En la aldea
21 diciembre 2024

Leonardo Palacios, experto tributario, profesor universitario, y actual Presidente de la Cámara de Comercio de Caracas.

Leonardo Palacios:

“La economía de la Nutella está a punto de desplomarse”

Para el presidente de la Cámara de Comercio de Caracas solo el entendimiento y los consensos detendrán lo que califica como “pandemia económica”, es decir, la desaparición de empresas una vez terminen las medidas de cuarentena. Por ello, Leonardo Palacios dice estar dispuesto a ir a cuantos encuentros sean necesarios con representantes del Gobierno de Nicolás Maduro para buscar una salida política. “No se puede llevar adelante una economía con una concepción trasnochada, con gente que no entiende el fenómeno económico”.

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Leonardo Palacios es abogado especializado en Derecho Tributario, profesor universitario, fue miembro del equipo fundador del Seniat y diputado a la Asamblea Nacional entre el 2000 y 2005. Hoy, al frente de la presidencia de la Cámara de Comercio de Caracas, insiste en construir puentes entre élites políticas y de la sociedad para lograr además de una expansión económica un entendimiento social. Alerta que se acerca el fin del país que vivía de las remesas.

-¿Qué significa asumir la presidencia de la Cámara de Comercio de Caracas en el año de la pandemia?

-Es un reto desde todo punto de vista, sobre todo entre quienes tenemos la convicción de que hay que reinstitucionalizar el país, pero además de eso, tenemos un tema de responsabilidad social. Nuestro interés es mantener la salud por la propagación de los contagios y evitar la morbilidad entre nuestros trabajadores; pero también tenemos la responsabilidad de evitar una pandemia que nos preocupa y puede perjudicar al venezolano, que es la pandemia económica. ¿Qué puede suceder después de una normalización inducida y controlada con los negocios e industrias?, ¿Cuántos de ellos van a poder abrir o encender a plenitud las máquinas? Todo esto dentro de la situación económica que ya venía deteriorándose. La pandemia lo que hizo fue expresar mucho más lo que venía presentando el sector económico en general. Es un reto. Es entender que tenemos que hacer propio el concepto establecido en la Constitución, de que el Estado y la iniciativa privada son los que van a favorecer la expansión económica y la generación de empleos. Si nosotros no entendemos esto de ser un vaso comunicante dentro de la sociedad empresarial organizada y el Gobierno, entonces, simple y llanamente, las instituciones no sirven y en este momento creo que el sentido gremial es interesante por la aprobación favorable que tiene la población en general de la empresa privada, que es la que viene demostrando resiliencia. Es la empresa privada la que ha mantenido a la población en cuanto a la seguridad de contar con fuentes de trabajo. A pesar de la pandemia, de los controles y las amenazas; el sector empresarial ha respondido a sus trabajadores. Por más de 20 años el empresario ha garantizado la producción de bienes y servicios dentro de las complicaciones, la recesión, hiperinflación, incompetencia e improvisación. Esto ha llevado a un colapso de la economía.

“Si quieres llegar a un acuerdo efectivo en economía, tienes que lograr acciones concretas como leyes, decretos y decisiones; de lo contrario, sólo nos van a buscar cuando necesiten oxígeno”

Leonardo Palacios

-Tuvimos este último año y medio lo que se llamó “economía del bodegón”. En lugar de vender productos hechos en Venezuela, teníamos pequeños negocios con todo importado. ¿Cuánto puede durar este fenómeno? Sobre todo ahora con la pandemia.

-Esa “economía de bodegón” o “de Nutella”, como se le ha llamado, es una economía ficticia. Es la mayor expresión del fracaso de un gobierno que se apalancó en la conversión paulatina que tenía el país hace un par de meses, cuando éramos un país remesero, que vive del envío de la rentabilidad del trabajo de quienes tuvieron la oportunidad de emigrar y buscar oportunidades de desarrollo personal. Venezuela vivió de esas remesas e, indiscutiblemente, movió la economía. Además, había otras fuentes de entrada de dólares como lavado de dinero, Arco Minero y otras operaciones que son atípicas, que han llevado a un desarrollo colapsado de la economía. Eso trajo un flujo de dinero que era irreal, que no era producto del trabajo venezolano. Eso provocó un deterioro de la industria nacional, de la base de recaudación, de la base del Estado, porque generó evasión fiscal. La economía “del puerta a puerta” llegó, incluso, a perjudicar a importadores formales cuyos productos podías conseguir 30% más económicos de lo que representa producir en el país o importar de manera formal. Eso perjudica al Estado, a la industria y al consumidor, porque muchos de esos productos están cercanos a la fecha de vencimiento. Esa economía ficticia y artificial es una economía que está a punto de desplomarse, porque al no tener las remesas, la capacidad económica del venezolano se va desacelerando. Eso fue un “tapa ojeras” que tuvo el Gobierno al ver el deterioro de una economía fracasada que no conducía a lo que ellos pregonaban en 2018, que era establecer una política para la recuperación, el crecimiento y la estabilidad. No se puede llevar adelante una economía con una concepción trasnochada, con gente que no entiende el fenómeno económico. Para sentar las bases adecuadas de la expansión económica es necesaria concertación y los empresarios están abiertos para hacer propuestas. Hemos venido haciendo propuestas incluso en el lapso que va de pandemia, en materia laboral, de producción, de impuestos y ha habido un atosigamiento del Estado en la parte impositiva. Lo que se quiere es buscar la apertura y desregularizar la economía.

-¿Ustedes han tenido acercamiento con algún ministro o superintendente?

-Hemos venido manteniendo reuniones con el Ministerio de Comercio, con algunos representantes de la Asociación Bolivariana de Alcaldes, con el ministro de Finanzas, el presidente del Banco Central de Venezuela. Los presidentes de los gremios hemos estado en contacto con las autoridades. Ellos tienen su narrativa y nosotros tenemos la nuestra, pero hay que buscar cuáles son los puntos de coincidencia que ahora son dos: Evitar la mortalidad por la pandemia y evitar la mortandad empresarial. El Estado no lo puede todo, por eso vemos el colapso de los servicios públicos. Si nos dejan, seguimos adelante, pero no podemos continuar operando con restricciones, cierres compulsivos de empresas y cobros excesivos. El empresario quiere respeto, no quiere dádivas. Yo estoy seguro que dentro del Gobierno y las autoridades locales hay quienes están deseosos de buscar salidas políticas. Estamos buscando una economía donde se respete la libertad de emprendimiento y la propiedad.

“Por más de 20 años el empresario ha garantizado la producción de bienes y servicios dentro de las complicaciones, la recesión, hiperinflación, incompetencia e improvisación. Esto ha llevado a un colapso de la economía”

Leonardo Palacios

-En la década de los ‘90 hubo un auge del sector con la construcción de centros comerciales, pero ¿qué somos en este momento?

-Hoy en día Venezuela es un modelo en universidades de lo que no debe hacerse, un modelo de fracaso. Hay todavía oportunidades. Venezuela tiene recursos económicos y juventud. Han creado una imagen negativa de que el venezolano es clasista, racista y flojo, pero somos todo lo contrario. Todo eso son formas inoculadas de dominio social. Hay que avanzar hacia un entendimiento de las élites políticas, de los empresarios, estudiantes, trabajadores, universidades y entender que la democracia se funda en base a consensos.

-¿Pero el Ejecutivo de Maduro está dispuesto a eso?, ¿ustedes sienten que los escuchan?

-Cuando tú hablas del Ejecutivo, estás hablando de un colectivo y con una visión monolítica y, lamentablemente, sabemos que eso es un rompecabezas de cinco mil piezas. Ahí hay pensamientos contradictorios. Entre ellos no tienen claridad de qué hacer. Gente que está dispuesta a la apertura y los que están dispuestos a arreciar el discurso confrontación. Hay mucho puente que construir para transitar a la paz social. Esa es la forma de llegar a un proceso electoral. No se trata de llegar a un proceso a fuerza de garrotazo, porque con el garrote sólo quedan las heridas, que muchas veces no cierran. Hay que buscar la gobernabilidad del país. Una vía distinta a la electoral lo que hace simplemente es generar un caos. Y aquí no hablo como presidente de la Cámara, sino como profesor universitario y abogado que ha contrastado las distintas formas de conducción dentro del ejercicio de la actividad pública. Si no hay consensos, hay que buscar la forma de lograrlos. Agotar las vías. Creo en la vía electoral, pero con la participación de todos y sin exclusión. Esta forma de intervención de los partidos y de nombrar al Consejo Nacional Electoral no es democrática. Hay que luchar por elecciones creíbles que permitan el concurso de todos los agentes.

“Entender que tenemos que hacer propio el concepto establecido en la Constitución, de que el Estado y la iniciativa privada son los que van a favorecer la expansión económica y la generación de empleos”

Leonardo Palacios

-Usted fue diputado por Primero Justicia entre el 2000 y 2005. Vivió momentos álgidos como los de 2002. ¿Cómo cambió la manera de hacer política de entonces hasta ahora?

-En esa época aún había espacios de diálogo. Vivimos épocas muy duras. No nos dejaban salir del Palacio Federal, porque estaban los círculos bolivarianos esperándonos. Nos lanzaban objetos, pero había espacios de discusión. El propio Nicolás Maduro, que era presidente de la Asamblea Nacional, cuando teníamos enfrentamientos duros, terminábamos buscando espacios de encuentro. Eso se perdió. Hoy en día no hay mecanismos de interacción. En aquella oportunidad estaba el Grupo de Boston -que aún subsiste- donde confluían los grupos parlamentarios con Estados Unidos, Brasil y el Reino Unido. Había posibilidad de discusión dentro de la tirantez y el lenguaje violento. Pero se ha llegado a los extremos y la democracia quedó en el recuerdo. La Asamblea Nacional es el órgano primario de representación del voto, es la que tiene mayor legitimidad de origen. Cuando tú la desconoces, le das un golpe a la mesa. Hace muchos años, los presidentes de la República se reservaban los grandes anuncios en materia económica y de políticas públicas para las reuniones de Consecomercio y Fedecámaras.

-Pero ahora tenemos un gobierno que le echa la culpa de todo al empresario. ¿Usted ve una posibilidad de esa economía abierta y de ese entendimiento?, ¿o vamos a seguir en 2021 dando un respiro, por un lado, y luego, nuevamente Ley de Precios Justos e intervenciones?

-Mientras se den las oportunidades, nosotros vamos a estar ahí. Se ha demostrado que los espacios no se ceden. Una cosa es asistir a reuniones y otra cosa es consentir o desistir de nuestro principio y eso sí es criticable. Asistir significa hacerse sentir, llevar propuestas que puedan traducirse en el mejoramiento de los sectores. Mientras se tenga la actitud del Gobierno, volveremos a tener pasitos para adelante y pasitos para atrás. Tendremos un país dando tumbos. Si quieres llegar a un acuerdo efectivo en economía, tienes que lograr acciones concretas como leyes, decretos y decisiones; de lo contrario, sólo nos van a buscar cuando necesiten oxígeno.

-Hablábamos del tiempo en que Maduro presidió la Asamblea Nacional, ¿qué opinión tiene del Maduro de hoy?

-El Maduro de aquel entonces no es ni la sombra de lo que es hoy. Representa un liderazgo absolutamente antidemocrático. Él se expondrá a ser juzgado por la historia. Es muy triste pasar por la posibilidad de transformar Venezuela y haber procedido al hundimiento del país.

*La fotografía fue facilitada por el entrevistado, Leonardo Palacios, al editor de La Gran Aldea.

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