Más sanciones
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos se jugó una carta poderosa al aprobar una extensión de licencias de operación limitada en Venezuela a Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker & Hughes y Weatherford. Los expertos lo ven como una vía para que estas empresas puedan proteger sus activos en el país, pero nada más. Se trata de un duro golpe a lo poco que sigue en pie del negocio petrolero venezolano; pero no es lo único. Se espera que próximamente la OFAC aseste la gran estocada a las empresas que vienen asistiendo al régimen de Nicolás Maduro a intercambiar sus productos y evadir las sanciones internacionales, las cuales están siendo orquestadas por Alex Saab, el mismo que tejió la red de corrupción de los CLAP y que se ha convertido en el verdadero gestor de las finanzas del régimen de Maduro. No hay que perder de vista que en estas triangulaciones de las que se vale Maduro para oxigenarse suenan nombres como Swiss Oil Trading y Libre a Bordo. Habrá que ver la lista final de las empresas sancionadas que está por ser emitida.
Puentes con Washington
En medio de las horas críticas que se viven en Venezuela, con una crisis económica sin igual más el riesgo de expansión de la pandemia del Covid-19 en medio de un férreo cerco internacional que, además de buscar el retorno a la senda democrática en el país, intenta también frenar las corrientes del narcotráfico que nutren al régimen de Nicolás Maduro; son muchos los jerarcas rojitos que han comenzado a tender puentes para garantizarse una posición de sobrevivencia ante la alta posibilidad de su salida del poder. Estados Unidos viene arreciando en su estrategia de presión desde el Departamento del Tesoro, el Departamento Justicia y el Comando Sur, pero abriendo opciones para la transición. Salvo Nicolás Maduro y su círculo más cerrado, que incluye a Cilia Flores, sus testaferros y los hermanos Jorge y Delcy Rodríguez, el resto, incluyendo a Diosdado Cabello, buscan un espacio en la transición. En el cuido de las formalidades, el enviado Especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, ha sido uno de los encargados de poner la opción de unas negociaciones entre las partes, a través de la mediación de Noruega, para que se produzca la salida de Maduro. Pero en este momento no está planteada esa fórmula de una negociación al estilo de la que ya hubo con los noruegos, aunque sí abundan los contactos informales y los acercamientos urgentes con Washington.
Red petrolera y de corrupción
Aunque en medio de las sanciones el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos extendió hasta el 14 de mayo el lapso para que empresas puedan seguir realizando negocios con la refinería sueca Nynas, propiedad de PDVSA y de Neste Oil de Finlandia, el margen para el desahogo en estas instalaciones de la producción de Petrozamora parece agotarse. Vale decir que esta operadora petrolera había logrado sostener producción aun en medio de la debacle general del sector en buena medida por estas colocaciones en Nynas, pero ha tenido que comenzar a mirar hacia otros destinos en Asia. Petrozamora se constituyó entre el Estado venezolano y la empresa Gazprombank Latin América Ventures, pero luego se abrió un espacio accionario donde Alejandro Betancourt logró participación en la empresa. Se trata del mismo que fue directivo de Derwick Associates Corp., asociado a una red de corrupción tejida alrededor de PDVSA, y quien le sirvió de puente para liberar a su primo Francisco Convit al ser detenido por el Sebin a inicios de 2020. Gazprombank hizo la llamada estratégica.
Enigmas del 30 de abril
A casi un año de los hechos del 30 de abril, cuando varios militares se pronunciaron a favor de Juan Guaidó y llamaron a Nicolás Maduro a abandonar el poder, son muchos los vacíos de información sobre lo sucedido, pero también crecen incógnitas sobre la participación de algunos personajes. Tal es el caso de César Omaña, quien figuró en el proceso como articulador con Iván Hernández Dala, quien hoy es el director de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, y con Manuel Cristopher Figuera, quien entonces era director del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional. Lo curioso es que, tras el fracaso de ese alzamiento, Omaña, a quien muchos definen como un empresario aventurero gestado a la sombra del chavismo, ha seguido como si nada, sin restricciones y con nuevas vinculaciones.
La frase temeraria
“El petróleo venezolano llegó a 10 dólares, pero estamos preparados, nos hemos entrenado, y a Venezuela no la detiene ni petróleo a 10, ni a menos 10”, señaló Nicolás Maduro al comentar la caída abismal de los precios internacionales de los hidrocarburos. Quizá hacía referencia a sus logros: Dos años consecutivos de hiperinflación, y ya Venezuela transita el tercero con la proyección de 15.000% en la variación de precios de 2020; seis años en línea de recesión, y para 2020 se espera otra caída de 20% del PIB; infraestructura y servicios básicos colapsados; cerca de 80% de la población viviendo en la pobreza y donde una de cada tres personas está en inseguridad alimentaria y necesita asistencia. ¿Será que piensa que no se puede estar aún peor?