irresponsables, tendenciosas y falsas sobre si hay un financiamiento por parte de Citgo y de todas estas empresas. Eso es totalmente falso”, aseveró.
Medina, quien se separó temporalmente de la directiva ad hoc de PDVSA para dedicarse a la preparación de la consulta popular, afirma que este proceso será transparente y auditable, activará mecanismos para garantizar que haya una manifestación-una persona y para mantener la confidencialidad de los datos de los venezolanos que decidan participar dentro y fuera del país entre el 5 y 12 de diciembre.
-Queda menos de un mes para la consulta popular y aún hay detalles del proceso sin aclarar, ¿qué ocurre?
-Yo creo que finalmente hemos encontrado superar algunos obstáculos que habíamos tenido. Pertenezco al comité organizador, pero estoy mucho más entregado a lo que significa, junto a la doctora Isabel Pereira, la consulta popular en el exterior. Las definiciones que están pendientes que están relacionadas con la parte técnica, sobre todo la parte virtual y técnica, lo que está relacionado con las preguntas, lo que está relacionado con la conformación de los comités, pues funciona de una manera muy similar en el exterior y en Venezuela. Eso es algo que estamos esperando para definir muchos equipos en el exterior y poder comenzar a informar de una manera masiva de qué se trata esto y cuáles son las condiciones y normativas.
-¿Cuáles son esos obstáculos que dice que han podido superar?
-Primero, ha habido muy poco tiempo; creo que ese es el obstáculo mayor. No tiene ningún sentido dejar de reconocer eso. Estamos trabajando contra el tiempo, tratando de avanzar lo más que se pueda. Luego, tomamos un tiempo en definir cómo iba a ser esta nueva versión que definitivamente es innovación sobre la participación ciudadana, que tiene una presencia mixta y también una manifestación de voluntades de carácter virtual. Llevar adelante todo esto en función de las plataformas, tecnologías, facilitar la participación, seleccionar algunas condiciones para poder chequear y verificar que esto sea un proceso claro, transparente, verificable y auditable, nos tomó un tiempo que inevitablemente había que tomárselo. Ya superado esto, estamos trabajando fuertemente en la narrativa, la forma de comunicar… Mucha gente piensa mal que es una iniciativa que nació bien en el Gobierno interino, bien en la Asamblea Nacional o bien en los partidos políticos y si uno revisa se da cuenta que esta iniciativa que nació en el seno de la sociedad civil tiene más de un año tratando de buscar su espacio hasta que logró encontrarlo. Necesita la integración a estos grupos que tradicionalmente lo venían efectuando. Esa necesaria integración toma un tiempo. En el exterior es el proceso invertido. Ahora tenemos un Gobierno interino, una cancillería, embajadores, comisionados especiales, 32 diputados en el exilio que están integrándose en este proceso y además tenemos muchos líderes de partidos políticos que se están reagrupando en varios países en el exterior. Eso también toma un tiempo.
-Dice que esta iniciativa tiene más de un año tratando de abrirse espacio, ¿cree que llega tarde esa decisión de una consulta popular?
-Yo no puedo decir que llega tarde. Yo hubiese preferido que llegara antes, es cierto. Pero llega en el momento que se logra ganar la aceptación porque de otra manera era imposible hacerlo. La sociedad civil por sí sola no puede llevar adelante este proceso. Necesita la colaboración, el apoyo, el impulso que le tienen que dar necesariamente los partidos políticos. Yo creo que es absurdo pensar que puede existir una democracia solamente manejada por sociedad civil o solamente manejada por partidos políticos. En este tipo de procesos que es un derecho constitucional, que está claramente identificado en el Artículo 70 de la Constitución… Sí, efectivamente era mucho mejor hacerlo antes, pero es un proceso de discusión, de debate, de entendimiento y de lograr acuerdos que son imprescindibles en cualquier momento democrático.
-Sin embargo, hay un sector de la oposición que sigue en desacuerdo con la consulta popular.
-Yo creo que no existe, de verdad, ninguna razón que pueda tener sensatez de oponerse a la consulta popular. Primero, es un derecho consagrado en la Constitución. Segundo, toda consulta popular, toda consulta a los ciudadanos es una base fundamental de la democracia. ¿Cómo oponerse a un derecho constitucional y a la base fundamental de la democracia? Eso es algo que yo no puedo comprender. Es posible que alguien para oponerse diga que ‘hay poco tiempo para hacerla’, ‘no me gusta que Horacio Medina esté en el comité organizador’, por decirte algo, ‘no me gustan las preguntas’. Eso está bien, es algo que requiere un debate y una discusión. Pero, oponerse tozudamente a un precepto constitucional que es el derecho de los ciudadanos y a la base fundamental de la democracia, me parece un absurdo y una sinrazón. La consulta se va a adelantar y yo pienso que muchos de aquellos que hoy en día no se identifican, se van a identificar, cuando puedan entender el alcance que esta consulta popular podría llegar a tener cuando haya un pronunciamiento masivo.
-¿Realmente hay un consenso dentro de las organizaciones políticas? Ha trascendido que hay inconformidad por parte de algunas fracciones que denuncian no ser escuchadas.
-Hasta donde yo sé, hay consenso. Hasta donde yo lo percibo y así te lo puedo decir con toda la convicción, en el exterior yo no he encontrado eso que mencionas. Nosotros hemos tenido reuniones con grupos de más de 46 países hasta este momento, han participado embajadores, diputados, liderazgos políticos de los diferentes partidos. Hemos tenido reuniones con fracciones internacionales, si se puede decir así, de los partidos políticos venezolanos que están hoy en día reagrupándose en el exterior. Hemos compartido puntos de vista, hemos escuchado sus preguntas, hemos respondido las que tienen respuestas en estos momentos, y yo he sentido honestamente un espíritu de colaboración y de integración. Es probable que haya desencuentros. Yo creo que nosotros siempre tendemos a buscar que si no hay algo monolítico, no existe… Yo sí creo que ha sido un producto de muchas discusiones, muchos encuentros, llegar a acuerdos y por eso el proceso se extendió. Pero eso para mí en lo absoluto lo descalifica, al contrario, habla muy bien de lo que se está tratando de hacer en el mayor espíritu de cooperación. ¿Que no existe algo que sea monolítico? Probablemente no. ¿Hay desencuentros? Los hay. Yo también tengo desencuentros en algunas posiciones y sin embargo eso no evita que siga colaborando porque entiendo que eso forma parte de lo que significa el espíritu democrático.
-¿En qué puntos tiene desencuentros?
-Yo creo que las preguntas no es necesario cambiarlas, de ninguna manera pretendería proponer un cambio. Sí pretendo que sean expresadas de una manera mucho más clara y expeditas, que puedan ser comprendidas a la primera lectura y que no tengan que ser explicadas. Lo que he dicho claramente es que esas preguntas fueron hechas por el mundo político para entenderlas desde el mundo político; y deberían ser preguntas hechas por el mundo político para que las entiendan los ciudadanos a quienes está dirigida la consulta. Creo que necesitarían ser reestructuradas, reformuladas y emitidas de una manera mucho más sencilla, que la gente lo pudiera entender. En ese sentido yo tengo un punto de diferencia, en decir que es necesario hacer eso y creo que lo hemos argumentado y eso se está discutiendo y se llegará a algún tipo de acuerdo. Pero yo no te voy a decir que me gustan así como están, pero entiendo y comprendo claramente que este ha sido un proceso de acuerdos, de ceder posiciones, donde lo que impera primordialmente es que se haga la consulta popular, se consulte a los ciudadanos y se obtenga de allí la decisión de toda una ciudadanía o por lo menos una representación importante de los ciudadanos venezolanos.
-Pero las críticas a las preguntas no son solamente porque no se entienden. Hay quienes señalan que son excluyentes, ¿lo consideran así?
-No entiendo qué quieren decir con excluyentes. Reconociendo que las preguntas pueden ser complicadas y no están redactadas de la mejor forma posible para ser entendidas, te diría que no puede haber ninguna exclusión. Si una pregunta tiene un sí y un no, nadie se puede sentir excluido. Si la respuesta estuviera inducida a que todo el mundo diga sí, hay una exclusión para los que opinan que no, pero los que digan que no pueden decir no porque no es una consulta de la oposición, es una consulta abierta a todos los ciudadanos venezolanos, mayores de 18 años, con cédula de identidad ¿Cuál es la exclusión? A mí me parece que ese es otro argumento absolutamente absurdo, tendencioso y falso. Están convocados todos los ciudadanos y cada una de las preguntas tiene una alternativa de sí o no. A menos que se sientan excluidos los que digan ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Ahí sí se pueden sentir excluidos aquellos que no quieren tomar ninguna posición, pero quienes tienen el perfecto derecho de tomar una posición a favor o en contra, no pueden sentirse excluidos.
-¿Cómo definirán en el exterior los puntos itinerantes?, ¿cuántos serían?, ¿dónde los ubicarían?
-Vamos a tratar de cubrir la mayor cantidad de países y ciudades que sean posibles, pero nuestra aspiración es, al menos, lograr tener participación en 70 países. Si podemos hacer más, haremos más. Nosotros tenemos venezolanos en Japón, Kenya, Singapur, Chipre, Malta. Hay muchísimos países con pequeñas comunidades que, positivamente sorprendidos, se han organizado, han manifestado su derecho de participar. ¿Qué es lo que haría la sensatez? Darle prioridad importante a donde hay mayor volumen de ciudadanos. Eso lo hemos hecho. Creo que una primera estimación que hemos tenido es que puede haber unas 600 ciudades participando. ¿Cómo vamos a ubicar los puntos? Existe un antecedente relacionado con algunas primarias que se hicieron para el 2012-2013, está también un ejercicio importante de apoyo para la Asamblea Nacional en 2015, y está por supuesto la gran base fundamental que tenemos desde el punto de vista de estructura que fue el 16 de Julio de 2017. Con base a eso hemos iniciado ese proceso que nos ha permitido avanzar profundamente, pero con dos cambios importantes. Uno, las limitaciones que ofrece la altísima probabilidad de la segunda ola de coronavirus que sinceramente va a marcar de una manera importante a países europeos, varias ciudades de Estados Unidos y algunos otros países de América Latina donde las restricciones pueden limitar la manifestación personal de los ciudadanos. En tanto, hemos puesto un esfuerzo muy grande en lo que significa la participación virtual o digital. Eso puede palear de una manera importante, mantener y maximizar la participación de los venezolanos, aún a pesar de esta limitación. El otro elemento que está influyendo es porque hemos tenido un apoyo realmente importante de los embajadores, la gran mayoría de los diputados, no puedo decir todos no porque no quieran participar, sino porque a algunos no los hemos logrado contactar todavía, estamos en ese proceso; pero todos los que hemos contactado han manifestado su acuerdo en apoyarnos. Alguna gente se angustia muchísimo y lo he reconocido desde el principio que el tiempo es un gran obstáculo, pero también entiendo que el hecho de ser virtual reduce de una manera importante muchos de los obstáculos para la parte presencial.
-¿Cómo garantizarán que sea una persona una manifestación de voluntad y además que se respete la confidencialidad?
-Estamos conscientes que este no es un proceso electoral. No tenemos nada que ver con el Consejo Nacional Electoral, ni estamos obligados a cumplir con las normativas que establecen los procesos electorales. Dicho esto, puedo decirte lo siguiente. Participé en el comité técnico desde el primer momento como enlace del comité organizador, seguí día tras día todo el proceso de la selección técnica y siempre estuvo allí presente que se debería garantizar lo más cercano posible esta plataforma a la aceptación de las normativas internacionales desde el punto de vista del marco electoral para que tuviese la aceptación de esos organismos y muchos de los gobiernos internacionales. Teniendo en cuenta que no es un proceso electoral y eso permite relajar algunas de las condiciones, tratamos de relajarlo lo mínimo posible para que se adaptaran y pudiéramos obtener esa aceptación. Se mitiga de una manera importante la opción de que un ciudadano pueda manifestarse más de una vez. Sin embargo, como no se puede garantizar en ningún tipo de proceso que eso no ocurra, se establecieron algunos mecanismos internos en la aplicación que permiten garantizar 100% que si alguien hace esa manifestación más de una vez, va a ser detectado y por tanto se va a eliminar su manifestación. Si lo hizo 5 veces, se eliminará 5 veces. Si lo hizo 2 veces, se eliminará 2 veces. Eso está garantizado. Hay 100% de garantía que nadie que emita con su número de cédula y su nombre pueda estar vinculado a la decisión de su manifestación de decir “sí, sí”, “sí, no” “no, sí”, “no, no”. Eso va a la nube en vías diferentes. No hay forma de interrelacionar una con otra. Ninguno de nosotros podría saber por quién lo hizo y cada una de las personas que participen van a tener un código que garantiza su participación, pero nadie puede identificar por quién lo hiciste de ninguna manera. Además es 100% auditable, claro y transparente. Tratamos de acercarnos lo más posible a las normativas que rigen los procesos electorales, sin ser un proceso electoral.
-¿Quiénes están a cargo de esas auditorías y desde qué fase del proceso participarán?
-Nosotros estamos tratando de identificar entes que sean, no sé si la palabra debe ser neutral, pero por lo menos expertos en materia de auditoría que sean capaces de verificar y emitir un juicio. No está definido todavía, pero es auditable y al ser auditable cualquiera lo puede hacer. Hay mecanismos estadísticos, de auditoría presencial, hay muchas formas de hacerlo y en su momento será identificado.
-¿Cómo fue el proceso de licitación o selección de la empresa que desarrollará la aplicación y la página Web?, ¿la gente podrá conocer las propuestas que hubo y por qué se escogió una y no otra?
-Claro, por supuesto. Todo eso se va a saber. Yo no me voy a tubear yo mismo porque eso será dicho en una rueda de prensa, pero sí te puedo decir que nosotros analizamos 16 propuestas; de las 16 propuestas se hicieron varias matrices de evaluación, se fueron descartando de acuerdo con las restricciones que fuimos poniendo. Muchas de esas empresas no podían cumplir en el tiempo que se había estipulado, hasta que se llegó a dos empresas que ofrecen ese abanico de opciones de una aplicación al teléfono celular, esa misma aplicación conseguimos que pueda ser insertada en una página Web y de las aplicaciones de WhatsApp y Facebook interconectadas con la aplicación se podría también participar. Eso fue un trabajo arduo, por lo menos 5 semanas de un comité técnico, todos venezolanos… El obstáculo mayor que tiene este proceso es el factor tiempo y la forma de haberlo superado es que se hicieron esos contactos, se recibieron esas propuestas, se analizaron intensamente y se seleccionó a raíz de matrices de evaluación que se hicieron para ello.
-¿A cuánto asciende el presupuesto para la consulta popular y de dónde están saliendo todos los recursos?
-La información de cuánto va a costar será dicha en la rueda de prensa y creo que fue una de las directrices que recibimos por parte, eso sí, de la Asamblea Nacional y del Gobierno interino, que fuese lo más ajustado posible a las realidades socioeconómicas del país y de los venezolanos… (Los recursos) no vienen del narcotráfico, no vienen del robo, del lavado de dinero, ni de ninguna empresa del Estado venezolano. Existe una cantidad de declaraciones irresponsables, tendenciosas y falsas sobre si hay un financiamiento por parte de Citgo y de todas estas empresas. Eso es totalmente falso. Eso es el desconocimiento absoluto y total de lo que significa la situación gravísima que existe sobre Citgo, de la intervención clara y evidente que tiene Citgo desde el punto de vista financiero y judicial. Judicial por la cantidad de hechos de corrupción que se cometieron en todas las gestiones anteriores de Citgo, y financiero por la gran cantidad de despilfarros y la hipoteca que se hicieron en las gestiones anteriores. Es absolutamente irresponsable decir eso, a menos que estén diciendo que el sistema judicial de Estados Unidos es corrupto, que el Departamento del Tesoro se corrompe. La gente es absolutamente irresponsable y tendenciosa lanzando ese tipo de declaraciones sin ningún tipo de evidencia y sin que nadie se las pida. Yo te lo puedo decir clara y responsablemente, porque he estado por algunos meses en la junta directiva de PDVSA ad hoc, de la cual me separé temporalmente para poder atender esta situación, y en el tiempo que estuve allí pude verificar de manera clara e inequívoca que todo eso que se dice es absolutamente falso. Tratar de vincular ahora que se va a financiar, eso es totalmente falso y eso le corresponderá ser aclarado a las diferentes opciones políticas que conducen en este momento el Gobierno interino, la Asamblea Nacional, los partidos políticos y que apoyan la consulta popular.
-¿Por qué ratificar la participación de forma presencial y no dejar solamente la opción de manifestación digital?
-La respuesta es muy evidente. Si yo te digo que participaron 6 millones de venezolanos de manera virtual y nadie lo vio, todos van a decir que es falso aunque yo te pueda demostrar con una auditoría que es cierto. Pero, si lo permiten las circunstancias, esa es la primera condición importante, si de manera presencial hay un millón de personas que lo hacen, pero hay 3 millones que van a ratificar que lo hicieron de manera virtual, desde el punto de vista político esa es una imagen que no tiene ningún tipo de sustitución… Eso no quiere decir que ninguna de esas personas va a volver a manifestarse porque van a tener un código. Pueden escribir ese código, ponerlo en una caja distinta a la manifestación presencial de ese día y se puede auditar incluso esa caja, sacar aleatoriamente algún número determinado de códigos, de acuerdo con lo que estadísticamente se estipule para que pueda ser válida esa muestra, allí podemos decir que estos códigos participaron efectivamente de manera virtual. Es una decisión para la cual técnicamente estamos preparados, que no existe una restricción, pero todo depende de una decisión política.
-¿Se han planteado la posibilidad de que la participación en la consulta popular sea menor que la del 16 de Julio de 2017 y que eso termine afectando la imagen de respaldo de la oposición por parte de la población?
-Opciones siempre hay. Nosotros de ninguna manera pensamos de esa forma. Al contrario, pensamos que hay razones mucho más poderosas para participar ahora que el 16 de Julio. El 16 de Julio también muchos de los que hoy se encargan de ir en contra de la consulta popular, de negar un derecho constitucional y la base fundamental de la democracia lo hacen en función de que esa consulta ya se hizo y que fue una derrota absoluta. Yo creo que todo lo contrario y por eso estoy participando en esto. Yo creo que el 16 de Julio fue un éxito de una manera contundente, tanto en participación como en resultado. De no haber sido por el 16 de Julio, no tendríamos la estructura necesaria para hacer esto en tan poco tiempo. De no haber ocurrido el 16 de Julio, el régimen no hubiese cometido los errores que cometió desde el punto de vista de la Asamblea Nacional Constituyente y desde el punto de vista de convocar unas elecciones fuera de la Constitución, absolutamente ilegales en mayo de 2018 que fueron desconocidas por más de 60 países y muchas organizaciones internacionales. Esos errores que cometió el régimen los cometió en función y en la presión que se hizo por la consulta popular del 16 de Julio y es por eso que tenemos un Gobierno interino, 60 países apoyándonos y hay toda una gestión internacional que inclusive ha llevado a la ONU a hacer un informe sobre crímenes de lesa humanidad, sobre violaciones de los Derechos Humanos. Es una forma mezquina decir eso para decir que no se va a hacer la consulta popular. Eso es absolutamente repudiable.
-¿Qué sigue después de la consulta popular?
-Nosotros hemos caído en una trampa realmente terrible que es la “Trampa D”. Yo digo la “Trampa D” porque para llegar al ‘Día D’ el régimen se ha empeñado en utilizar la letra ‘D’. Todo el mundo señala el ‘Día D’ como el día final del régimen, el “cese de la usurpación”, pero para que ese ‘Día D’ no llegue, el régimen usa la ‘D’: Desconfianza, desasosiego, desesperanza, desprestigio, ¿qué va a pasar después del día que finalice la consulta? Que vamos a empoderar el Gobierno Legítimo con una decisión clara e inequívoca de los venezolanos y esa es nuestra aspiración de decir que se activen todos los mecanismos que están contemplados dentro de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela para lograr el “cese de la usurpación”, que se va a empoderar al Gobierno Legítimo constitucional de Venezuela para que acuda a las instancias internacionales, para activar los mecanismos que han sido firmados por Venezuela y que están relacionados también con el apoyo internacional y el “cese de la usurpación”. Eso es lo que va a pasar, ese es el camino que se va a transitar. ¿Qué va a haber una solución inmediata? No, no creo y ojalá me equivoque. No lo veo así, pero sí veo que va en el camino que debemos ir en función de seguir adelante hasta lograr lo que mucha gente ha denominado el mantra; el “cese de la usurpación”, el “gobierno de transición” y finalmente, el objetivo principal que es lograr unas “elecciones justas, libres y transparentes”, en función de comenzar a construir una nueva democracia en el país. Yo tengo 25 años en esto, en lo personal aún antes de que asumiera el poder el 2 de febrero de 1999 Hugo Chávez. No voy a terminar de insistir y seguir en esto hasta que se logre lo que estamos planteando. ¿Qué va a seguir después? Más participación, más lucha, más presión, hasta que logremos el objetivo.
@vanessajgarcian