Ante la mirada de Francisco de Paula Santander y sentado en una silla que hace 200 años le perteneció al Libertador Simón Bolívar, el canciller de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, aseguró que se acerca un nuevo amanecer para el pueblo venezolano, donde la democracia y la libertad florecerán.
Asimismo, el diplomático reconoció que su país no apoya el mecanismo de Oslo que ha propiciado las negociaciones entre Nicolás Maduro y la delegación enviada por Juan Guaidó, ya que ha sido utilizado por parte del oficialismo para comprar tiempo y dilatar acciones de la comunidad internacional.
Trujillo es hoy una de las figuras de mayor renombre del gobierno de Iván Duque. En su larga carrera diplomática fue Jefe de la Misión de Colombia ante la Unión Europea y embajador en varios países de la región y del viejo continente. Desde el Grupo de Lima es una de las voces más férreas en la defensa de la democracia en Venezuela, su verbo confrontador lo ha hecho blanco de ataques por parte de líderes del chavismo y funcionarios de la administración de Maduro, como Diosdado Cabello y Jorge Arreaza.
-Colombia abrió las puertas a los venezolanos, pero ¿cuán lejos estamos de convertirnos en un problema de Estado para su gobierno?
-El problema no son los que huyen de Venezuela, el problema lo genera la dictadura con el ejercicio tiránico que hace del poder y el desconocimiento de los derechos fundamentales del pueblo. Lo que nosotros hemos hecho es recibir con sentido humanitario y de gratitud histórica a los migrantes, llamar la atención sobre la magnitud de la crisis, señalar que se trata de una amenaza regional y tocar las puertas de Naciones Unidas para obtener mayores posibilidades de hacerle frente. Seguiremos actuando de igual manera y reiteramos el llamado a la comunidad internacional para que la ayuda se incremente, porque el flujo migratorio sigue creciendo y desborda nuestras capacidades nacionales.
-¿En qué estatus se encuentran las ayudas solicitadas a estos organismos y con cuánta capacidad de atención cuentan para el flujo migratorio?
-La capacidad nacional es precaria. La verdad es que la magnitud de la crisis nos desborda, sobre todo en sectores como salud y educación, por supuesto también en el sector productivo y la capacidad para la generación de empleo. La contribución internacional ha sido muy inferior a la que han gestionado en otras crisis migratorias. Aquí hubo un llamado conjunto de la OEA y Acnur para recaudar 740 millones de dólares y apenas se ha recaudado el 30%. Desde el mes de mayo hasta hoy han llegado 120.000 nuevos migrantes venezolanos; en tanto que el aporte internacional apenas aumentó el 9%, es decir, no se corresponde con la magnitud del problema.
-Usted es uno de los miembros más importantes del Grupo de Lima, ¿qué podemos esperar del bloque en el corto plazo?, ¿hay posibilidades de que la mayoría de los países que lo conforman pasen del ámbito declarativo al de las acciones concretas, tal como han hecho Colombia y Brasil?
-Las acciones van a continuar, yo no tengo ninguna duda; para Colombia el Grupo de Lima es fundamental y así lo demuestra el valor que han tenido las decisiones asumidas este año. Recordarán que fue este bloque quién tomó la determinación de señalar la ilegitimidad de Nicolás Maduro y apoyar a la Asamblea Nacional, por eso el presidente encargado Juan Guaidó tiene el reconocimiento de casi 60 países y las personas que él ha nombrado representan a Venezuela en el Banco Interamericano de Desarrollo y la OEA.
-¿Cree que los países que han tenido, hasta ahora, una actitud más precavida asuman acciones concretas?
-Están actuando, todos los países del Grupo de Lima están actuando, se están moviendo de acuerdo a las decisiones que hemos tomado colectivamente. Colombia sostiene la misma posición: Tenemos la certeza de que la solución a la crisis en Venezuela pasa por la presencia de un Grupo de Lima muy fuerte y muy audaz.
-Hace varias semanas usted y el presidente Iván Duque fueron a China, ¿el tema venezolano se tocó en las reuniones que sostuvo allá con el gobierno de Xi Jinping?
-Sí, por supuesto que se tocó, el presidente Duque lo abordó al más alto nivel y de manera muy clara, puso en conocimiento de las autoridades chinas del porqué de la actuación colombiana, la base jurídica y política de las medidas que hemos tomado, de nuestra posición en el marco del Grupo de Lima y en la Organización de los Estados Americanos. Fueron diálogos importantes, abiertos, útiles y necesarios.
-¿Y qué respuesta obtuvieron del gobierno chino?
-No esperábamos nosotros nada distinto a lo que sucedió: Se escuchó con cuidado e hicieron algunas reflexiones con respecto a lo que es la postura que, hasta ahora, han mantenido; pero tenemos la certeza de que fueron diálogos bastante útiles y positivos.
-¿Por qué la cautela de algunos países de la región para señalar al régimen castrista y su influencia dentro de Venezuela?
-Cada país tiene autonomía y soberanía para manejar su política exterior, nosotros respetamos eso, no obstante, hay argumentos, hechos y necesidades suficientes para continuar en la dirección en la que Colombia está hoy. No hay duda de que el régimen de Maduro ha generado una alteración del orden interamericano, es una verdadera amenaza contra la tranquilidad de nuestro continente. Por fortuna, la región construyó mecanismos que permiten que los estados, colectivamente, actúen en procura de recuperar la democracia donde ésta se haya perdido. Por eso nuestro llamado a que las naciones comprometidas con esos postulados jurídicos y políticos actúen en el caso de Venezuela con mucho vigor, insistencia y constancia. No hay duda de que lo mejor para la región es que la hermana República viva otra vez en democracia y libertad.
-A propósito de eso que señala, no es noticia nueva que en Venezuela hay grupos irregulares colombianos en los estados fronterizos y en zonas estratégicas como el Arco Minero, ¿su gobierno tiene alguna estrategia para contrarrestar esta situación?
-Colombia siempre actúa por mecanismos jurídicos, políticos y diplomáticos. Es evidente que el régimen de Maduro alberga organizaciones terroristas colombianas y de otras nacionalidades, eso lo sabemos aquí, pero lo sabe el mundo entero, por eso la importancia de la denuncia que el presidente Duque hará próximamente en Naciones Unidas; toda vez que los países que integran esa organización se han comprometido a actuar colectivamente contra el terrorismo.
“Tenemos la certeza de que la solución a la crisis en Venezuela pasa por la presencia de un Grupo de Lima muy fuerte y muy audaz”
-El desespero y la crisis ha hecho que un sector de nuestra población tenga esperanza en una intervención militar, pero ¿cómo es vista esa medida en la región?, ¿qué piensa Colombia?, ¿el TIAR va en ese sentido?
-Yo entiendo el afán, que es producto de una situación crítica que están viviendo los venezolanos a raíz de un régimen dictatorial, comprendo que eso lleve a pensar en otro tipo de soluciones, no obstante, la naturaleza de Colombia es defender los canales políticos y diplomáticos, donde creemos que se han hecho avances tremendos. Estamos demostrando que podemos recuperar la democracia en la región mediante mecanismos políticos y diplomáticos, lo que hay que hacer es perseverar, seguir avanzando, seguir construyendo condiciones y llegará un momento en el que se presentará un evento que se convierta en el detonante de la solución final. Las dictaduras se caen como consecuencia de la creación de condiciones que llevan a que un día tenga lugar el desenlace; y Colombia tiene la certeza de que esto ocurrirá en Venezuela.
-Hablando de mecanismos, usted ha sido escéptico con las negociaciones que iniciaron en Oslo y ahora han continuado en Barbados, ¿cómo evalúa al día de hoy ese proceso?
-Colombia no cree en ese proceso que se puso en marcha en Oslo y que condujo a las conversaciones en Barbados, y no cree porque históricamente el régimen de Maduro ha utilizado esos esquemas de negociación para enfriar procesos políticos, permanecer en el poder, ganar tiempo, generar disensos entre las fuerzas democráticas. Colombia sigue creyendo firmemente que se debe continuar fortaleciendo el apoyo internacional a Juan Guaidó, a la Asamblea Nacional y a los luchadores en favor de la democracia. Esa es nuestra línea de pensamiento y acción, por eso apoyamos el fin de la usurpación, la transición y la convocatoria a elecciones.
-¿Canciller, cuál es su opinión sobre las sanciones?
-No hay duda de que las sanciones son eficaces, sanciones que se dirijan a personas cercanas al régimen, no se trata de sancionar al pueblo venezolano, mayor sanción que la tiranía y la dictadura de Maduro imposible de concebir. Así que las sanciones son adecuadas y son consecuencia de las atrocidades en las que ha incurrido Maduro y quienes lo acompañan, además representan un elemento central dentro del abanico de acciones que debemos seguir adelantando para lograr el retorno de la democracia en Venezuela.
“A quienes están en Venezuela, perseveren, no desfallezcan, el camino se está abriendo y las condiciones se están creando; pronto la dictadura de Maduro será el pasado”
-Si usted se encontrara de frente a Nicolás Maduro, Jorge Arreaza o Diosdado Cabello, ¿qué les diría?
-Les diría: Ya, suficiente, ustedes son el pasado, un pasado dictatorial y antidemocrático, lo que está por delante es un nuevo amanecer para Venezuela en democracia y libertad. Les llegó la hora, el futuro ya no es de ustedes.
-¿Y qué les dice a esos sectores democráticos del país que también han cometido errores?
-Unidad, cohesión, perseverancia, claridad en los propósitos, claridad en la acción, claridad en el itinerario, este es el momento de la unidad de las fuerzas democráticas en Venezuela.
-Un mensaje a quienes están en Venezuela y a los compatriotas que están en su país tratando de conseguir una mejor vida.
-A los hermanos venezolanos que han ingresado a territorio colombiano tengan la certeza de que serán recibidos con sentido humanitario, solidaridad y sentimiento de gratitud histórica. A quienes están en Venezuela, perseveren, no desfallezcan, el camino se está abriendo y las condiciones se están creando; pronto la dictadura de Maduro será el pasado.