-Está usted o quiere estar de moda en nuestros días, o suena mucho en las redes sociales de Venezuela. ¿A qué atribuye esa curiosa celebridad?
-Usamos los medios con asiduidad, en grupo o como individuos, sin descansar, sin parar, mandando mensajes y haciendo conciencia sobre la nueva sociedad esforzada y emprendedora que debe existir. Cada día tenemos más seguidores y un liderazgo que compite con la dirigencia tradicional, que está de salida. Por eso estamos metidos en el candelero.
-Pero, ¿eso significa penetración social?
-Consulte el Twitter y otros medios electrónicos y verá que cada vez nos apoya más gente. Eso forma parte de la realidad, a pesar de que algunos dicen que se trata de una ilusión. Son mentes atrasadas, trogloditas, pero poco a poco entenderán que la salida del país depende de un gobierno orientado por el dogma liberal, que gobierne menos, que no se entrometa en la vida de los gobernados y que deje de trabar las actividades de la libre empresa, sin la cual no hay salida para los problemas venezolanos. También hemos hecho asambleas populares.
-Hace usted planteamientos que no han tenido receptividad en Venezuela, por lo menos hasta hoy. ¿Piensa que van a tener arraigo?
-La verdad verdadera tiene que arraigar, porque no queda más remedio. Lo que dicen los programas de los fundadores de los Estados Unidos y de la democracia inglesa, o los suizos, por ejemplo; o muchos pensadores de las escuelas clásicas y modernas que proclaman las virtudes del individualismo y de la responsabilidad ciudadana, tiene un solo destino aquí y ahora: Destruir las ideas de gobierno omnipotente que han imperado durante siglos, e iniciar una nueva y prometedora historia.
-Pero, ¿no es eso ir contra la corriente de la historia de Venezuela?
-El país tiene raíces liberales, solo es cuestión de sembrarlas de nuevo para que el gran árbol fructifique.
-Es un punto que se puede prestar a polémicas, y sobre el cual le pido que volvamos el próximo miércoles.
Continuará el miércoles 29 de Abril…