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02 enero 2025

Juan Pablo Guanipa, primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional.

Juan Pablo Guanipa, primer Vicepresidente de la AN: “En la oposición queremos elecciones, pero no descartamos ninguna salida”

Nació en Maracaibo el 20 de diciembre de 1964, en el hogar de la abogada Corina Villalobos y el destacado líder socialcristiano Manuel Guanipa Matos. Abogado y Comunicador Social, Juan Pablo Guanipa ha ganado a pulso y voto a voto cada una de sus conquistas políticas. El 15 de octubre de 2017 fue electo gobernador del Zulia con el 51,62% de los votos, pero nunca tomó posesión del cargo. El régimen puso como condición que debía juramentarse ante la ilegal ANC. “La alcabala que me pusieron era demasiado: Ir a juramentarme ante Delcy Rodríguez. No. Jamás. Eso me hubiera quitado toda la autoridad que había ganado en mi trayectoria, y en mi lucha contra la dictadura”.

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Milagros Socorro | 09 enero 2020

-Claro -responde el diputado Juan Pablo Guanipa, cuando se le pregunta si considera que hay alguna probabilidad de que lo hagan preso por su resonante visibilidad en oposición al régimen de Nicolás Maduro.

-De hecho, -sigue- no sólo tengo allanada la inmunidad parlamentaria, también tengo una sentencia del írrito TSJ, que me acusa de ocho delitos, uno de ellos contemplado en la Ley Antiterrorismo. Claro que es una posibilidad. Yo estoy muy consciente de la naturaleza criminal del régimen que enfrento, pero tomé la decisión de quedarme en el país. Reconozco el esfuerzo y los aportes de quienes han tenido que ir al exilio. Aplaudo el esfuerzo de todos, de quienes tuvieron que irse, y de los que siguen aquí haciendo inmensos sacrificios. Hay gente que ha dado la vida por este país y hay muchos presos, como Juan Requesens, como Roberto Marrero, como tantos.

Nacido en Maracaibo el 20 de diciembre de 1964, en el hogar de la abogada Corina Villalobos y el destacado líder socialcristiano Manuel Guanipa Matos (Maracaibo, 1939-1978), fallecido cuando era diputado al Congreso Nacional. Su hijo Juan Pablo tenía, entonces, 14 años.

En 1990, Juan Pablo Guanipa Villalobos siguió el camino de sus padres y se graduó de Derecho, en la Universidad del Zulia (LUZ). Tres años más tarde, en 2001, concluyó un Máster en Gerencia Pública, en LUZ; y un año después, 2002, hizo otro Máster en Estudios Públicos Aplicados, en la Fundación Internacional para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas, en Madrid. De regreso a Maracaibo, empezó a hacer un programa de televisión diario, que duró 14 años. Esto lo devolvió a las aulas y, en 2008, recibió el título de Licenciado en Comunicación de la Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA). Abandonó el espacio televisivo para ser candidato a la gobernación del Zulia. «En un recorrido por un barrio, una señora me dijo: “Ve, Guanipa, ya está bueno de estar repitiendo programas viejos”. Entendí que debía dejarlo».

“Durante la campaña electoral yo dije muchas veces que no iría a la Gobernación sólo a trabajar por el Zulia sino a luchar desde el Zulia para acabar con la dictadura. La alcabala que me pusieron era demasiado: Ir a juramentarme ante Delcy Rodríguez. No. Jamás”

Juan Pablo Guanipa

Guanipa fue concejal del municipio Maracaibo por dos periodos, desde 2005 hasta 2013. El 6 de diciembre de 2015 fue electo diputado a la Asamblea Nacional (AN) por Primero Justicia (PJ), su partido. El 15 de octubre de 2017 fue electo gobernador del Zulia con el 51,62% de los votos, pero nunca tomó posesión del cargo. El régimen puso como condición que debía juramentarse ante la ilegal Asamblea Nacional Constituyente (ANC)…

“Juramentarme ante Delcy Rodríguez, no”

-Eso dividió mi vida política en dos. No goberné al Zulia, para lo cual trabajé muy duro, pero no podía hacer otra cosa. Todos los candidatos democráticos, en los 22 estados, nos comprometimos a no juramentarnos ante la Constituyente de Nicolás Maduro. Y la MUD, que en ese momento tenía una fuerza política muy importante, también determinó que no habría juramentación ante ese adefesio jurídico. Ese año, 2017, los candidatos a las gobernaciones enfrentamos tres amenazas. 1) El régimen nos impuso una “carta de buena conducta”, que teníamos que pedir a la Constituyente para postularnos. Desde luego, no la pedimos. 2)Nos amenazaron con la inhabilitación, que se cumplió con varios compañeros. En mi caso, introdujeron una serie de supuestas pruebas en el Ministerio Público para acusarme de conspiración, terrorismo y sabotaje eléctrico. Hasta donde sé, eso no prosperó. Y la 3) vino después de la elección, con un decreto de la ANC donde nos obligaban, a los gobernadores electos, a juramentarnos allí. Nos reunimos los cinco gobernadores electos. Había diferencias entre nosotros y nos fuimos a los respectivos estados a hacer consultas. Al final, la decisión la tomé yo. Solo. Cinco horas mirando al techo y pensando. En política, uno tiene que ser coherente. Ir a juramentarme hubiera fortalecido al dictador. Nosotros estábamos en una lucha por libertar a Venezuela. Durante la campaña electoral yo dije muchas veces que no iría a la Gobernación a trabajar sólo por el Zulia sino a luchar desde el Zulia para acabar con la dictadura. La alcabala que me pusieron era demasiado: Ir a juramentarme ante Delcy Rodríguez. No. Jamás. Eso me hubiera quitado toda la autoridad que había ganado en mi trayectoria, y en mi lucha contra la dictadura.

-Veo que sigue pensando igual.

-Igual no. Cada día me convenzo más de que hice lo correcto. Me iban a poner un protectorado. No hubiera podido hacer gobierno ni tampoco oposición.

-Pero, quizá hubiera acompañado al Zulia en el camino de espinas que se la impuesto.

-Muy doloroso para mí. Estoy consciente de todos los horrores que está sufriendo el Zulia, una injusticia terrible. Pero el problema del Zulia no es el delincuente de Omar Prieto -actual gobernador chavista-, sino la dictadura de Nicolás Maduro.

El 5 de enero de este año, Guanipa fue nombrado primer Vicepresidente de la Asamblea Nacional.

«Lo que hemos hecho es rescatar la institucionalidad de la Asamblea Nacional. Vamos a lograr que cumpla su rol, cual es el de devolverle la soberanía al pueblo».

-En la sesión que no llegó a darse, en el Palacio Federal Legislativo, alguien grabó un video donde usted aparece diciéndole a alguien que es “una vergüenza”. ¿A quién estaba regañando?

-Yo había pasado cinco barreras militares para llegar al Hemiciclo. La primera la pasé con Juan Guaidó y con Henry Ramos Allup. Al ver que les estaban impidiendo el paso a varios diputados, Juan nos dijo que siguiéramos nosotros, que él se quedaría para ayudar a los compañeros. Al llegar a mi curul, vi que estaban tres diputados allí: Freddy Paz (UNT), que es zuliano, Luis Loaiza (Encuentro Ciudadano), merideño, y Kerry Mavárez (UNT), falconiano. Yo me dirigí a Freddy Paz y le dije que su actitud me daba tristeza, porque yo lo conozco desde hace 20 años. Me dijo que era su punto contra el mío y empezó a reírse. “¿Sabes por qué me duele?” -le dice- “Porque hemos sido amigos y yo pensaba que eras un hombre serio. A estos dos no los conozco. Pero a ti, sí”. Jamás hubiera pensado yo que Freddy iba a aliarse con la dictadura.

-¿Por qué cree que lo hizo?

-Por dinero. Todos lo hicieron por dinero. La dictadura sacó cientos de miles de dólares para comprar diputados. De hecho, ya a algunos se les ve el dinero. El propio Luis Parra anda en una camioneta lujosa, y ha tenido una vida dispendiosa en los últimos tiempos.

-¿Y ustedes, en Primero Justicia, no se daban cuenta de eso?

-Nosotros comenzamos a ver esos signos de riqueza súbita y lo vinculamos con las cartas de buena conducta que estaban saliendo de la Contraloría de la Asamblea. Y cuando salió el reportaje de Roberto Deniz, todo se vino encima. El mismo día que circuló el reportaje de Armando.info, decidimos la suspensión de la militancia y la apertura de una investigación a tres diputados de PJ, Luis Parra, Conrado Pérez y José Brito. Ellos pensaron que con el apoyo del chavismo tendrían garantía de hacer lo que les diera la gana. Pero el video de Brito, en la Asamblea, evidencia su decepción al comprobar que los usaron y los desecharon.

“Tengo la satisfacción de que a mí nadie me ha ofrecido nada. Tanto la dictadura como sus aliados saben a qué atenerse conmigo”

Juan Pablo Guanipa

-¿Qué está haciendo la oposición, cuál es su estrategia?

-Lo que hemos hecho es rescatar la institucionalidad de la Asamblea Nacional. Vamos a lograr que cumpla su rol, cual es el de devolverle la soberanía al pueblo. Esto lo haremos a través de la intensificación de la presión, para que el país pueda resolver su problema político y la mejor vía es la electoral.

-Hay, entonces, un cambio en las prioridades.

-Nosotros tenemos que asumir que no logramos los tres objetivos que nos planteamos para el 2019. No hemos sacado a Maduro de la presidencia que usurpa. Tenemos que revisar todos los escenarios y asumir el que sea más factible, el que nos conduzca a la liberación de Venezuela.

-Entonces, son las mismas tareas, pero en distinto orden. ¿Ya las elecciones no dependen del “cese de la usurpación”?

-El cambio político pasa por esos tres objetivos. Maduro se niega a que el país salga de la actual catástrofe por la vía electoral; y esa es la salida que nosotros nos hemos propuesto, porque es la mejor, la natural y la menos traumática para un país que ya sufrido calamidades atroces. Pero sí, no tienen por qué ser en el orden que nos planteamos a comienzos de 2019. Yo, a estas alturas, no niego ninguna vía.

“Estoy consciente de todos los horrores que está sufriendo el Zulia, una injusticia terrible. Pero el problema del Zulia no es el delincuente de Omar Prieto -actual gobernador chavista-, sino la dictadura de Nicolás Maduro”.

-¿A cuál otras se refiere?

-Vamos a aumentar la presión interna, la de la Asamblea, la que podamos conseguir en el ámbito militar y en todos los sectores del país, así como la presión internacional.

-Esa presión internacional está muy hablada, parece aérea, hecha de consignas y en franca merma.

-Eso no es así. En lo absoluto. Hay mecanismos que deben cumplirse. En el TIAR, por ejemplo, se están cumpliendo las fases, administrativa y diplomática, que el mismo tratado establece.

-¿Esperará la oposición a que la comunidad internacional le haga la tarea?

-La oposición y el pueblo democrático de Venezuela han luchado mucho. Todos los días. Este es un pueblo que tiene la democracia en el tuétano y le ha echado mucho pichón. Ha salido a la calle cuando ha estado convencido de que su presencia allí contribuiría a debilitar la dictadura, ha votado masivamente y se ha abstenido masivamente cuando correspondía. Ni el uno ni la otra se han detenido en espera de nada. La estrategia de la oposición es intensificar la presión sobre la dictadura, aumentarle los costos por cada atropello. Y, sin negar ninguna otra salida, trabajaremos para construir elecciones libres.

-Los voceros del régimen califican a la oposición de “violenta”.

“No tomamos en cuenta que a ellos (el régimen) no les importa nada, que no tienen límites ni escrúpulos para violar la Constitución, mentir y oprimir a los venezolanos”

Juan Pablo Guanipa

-Otra mentira flagrante. Tan interesados estamos en que la salida sea pacífica, que hemos pagado el costo político de ir a algunas negociaciones con la dictadura. Y después de ir a Barbados, a República Dominicana y a Oslo, hemos comprobado que la voluntad de la dictadura nunca es favorecer una salida, sino impedirla para mantenerse en el poder sin importarle los sufrimientos que esto le cause al país.

-¿Fueron un error esos diálogos?

-Era necesario. Nuestros aliados, particularmente, la Unión Europea, fueron muy insistentes en que fuéramos a buscar salidas negociadas. El mundo no puede decir que no ha habido salida negociada porque la oposición se negó a buscarla. Hemos dado suficiente prueba de nuestra disposición a ahorrarle dolores al país con una salida negociada, pero la dictadura no ha hecho sino agravar y prolongar los males. Te doy un ejemplo reciente: En diciembre de 2019, nosotros nombramos el Comité de Postulaciones Electorales, paso previo para elegir un nuevo CNE, e integramos al chavismo en ese comité, con la idea de lograr un organismo equilibrado y confiable para todos los venezolanos, porque nosotros postulamos un cambio para todos los venezolanos, no contra una parte, por minoritaria que sea. Nosotros trabajamos para el país en su conjunto. Y qué paso, que con la actuación de la dictadura, el 5 de enero, Maduro le dio una patada a esa posibilidad.

-Entonces, ¿qué van a hacer?

-Lo que nos corresponde. Defender la institucionalidad del Parlamento y seguir ejerciendo mecanismos de presión nacional e internacional para generar el ambiente que haga factible el cambio político en el país.

-Me ha dicho que insistirán en elecciones y también me dice que un nuevo CNE parece pospuesto. Entonces, ¿cómo van a ser esas elecciones?

-Van a ser unas elecciones para conservar e incluso ampliar nuestro espacio institucional. Van a ser unas elecciones con el pueblo. La única manera de lograr un CNE renovado y confiable es ejerciendo tal presión que la dictadura no pueda negarse. Estamos conscientes de lo difícil que es presionar a la tiranía de Maduro, porque carece de toda contención. Es una mafia aliada al narcotráfico, el contrabando de gasolina y de oro, y a países no democráticos, como Irán, Rusia y Cuba. Nos enfrentamos con todo eso.

-¿Qué errores considera que se cometieron en 2019?

-El principal fue no haber consolidado la unidad de los partidos de oposición, que en este momento parece algo muy posible. Segundo, generar expectativas sobredimensionadas. Tercero, no caracterizamos adecuadamente a la dictadura, pensamos que con una fuerte presión saldría del poder. No tomamos en cuenta que a ellos no les importa nada, que no tienen límites ni escrúpulos para violar la Constitución, mentir y oprimir a los venezolanos, sobre todo a los más débiles. Cuarto, pensar que podía darse un quiebre militar, no entendimos que la fuerza armada actúa como corporación. Tenemos que lograr que la fuerza armada completa acceda a que se dé un cambio en el país.

-¿Y el 30 de abril no le parece un error?

-Antes de declararlo un error, habría que dilucidar las muchas incógnitas que todavía hay respecto de esa fecha. Por ejemplo, ¿había realmente un apoyo militar? Yo no afirmaría que sí, pero tampoco lo negaría…

-Dicen que Luis Parra trató de convencerlo a usted para que se volteara.

-Falso. Tengo la satisfacción de que a mí nadie me ha ofrecido nada. Tanto la dictadura como sus aliados saben a qué atenerse conmigo.

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La opinión emitida en este espacio refleja únicamente la de su autor y no compromete la línea editorial de La Gran Aldea.
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