En la aldea
26 diciembre 2024

Ricardo Villasmil, ingeniero agrónomo, PhD en Economía, profesor universitario, actual presidente de la Junta Directiva ad hoc del Banco Central de Venezuela.

Ricardo Villasmil, presidente de la Junta Directiva ad hoc del Banco Central de Venezuela

“Es oportunista proponer cosas a partir de un dinero que no se tiene a la mano”

Desde la Junta Directiva ad hoc del BCV, Ricardo Villasmil advierte que hay quienes dicen que el Gobierno interino está sentado sobre un caudal de dinero, pero cuando vas analizando la riqueza que ellos aseguran que se podría distribuir te das cuenta de que no existe tal cosa. “No podremos salir de esto con más engaños”.

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Alejandro Hernández | 11 mayo 2020

Para el presidente de la Junta Directiva ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV), Ricardo Villasmil, “hay que tener un sentido realista de la situación en la que estamos”. Por eso arremete contra quienes de forma engañosa hablan de planes para el país “con dinero que no tienes y que no vas a obtener en el corto plazo”. Se ha tratado de hacer ver que el Gobierno interino de Juan Guaidó dispone de recursos que no están realmente a disposición. En lo que se trabaja de forma continua, según explica, es en evitar que Nicolás Maduro tenga acceso a esos fondos y se pierdan en corrupción y malos manejos, pero la labor no ha sido sencilla, incluso en naciones que reconocen a Juan Guaidó.

En cuanto a la reciente polémica sobre las acciones legales contra los bonistas del PDVSA2020, sostiene que si se decidió ir a la disputa legal, “no entiendo de dónde sale ahora la controversia”.

“Quiero dejar claro que nuestra idea no es perjudicar a los venezolanos, sino evitar que Maduro tenga acceso a esos fondos y se pierdan en corrupción y malos manejos”

Ricardo Villasmil, presidente de la Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela

-¿Qué ha hecho el directorio ad hoc del Banco Central de Venezuela desde su designación por la Asamblea Nacional en julio de 2019?

-La Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela (BCV) fue designada para identificar y asegurar las cuentas y los activos financieros en general pertenecientes a esta institución, que están fuera del territorio nacional. Parte de nuestra gestión es entrar en contacto con las autoridades de los países donde se encuentran estos fondos, para tomar control de esas operaciones, actuando en coordinación estrecha con el procurador especial, José Ignacio Hernández, que en el mismo mandato de la Asamblea Nacional fue designado como nuestro representante judicial y extrajudicial. Ambos juntamos esfuerzos para asegurar los recursos que el BCV tiene en naciones que reconocen al Gobierno interino y evitamos que el régimen de Maduro pueda seguir utilizándolos.

-¿Se puede ofrecer alguna proporción de los montos o de las cuentas externas del BCV congeladas?

-Hemos concentrado las gestiones en Estados Unidos, por ser el centro financiero del mundo y por el reconocimiento que nos ha brindado su gobierno, esto nos permitió tomar control de dos cuentas importantes que ya están en los bancos de la Reserva Federal estadounidense. La primera tiene relevancia no por el monto, sino por sus implicaciones para hacer pagos y gestionar traslados de fondos de otras cuentas a esa; y la segunda, que se dio a conocer hace poco, fue una operación que involucró el traslado de 342 millones de dólares de un banco comercial a una cuenta en la Reserva Federal de Nueva York. Pero la gestión continúa, hay activos en otros países que están en proceso de identificación; y aunque no hemos tomado control, sí hemos evitado que el régimen de Maduro pueda hacerse de esos recursos.

-Recientemente informaron que había gestiones para recuperar el oro que está retenido en el Banco de Inglaterra. ¿Cómo va esa operación?

-En Europa hemos avanzado con mucha lentitud, porque hay menor disposición de los gobiernos a tomar decisiones. Han tenido una exagerada cautela para decidir a favor nuestro. Estamos muy atentos a las gestiones en Inglaterra, porque han recibido presión por parte del régimen venezolano, incluso con propuestas asociadas al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), para hacerse del oro que mantienen retenido. Quiero dejar claro que nuestra idea no es perjudicar a los venezolanos, sino evitar que Maduro tenga acceso a esos fondos y se pierdan en corrupción y malos manejos. Hay que ser ilusos para pensar que con más recursos, la dictadura va a solventar los problemas de los venezolanos, después de haberse robado y dilapidado billones de dólares.

“Nuestro país empezó a colapsar institucional, económica y socialmente mucho antes de la caída de los precios del petróleo, de la presión internacional y de la pandemia”

Ricardo Villasmil, presidente de la Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela

-Hay voceros como el economista Francisco Rodríguez y muchos otros, también vinculados al mundo político, que casi diariamente exigen que se usen los fondos congelados en el exterior para financiar iniciativas sociales y planes de distinta índole en Venezuela, ¿cuál es su opinión al respecto?

-Hay unos actores que dicen que el Gobierno interino está sentado sobre un caudal de dinero, pero cuando vas analizando la riqueza que ellos aseguran que se podría distribuir te das cuenta de que no existe tal cosa. Es como tener muchas tarjetas de crédito, pero bloqueadas. Lo primero que hay que ofrecer son realidades, este país ya lleva 20 años de engaños y por eso llegamos a donde estamos, vamos a decir la verdad, por lo menos para variar. No podremos salir de esto con más engaños.

-¿A qué atribuye la insistencia de estos voceros y cómo se puede dimensionar y entender el estatus de los activos en el exterior que han sido protegidos por el Gobierno interino?

-Hay una inmensa exageración en cuanto al monto de los recursos que pudiera tener identificado el Gobierno interino en el exterior. El Banco Central es el que ha logrado controlar fondos, y, aparte de los 342 millones de dólares que pudimos traspasar de un banco comercial a la Reserva Federal de Nueva York, no hay mucho más. Los otros recursos están bloqueados por los gobiernos de los países donde se encuentran depositados, y no se pueden tocar hasta que las autoridades de esas naciones tomen la decisión política de entregarlos al Gobierno interino. Por eso considero que es políticamente oportunista proponer cosas a partir de un dinero que no se tiene a la mano. Hay que tener un sentido realista de la situación en la que estamos. Insisto en que es engañoso anunciar planes con dinero que no tienes y que no vas a obtener en el corto plazo.

-¿Cuáles de los fondos que ya controlan pueden ser usados internamente en Venezuela y cómo es el procedimiento para ejecutarlos?

-Fundamentalmente los recursos recuperados del banco comercial que se encuentran en la Reserva Federal de Nueva York, lo demás está fuera de la realidad por ahora. Sin embargo, hay que explicar que estos fondos que sí controlamos fueron inmovilizados producto de las sanciones, y para utilizarlos se necesita una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC) que levante el procedimiento sancionatorio y luego ejecutar un programa necesariamente aprobado por la Asamblea Nacional, que bajo ningún concepto termine beneficiando a alguna persona o ente sancionado. En resumen, para usar el dinero que sí tenemos se requiere: Una aprobación del Parlamento, hacer una solicitud de préstamo al Banco Central por el monto solicitado, amparado en que es una emergencia nacional, porque no son recursos de la República sino del Banco Central y, finalmente, que la OFAC lo apruebe. Es bueno que todos podamos comprender la complejidad de estos procesos.

-¿Cuál es la diferencia entre estos planes que usted llama oportunistas y los programas oficiales que ha impulsado Juan Guaidó como, por ejemplo, el bono en dólares a los trabajadores del sector salud anunciado semanas atrás?

-La diferencia es que los planes oficiales del Gobierno interino tienen expectativas más realistas y están sustentados por los recursos que, en efecto, tenemos. Es decir, no están basados en dinero que podría existir, sino en fondos que sí están disponibles.

“En un nuevo gobierno el motor del desarrollo lo tendrá la iniciativa privada interna y externa”

Ricardo Villasmil, presidente de la Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela

-¿Qué está pasando con el bono PDVSA2020 y por qué ha vuelto la polémica sobre el Gobierno interino y esta operación?

-A mí me llama muchísimo la atención que haya una polémica alrededor del bono 2020, y lo digo fuera de mi condición de presidente de la junta del BCV, como economista y más aún como venezolano no lo puedo entender. Recordemos que ese bono pone como garantía un activo importante de la República y por eso debía pasar por la aprobación de la Asamblea Nacional. Esta condición fue violada por el régimen y por eso el Poder Legislativo y el Gobierno interino deciden desconocer la operación. Además de eso la Junta ad hoc de PDVSA se reúne y decide por unanimidad ir a litigio, bajo la lógica de que fue emitido inconstitucionalmente y porque era la estrategia apropiada a implementar para salvaguardar a Citgo. Entonces, si el Parlamento y la junta de PDVSA decidieron ir a la disputa legal, no entiendo de dónde sale ahora la controversia.

-El economista Alejandro Grisanti, quien renunció a su cargo de director de la Junta ad hoc de PDVSA, envió una carta al presidente interino Juan Guaidó con diversas críticas al manejo del bono 2020.

-Alejandro Grisanti estaba en la mesa directiva de PDVSA ad hoc que tomó la decisión por unanimidad de ir a litigio, por eso digo que no entiendo por qué surge la controversia. Las diferencias de opinión entre los miembros de dicha junta pueden existir, pero cuando el cuerpo encargado delibera y decide, ese resultado debe acatarse por todos los involucrados y no puede haber polémica al respecto, por tal razón yo, en lo personal, no entiendo lo ocurrido.

-¿El Gobierno interino ha logrado identificar dónde están todos y cada uno de los activos de la República en el exterior?

-Todos y cada uno no, porque para eso dependemos de la colaboración de los gobiernos de los países donde se encuentran y, lamentablemente, algunas de las naciones en las que tenemos bienes o activos no reconocen al presidente interino Juan Guaidó. Pero aún en los países donde sí tenemos reconocimiento, es un proceso largo que pasa por decisiones que involucran a los distintos poderes de la nación en cuestión; es decir, no es que el presidente en funciones da una orden y ya. Son trámites que no se logran de la noche a la mañana.

-Terminando abril el BCV del régimen actualizó cifras de inflación hasta marzo, ¿a qué cree usted que responde esta divulgación?, ¿estarán allanando el camino para buscar financiamiento externo?

-Sería especular, pero lo que sí es cierto es que reconocen y reafirman que todo este colapso hiperinflacionario es previo a las sanciones y a cualquier tipo de intervención de esta naturaleza. Nuestro país empezó a colapsar institucional, económica y socialmente mucho antes de la caída de los precios del petróleo, de la presión internacional y de la pandemia. Las sanciones son consecuencia del mal manejo de recursos, del abuso de poder.

“Lo primero que hay que ofrecer son realidades, este país ya lleva 20 años de engaños y por eso llegamos a donde estamos, vamos a decir la verdad”

Ricardo Villasmil, presidente de la Junta ad hoc del Banco Central de Venezuela

-Nicolás Maduro parece estar dando un giro pragmático en la industria petrolera buscando el apoyo de la inversión privada. ¿Cree que esa apertura podrá traducirse en una recuperación de la promoción y en ingresos para el régimen?

-Puede nombrar a quien sea al frente de la industria petrolera, pero eso no resuelve nada, porque lo realmente necesario son recursos, en cantidades importantes y por varios años para poder levantar la producción petrolera, restablecer la infraestructura de refinación y así aprovechar el potencial de reservas que tenemos. Pero eso no ocurrirá si no hay un cambio político, la reiterada maniobra del oficialismo de mover fichas de aquí para allá no solucionará el problema de fondo, que es la falta de condiciones para que alguien esté dispuesto a invertir, nadie en su sano juicio va a poner un dólar en sacar petróleo en el país, por los riesgos que implica el régimen de Maduro.

-¿Cuánto dinero necesita Venezuela para levantarse del foso en el que se encuentra e iniciar una reconstrucción mínima, que le abra las puertas a la recuperación?

-Para eso hay que evaluar con precisión los sectores estratégicos, pero lo más importante es darse cuenta de que la inversión no la puede hacer el Estado, necesitamos tener un cambio de mentalidad. Por ejemplo, para reactivar la industria petrolera no puede ser el Estado venezolano el principal actor y el inversionista mayoritario, porque no tiene el dinero necesario, son los privados internacionales quienes sí cuentan con el capital. En un nuevo gobierno el motor del desarrollo lo tendrá la iniciativa privada interna y externa.

-¿El apoyo de Rusia y China al régimen de Maduro es inquebrantable por los intereses que hoy mantiene en Venezuela?

-No, porque hoy a las empresas rusas o chinas no les está yendo bien en ninguna de sus áreas de operaciones en Venezuela. En el país no está produciendo nadie y el estado en el que actualmente están las cosas, no beneficia a nadie. Como dije antes, la reconstrucción de nuestra economía no pasará sólo por el petróleo sino por la inversión extranjera y eso genera una inmensa posibilidad para un espacio de negociación con estos países, donde se les pueda hacer ver que su mejor interés está en propiciar una transición, que les permita a sus compañías tener mayor rentabilidad. Es una situación de oportunidad y aunque no me corresponde a mí, desde el Banco Central hacer ese tipo de acercamientos, entiendo que sí los hay.

-¿De dónde salen los ingresos que mantiene el régimen venezolano hoy?

-Hay elementos para pensar que gran parte de los escasos recursos que tiene Maduro provienen del comercio ilegal y vías no tradicionales, pero esto, por más empuje que le pongan, nunca va a poder compensar los ingresos que genera una economía normal. Venezuela no es solamente un país empobrecido, sino un Estado que también se ha empobreció enormemente.

*La fotografía fue facilitada por el entrevistado, Ricardo Villasmil, al editor de La Gran Aldea.

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